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Gastronomía: 3 comidas raras, curiosas y frikis que puedes probar en Asia. Vol. 4.

Dónde comer/beber y gastronomía, en Japón, y Singapur. Opinión y review.

Comidas raras en Asia. Patas de gallo rebozadas en Tokio, ostras crudas en donburi en Ise, durian en fruta y helado en Singapur.

Comer es uno de los mayores placeres de la vida, no creo que exista ninguna duda al respecto… Y yo, como persona abierta de mente (y de sentido del gusto), curioso e inquieto por naturaleza, y amante de la26 gastronomía, adoro probar y degustar nuevos platos y productos allá donde vaya. El turismo gastronómico existe, y es una referencia de primer orden mundial que atrae y mueve millones de turistas y viajeros alrededor del mundo, no generalmente como motivo principal de un viaje al no ser un tipo de turismo genérico, pero sí al ser un tipo de turismo específico englobado dentro del turismo cultural.

La gastronomía forma parte de la cultura y la identidad de un país o región, y debe ser parte de todas nuestras experiencias turísticas y viajeras, como parte de esa «inmersión» cultural en el destino en cuestión. Por lo que yo, siempre que viajo, intento (si las circunstancias, el tiempo y la pasta lo permiten) probar platos locales e, igualmente, alguno de esos «platos raros, curiosos o frikis» (para nosotros claro, a nivel cultural, siempre hablando de forma subjetiva) que nos podemos encontrar en muchos lugares.

En este caso en concreto me refiero a Asia… Aunque sinceramente, todo sea dicho, la realidad es que no he probado demasiadas cositas extrañas (tengo pendiente China Mailand; lugar conocido por todos donde poder probar todo tipo de «delicias culinarias» que harían vomitar a muchos valientes xD), pero sí las suficientes para que las caras de sorpresa, inquietud y asco a partes iguales sean algo habitual en el momento que surge el comentario o la conversación xD.

El caso es que Asia es un prolífico lugar para probar y degustar todo tipo de delicias extrañas que, en general (por cultura o leyes y permisos por ejemplo), difícilmente vas a poder probar en España, y es que hay que probar amigos, no puedes irte a la otra punta del mundo y pasarte el día a base de pizzas y hamburguesas y «comida occidental», sin ni siquiera haber probado, sin ni siquiera saber si te gusta, con miedo a todo lo nuevo…

¡Venga hombre!, no me seas rancio, hay que introducirse un poquito más en esa cultura local, y así probar también esas comidas «diferentes» que seguramente no vas a tener oportunidad de probar en otro lugar del mundo… ¿De verdad te quieres ir sin haberlo catado y luego arrepentirte de no haberlo hecho?, no me seas sibarita, no me seas pijo, no me seas cutre, no me seas cobarde, no me seas obtuso… ¡y prueba! ¿Qué te puede pasar? Si no te gusta, te valdrá simplemente con enjuagarte, o vomitar xD. En otras ocasiones (esperemos que nunca), quizás necesites Fortasec o similar… ¡y recuerda viajar siempre con seguro de viaje!

¿Me acompañas por este breve recorrido gastronómico (de varios volúmenes) a lo largo de varias comidas raras, curiosas y frikis que puedes probar en Asia? Seguro que alguna te sorprenderá… y os pido disculpas por la pésima calidad de alguna imagen suelta que pueda aparecer, y es que algunas son capturas de grabación en vídeo al no disponer de fotos.


Comer patas de gallo rebozadas, en Japón. Probado durante el viaje a Japón ’16 (16 días).

El «qué asco» es lo que te van a decir muchas personas por estos lares cuando les indicas que has comido patas de pollo, de gallo, rebozadas, en salsa o de cualquier forma existente… Parece que nos olvidamos que las patas de pollo «siempre» se han comido en España, y es que a lo largo de las diferentes épocas (y hasta hace no mucho, u hoy en día igualmente), no había para comer y uno se comía lo que fuera; patas de pollo, ratas, gatos, césped o piedras… Todo tiene un por qué y una razón.

Unos por necesidad, otros por gusto xD. Del pollo (como del cerdo) se aprovecha absolutamente todo, y es que dentro del ámbito de entresijos y gallinejas (que los madrileños conocemos muy bien como parte de una comida, gastronomía y dieta «pobre y del pueblo»), las patas de pollo siempre han sido un «habitual» por estos lares a pesar de sonar como algo «asqueroso» y un «subproducto» sin valor no apto para el consumo donde (de hecho, a nivel de la UE había importantes prohibiciones y restricciones respecto a su comercialización para el consumo humano).

Pero todo ello no es igual en el resto del mundo… Y lo que aquí como bien sabemos es un puto asco, en otros lugares es una puta delicia (aplicable a infinidad de productos xD). Y es que las patas de pollo son un producto muy habitual (e incluso totalmente gourmet y de lujo), en América en países como Jamaica, México y Perú… en Europa en países como Rusia, Ucrania y Rumania… Y, especialmente; en Asia en países como Indonesia, Malasia, Tailandia, Filipinas, Corea del Sur, Japón, Singapur o China Países donde es un «plato más» dentro de sus amplias y deliciosas gastronomías, sea tanto parte de la comida callejera (que no tiene por qué ser cutre o barata) en puestos y mercadillos, o parte de la comida gourmet en el mejor restaurante al que podamos acudir (que no tiene por qué ser de lujo o cara). Y opciones de preparación miles como os podéis imaginar…

Y ya sabéis, independientemente de las cientos de opciones de preparación que generalmente parten de la base cocida o frita (y es que los chinos, por ejemplo, las preparan de tropecientas formas distintas xD), las patas de pollo son patas de pollo. Es decir: sin carne, sin músculo, sino que todo es piel, cartílago, tendones… resultando por lo tanto un producto de textura muy gelatinosa no apta para todos los paladares… No ya por el producto en sí (que te puede dar asquito o no), sino por la textura como digo… Pero vamos, que ves preparaciones en directo o fotos de cualquier lugar con las patas de pollo cocinadas y tienen una pinta simplemente deliciosa (otras dan asco claro xD).

Pues sí, en España te miran raro, en muchos otros países del mundo y en Asía en general, pues es algo de lo más normal como habréis podido comprobar todos aquellos que hayáis viajado por los citados países… En mi caso, que yo recuerde, En España no las he comido como parte de la gastronomía española, pero sí en restaurantes chinos en Madrid, y solo la carne como tal realizada de distintas formas, no la pata completa, pero ciertamente curiosa en distintas preparaciones y platos típicos, a pesar de la textura chunga de la piel o cuando pillas tendón xD.

Y, creo recordar, que tampoco las he comido en Indonesia, Malasia, Tailandia, Hong Kong (donde es muy habitual como indicaba y lo ves «por todos lados», aunque sí las probé en Singapur en el 2010). Sin embargo, ha sido en Japón (donde no es un plato especialmente habitual) el lugar donde sí las he probado (más allá de Singapur o España como indicaba)… Y fue, curiosamente, en el Capcom Bar de Tokio en Kabukicho donde estuve con el plato en cuestión…

Kabukicho está considerado el barrio rojo (y peligroso) más importante de Japón. Su nombre y etimología proviene de la intención de construir aquí un teatro kabuki en los pasados años ’40, algo que nunca se construyó. Un importante centro de prostitución y también referencia de la comunidad gay en Tokio. Gran parte de los locales de ocio, de todo tipo, que aquí nos encontramos, pertenecen y son gestionados por distintas mafias…

No solo ello, sino que se nos ofrece también como una importante zona de ocio, gastronomía, clubes nocturnos y alojamiento… Incluso una zona más residencial y dedicada a oficinas. Sin duda, Kabukicho es un barrio espectacular y una auténtica locura, mucho más auténtico por la noche, pero más recomendable a visitar por el día si eres aprensivo con según qué aspectos. No obstante, es obligatorio a visitar y recorrer, no te dejará indiferente… Eso sí, ve con cuidadito (especialmente por la noche), no entres a locales de dudosa reputación y no se te ocurra hacer caso o entrar en ningún lado donde te ofrezcan y te intenten llevar los «comerciales» en la calle, pueden ser muy pesados, no te pares a hablar con ellos, simplemente pasa del tema.

El ocio que nos ofrece Kabukicho parece no tener fin, siendo hogar como indicaba de todo tipo de ocio y restauración, incluyendo también el restaurante temático Capcom Bar. Sí, hablamos de la conocida empresa japonesa de videojuegos, creadora de sagas tan famosas e híper conocidas como Street Fighter o Resident Evil. Una de las referencias en el mundo de los videojuegos, fundada en 1979, y que aquí en Kabukicho tiene un restaurante temático que, actualizo; se encuentra cerrado actualmente y desde 2018 (tras ir yo xD), siendo sustituido por el actual Monster Hunter Bar.

Fue sin duda, uno de los restaurantes temáticos más visitados de Tokio, tanto por locales como evidentemente por turistas como yo, aunque no lo considero realmente una visita indispensable (esperaba mucho más sinceramente) y, de hecho, cuando yo lo visité estaba completamente vacío, cuando había leído que, realmente, es necesario realizar reserva previa en un tramo horario determinado, que es el tiempo disponible que tienes para tu comida… Yo decidí presentarme sin más, ya que por rutilla del día, no sabía en qué momento iba a poder pasar, pero sí que acabaría por la zona.

Fácil de localizar, nos encontramos con pequeño local en tonos oscuros y negros, con una barra con mesas frente a nosotros, y unas poquitas mesas y sillas repartidas por el local. Luz tenue, un par de camareros majetes, limpio y, evidentemente lo que más llama la atención y lo que más mola del local; multitud de decoración respecto al universo Capcom. Tenemos varias pantallas con videoconsolas y mandos conectados, siendo posible jugar con todas ellas a todos los juegos que tengan conectados. También tenemos repartido por el local toda suerte de merchandising, objetos y videojuegos varios de Capcom para distintas plataformas. Obviamente, es posible comprar gran parte de tales objetos y tienen una pequeña tienda, pero ciertamente bastante poquito y nada especialmente reseñable que digas: «me mola y me lo tengo que llevar seguro» xD.

La carta es ciertamente más que curiosa, con todo tipo de platos (y bebidas), «adaptadas o inspiradas» en gran parte por el universo Capcom. Yo, no obstante, ni me quería gastar mucho, ni quería tardar mucho, así que, tras escudriñar la carta, acabé pidiendo un par de opciones asequibles de picoteo, entre ellas, como indicaba, un plato que incluía patas de pollo (de hecho lo pedí por la frikada, estuve a punto de pedir el «takoyaki ruleta rusa», donde uno de los takoyakis es de wasabi xD)… Realmente y a pesar de la curiosa carta, no me motivo especialmente la misma, con una relación calidad/precio que deja que desear, todo muy normalito a nivel de preparación y sabor y, por muy friki que seas de los videojuegos y Capcom, tampoco creo que sea un lugar obligatorio en el que invertir tu tiempo, espera mucho más en todos los sentidos como indicaba.

Cierto es que no lo disfruté al 100%, ya que por ejemplo no jugué a nada (por tiempo y por estar todo en japo), no adquirí ningún merchan (no me llamaba nada la atención), y apenas pedí un par de cosas baratitas… Pero como digo, entre tiempo, pasta, y que no motivaba especialmente… También había leído que, cuando los camareros te sirven los platos, realizan una pequeña frase/parodia relacionada con el plato y/o algún videojuego en cuestión. Obviamente al ser yo turista y no entender absolutamente nada, no lo hicieron, por lo que tampoco tuve tal experiencia xD.

En fin, volviendo al palto en cuestión, las patas de pollo era parte de un plato de pollo rebozado con salsa agridulce, limón y ensalada, donde las patas de pollo eran un «extra» en el mismo. Patas de pollo completas y rebozadas a la que poco se le podía hincar el diente, pero en la que arrebañé de forma completa la poca carnecita restante. Había que probarlas, y hacerlo bien (más allá de las fotos frikis de rigor xD). En fin, si habéis probado patas de pollo anteriormente, ya sabéis que no tienen mucho sabor como he indicado (y menos carnecita obviamente jeje), y que el sabor como tal depende cómo las hayas hecho. Al menos las presentes sí tenía algo de sabor debido a la salsita y cómo estaban realizadas…

En fin, un plato raro y friki realmente, poco habitual y mal visto en muchos lugares, al igual que típico y más habitual en otros muchos lugares como Asia en el presente caso, o España en menor medida actualmente.

Comer ostras crudas en donburi, en Japón. Probado durante el viaje a Japón ’16 (16 días).

Ise es uno de los principales destinos turísticos de Japón, más para el propio japonés que para el turista, y es que la «lejanía» de Ise y la no fácil combinación para llegar (según todo donde nos encontremos), más el hecho de que la visita a Ise conlleva un día completo, supone que Ise se mantenga fuera de muchas rutas turísticas para el extranjero. Yo, de hecho, hasta un tercer viaje a Japón no he podido acercarme a Ise.

Y es que Ise es un obligatorio que debe ser conocido, obligatorio para conocer un poquito más del pensamiento, la filosofía, la religión y, en general: de la cultura japonesa y el propio japonés… Ise, anteriormente llamada Ujiyamada, es la unión de dos aldeas que se unieron durante la Era Meiji, y es famosa por albergar el Gran Santuario de Ise (fundado supuestamente en el año 4 a.C, aunque data del s. III), siendo el santuario sintoísta más importante de Japón y, por lo tanto, siendo el lugar más sagrado de Japón y que todo japonés debe visitar a modo de «peregrinaje» al menos una vez en su vida.

Una ciudad relativamente pequeña y muy agradable donde sus mayores y obvios atractivos son el Santuario de Ise y, en los alrededores, «las rocas casadas» o meoto-iwa, el parque temático Edo Wonderland o el Parque Nacional de Ise-Shima, del cual Ise como población forma parte.

En los alrededores del Santuario Interior, encontramos Oharai-machi; un barrio histórico y unos 800m de calle peatonal que, durante la Era Edo proporcionaba a los visitantes y peregrinos ritos de purificación (entre otros), y hoy está repleta de decenas de casas tradicionales perfectamente restauradas que provienen del citado periodo, y que hoy son restaurantes, tiendasalojamientos, cafés, fábricas de sake y cerveza, casas de té… y pabellones de espectáculos y ciertos edificios históricos.

Y uno de los mejores y más recomendados lugares de Ise y Oharai-machi para comer y beber, es sin duda la cervecería y restaurante Ise Kadoya Beer Nikenchaya. Ise Kadoya es una microcervecería abierta en 1997 que produce cerveza artesanal en Ise, de elaboración y técnicas propias y artesanales, y en pequeñas cantidades y a gran calidad, con una historia que comenzó en 1575 y actualmente siendo la 21ª generación de la familia.

Y el presente lugar no es una cervecería al uso donde poder probar sus diferentes variedades de cerveza artesanal, sino también un restaurante con productos de temporada y especializado en platos como anguila o las famosas ostras de Uramura.

Cerquita del Sake Bar Japonés Hakutaka, el edificio de madera restaurado y recuperado en estilo tradicional tal y como era en origen donde está alojado Ise Kadoya Beer Nikenchaya, es una pasada. En dos alturas, en la parte superior, sobre el tejadillo, tenemos el cartel del lugar y el fabricante con el nombre, y en la planta a pie de calle tenemos varios carteles de publicidad y la carta expuesta, y un pequeño espacio abierto muy chulo, compuesto de varias mesas y sillas, y una barra que da directa a la calle con varios grifos de cerveza artesanal, que o bien podemos tomarla aquí tranquilamente, o para llevar :). También, esta pequeña barra y espacio, funciona como tienda donde poder comprar para llevar algunos de sus productos artesanales.

Entras por un pasillo y espacio situado entre las mesas y la barra y flipas… ¡qué chulo, cómo mola el restaurante! Todo realizado en madera obviamente, manteniendo el estilo tradicional… en un recinto abierto pero totalmente modulable con posibilidad de cerrar y ampliar espacios mediante paneles y puertas correderas shoji de papel de arroz… Puedes sentarte en el suelo, sea sobre la madera, cruzando las piernas, o sobre el tatami y las piernas en espacios abiertos en el suelo alrededor de las mesas (hay pequeños cojines para sentarse y, como es lógico, hay que descalzarse). Luz ambiente, amplios ventanales en un lateral… y todo limpísimo e impecable como es habitual.

Casi toda la carta gira en torno a las ostras y la anguila (aunque, más allá de los platos tipicamente japoneses, también hay platos en la carta de corte chino y occidental), ambos realizadas de distintas formas y con distintos acompañamientos y presentaciones, bien ostras y anguila frita o cocida, con arroz, noodles, udon, vegetales, en tempura, o con porridge por ejemplo, destacando las diferentes salsas y preparaciones, y la sopa de miso y encurtidos como acompañamientos habituales. Indicar también, como curiosidad, que tienen ostras cocidas a fuego lento en sake…

Tocaba revisar la carta, y contando que estamos en «época de ostras» y es uno de los platos y productos más reconocidos y recomendados aquí, mi acompañante pidió un menú consistente en ostras fritas y rebozadas con lechuga, tomate y una especie de «ensaladilla», acompañado de un bol de sopa de miso, un bol de arroz, un pequeño bol de algas, y otro pequeño bol con encurtidos y verduras varias.

Yo, por mi parte, y como total íbamos a compartir (y tirando también de ostras, de las cuales no es que yo sea muy aficionado por no decir nada), tiré de plato suelto, siendo un más que contundente oyakodon de ostras; un donburi o bol de arroz, con pollo, huevo y cebolleta (entre otros)… y ostras cocidas… una mezcla extraña sí xD. El plato iba acompañado con un pequeño bol de algas, más un bol de sopa de miso aparte que pedí… Y todo ello, obviamente, regado con cerveza local de grifo «shinto beer« ;).

Todo muy rico ciertamente. Ya he indicado que las ostras no son algo que me apasione (a pesar de que también me gustan los sabores fuertes), pero la verdad es que estaban deliciosas… Las ostras fritas tenían un sabor brutal, y las ostras en oyakadon y su mezcla con el arroz, pollo, huevo y demás del oyakodon, aunque algo «raro», me sorprendieron gratamente… una mezcla de sabores cuanto menos curiosa y que nunca se me hubiera ocurrido. Y además, todo en su punto y ciertamente buenísimo; las ostras estaban blanditas blanditas…. y mira que yo no soy fan de las mismas (por textura y sabor).

Las ostras es uno de esos productos que dividen a la afición. Da igual crudas o cocinadas, o te gustan o no te gustan, o te dan asco o no te dan asco…

«Asociadas generalmente con el lujo» (aunque hay de todas las calidades y precios obviamente), las ostras son un molusco bivalvo de agua salada que respiran como los peces mediante branquias, porque sí, las ostras son seres vivos que tienen órganos (algo que, curiosamente, mucha gente desconoce), ah, y por cierto, aunque las ostras tienen sexo definido como tal… pueden cambiar de sexo varias veces a lo largo de su vida por necesidad :O.

A pesar de su aspecto sin duda desagradable, se cree que las ostras son consumidas por el hombre desde épocas prehistóricas, especialmente en zonas costeras como parte de la dieta evidentemente, al igual que, a nivel histórico, las ostras han sido una importante fuente comercial y de ingresos económicos en base a ser un producto exótico y gourmet… Y es que, todos sabemos que las ostras, las buenas ostras, baratas no son… Y no ya solo por su calidad, sino por el hecho de, igualmente a nivel histórico, estar consideradas como un producto afrodisíaco debido a su «ayuda» para la producción de testosterona.

Pero igualmente hay que cuidadito con las ostras, ya que es uno de esos «alimentos habitualmente alérgicos»… Basta que no sepas que eres alérgico, nunca hayas probado las ostras, y el día que lo haces (crudas o cocinadas), la puedes liar pero bien xD, cuidadito con esto… Al igual que cuidadito con el exceso de hierro o hemacromatosis (como vayas sobrado y te hinches a ostras; las cuales son muy ricas en hierro), ya que puedes tener problemas… Y, también, reseñar las «habituales» intoxicaciones alimentarias, y las infecciones bacterianas (muy graves hasta el punto de la muerte en algunos casos, destacando también la terrible septicemia), ya que el hecho de adquirir diversas bacterias al comer ostras es, por desgracia, algo habitual en muchos lugares…

Y por ello, como es lógico, normal y evidente, intenta adquirirlas en lugares reconocidos y de calidad (si puedes saber de dónde vienen y cuándo se han «recolectado», o controlas un poquito el tema y buscas info, mejor), al igual que intenta no comerlas crudas, nunca se sabe dónde y cuándo te puede tocar…

La mayoría de la peña de mi entorno o que he conocido en mi vida, respecto al tema de las ostras cuando ha salido el tema, o no las han probado, o no les gustan, o si acaso cocinadas en sus múltiples formas (no crudas)… Yo no soy fan de las ostras ciertamente, pero las he comido en «bastantes» ocasiones, más veces crudas que cocinadas xD… Por suerte, no me han sentado mal ni he tenido problemas de salud asociados a ellas, aunque en algunos casos, con las ostras naturales y crudas, me ha tocado hacer de tripas corazón y, seguramente, poner la cara de asquito correspondiente al respecto xD.

Como todo pescado y marisco, las ostras en Japón son buenas, de calidad, y fácilmente accesibles… pero no baratas xD. Durante mi viaje a Japón ’16 (16 días), tuve la oportunidad de probarlas en Ise como he indicado, degustando un delicioso y gigantesco bol de oyakodon con ostras crudas Sin duda una mezcla más que interesante, y muy sabrosa, de tierra y mar, siendo un plato muy contundente y sabroso como indicaba, ya que como no podía ser de otra forma, las ostras crudas y al natural, le aportan un toque muy especial al sabor (¡además eran gigantes! :O)… Especial por no decir fuerte ya que, si habéis comido ostras anteriormente, sabréis que el sabor de las mismas es muy fuerte y muy característico, no apto para todos los paladares como hemos ido viendo. Sí, cierto que es un plato o producto friki o raro, pero sí curioso y, evidentemente, no muy habitual por estos lares (sí las ostras como tal, no el plato y la forma de cocinarlo).

No puedo decir que me encantara, pero lo disfruté, y de hecho lo terminé al completo… Pero, reitero de nueeevo, aunque me las coma, no soy fan de las ostras xD.

Comer durian en fruta y helado, en Singapur. Probado durante el viaje a Turquía – EAU – Qatar – Taiwán – Singapur – Noruega ’14 (20 días)..

Singapur, como bien sabéis, es uno de mis «destinos fetiches», un destino, un país y una ciudad-estado que me provoca una sensación de amor-odio y me evoca a tiempos de supervivencia y de aventura, de turismo y de emigración, de risas y de lloros, de lucha y superación, de aprendizaje y evolución… Un destino en el que pasé dos meses de mi vida durante mi intento de emigración en Singapur ’10, más una semanita de turismo propiamente dicho en Turquía-EAU-Qatar-Taiwán-Singapur-Noruega ’14.

Pequeña Ciudad-Estado y país más pequeño del Sudeste Asiático, está situado entre Malasia e Indonesia… Singapur está poblada desde el s. II d. C., ha sido parte de varios imperios, y cuya historia moderna comienza en 1819 cuando el británico Stamford Raffles fundó aquí un asentamiento dando origen al Singapur actual. Tras unirse a Penang y Malaca, pasó del Gobierno indio al ministro inglés de las colonias, hasta la II Guerra Mundial, que cayó bajo el dominio japonés. Ya tras la guerra, Singapur se integra en la Federación de Malasia en 1963, proclamándose la República de Singapur poco después en 1965.

Singapur no obstante y ciertamente, antes y ahora, ha sido siempre lugar de paso, un importante enclave comercial y de transporte en el Sudeste Asiático, antes como una pequeña aldea de pescadores, y hoy en día siendo uno de los Cuatro Tigres Asiáticos con una economía de mercado liberal y capitalista, y pocos impuestos y facilidades para que empresas de todo el mundo se establezcan en el pequeño país creando empleo y riqueza. Una ciudad multicultural y diversificada con cuatro idiomas oficiales y más de dos millones de extranjeros de todos los lugares del mundo habido y por haber, aspecto multicultural que queda reflejado en todo ámbito, y es que hablar de Singapur es hablar de mezcla, siendo ello lo que define el país en todos los sentidos, especialmente también en el aspecto religioso, o en su deliciosa comida, siendo Singapur uno de los mejores lugares del mundo y de Asia para comer.

Siempre y en todo caso, es recomendable visitar Singapur… Un país al que le tengo mucho cariño y que, como indicaba, de nuevo: tiene mucho que ofrecer a nivel turístico, por lo que bien merece la pena invertir aquí unos cuantos días. Y no, no dejes Singapur como una simple escala de unas horas o un día como hacen la mayoría de visitantes que no se han molestado ni en leer un par de líneas acerca del país (y piensan que se encuentran en la India xD), Singapur es una gran capital, un gran país, una gran Ciudad-Estado que tiene muchísimo que ofrecer a todo turista y viajero y por la que es una delicia caminar tranquilamente, donde te recomiendo al menos y como mínimo pasar 3 o 4 días para disfrutarla un poquito en condiciones y empaparte de esa brutal mezcla a la que ya he hecho referencia.

Créeme, pocos lugares hay tan fotogénicos como Singapur, un lugar donde tu cámara echará humo xD. Clarke Quay, Boat Quay, Merlion Park, Little India, Chinatown, Kampong Glam, Esplanade, Marina Bay Sands, Orchard Road, Isla Sentosa… No solo alucinarás con sus rascacielos (un paraíso para el urbanita y el amante de la arquitectura) y su brutal skyline (el segundo mejor del mundo tras Hong Kong), sino que puedes darte unos buenos chapuzones en sus diversas y variadas playas (algunas salvajes, otras artificiales), recorrer templos budistas, taoístas, confucionistas y todas las religiones y culturas habidas y por haber, o perderte entre mercadillos callejeros o impresionantes centros comerciales de lujo (las compras son el deporte nacional)…

Fuente: FREEPIK usuario jcomp.

Más allá de sus altos puestos y niveles en educación, sanidad, limpieza, seguridad y riqueza (presentado la renta per cápita más alta del planeta), Singapur igualmente, y a pesar de ser una democracia, presenta algunas limitaciones en libertades, es un país sumamente caro, aburrido para un español, y donde ciertamente tenemos la (cierta) sensación de que estamos en un país irreal viviendo en una burbuja y donde la población no tiene ni idea de lo que ocurre en el resto del mundo… Ni les preocupa en absoluto, y yo lo «entiendo» aunque no lo comparta: viven bien y lo demás como que se la suda… Reitero que he vivido dos meses en Singapur, he estado posteriormente una semana de vacaciones, y he tenido mis rolletes por allí, conozco bien el país, su cultura y sus gentes… Para lo bueno y para lo malo xD.

Singapur es, sin duda alguna, el mejor país de Asia para comer, y la gastronomía en Singapur, es uno de sus grandes activos, atractivos y valores añadidos, y ello es debido a su brutal mezcla cultural y étnica, lo cual repercute en la gastronomía, y a la que se suman unos precios muy correctos e inclusive baratos y asequibles para un bolsillo en euros (siempre y cuando comas comida local y en food courts y hawkers centres). De hecho, de los casi 6 millones de habitantes, alrededor de un 43% de la población total nació en el extranjero, con porcentajes en mayoría de chinos, malayos, indios y otros (entre asiáticos, americanos y europeos), al igual que existen 4 lenguas oficiales (inglés, mandarín, malayo y tamil).

Mezcla y amalgama de, principalmente, la cocina china (tanto mandarín como cantonesa), malaya, indonesia e india (especialmente tamil), y con un pequeño toque e influencia occidental o «western» debido a la inmigración y elhaber sido colonia inglesa. No obstante, en Singapur podemos encontrar gastronomía, locales y restaurantes de absolutamente todos los rincones del mundo. La estratégica situación de pequeño país y su estatus como centro financiero internacional, su alto nivel y calidad de vida (siendo el país con la renta per cápita más alta del planeta), el ser un lugar de paso y la propia evolución del país, ha originado un excelente ejemplo de respeto, integración y diversidad étnica y cultural. Diversidad que se ve reflejada de forma importante en la gastronomía como indicaba.

Degustar y disfrutar la gastronomía local recorriendo sus múltiples food courts y hawkers centres, es un objeto turístico (gastronómico) en toda regla en el país y parte intrínseca de esa cultura tan habitual en Asia (y más concretamente en China y Sudeste Asiático) del mercado gastronómico y comer en la calle y fuera de casa… Y es que en Singapur es alucinante todo lo que se mueve en torno a la comida; hay premios de todo tipo…  Premios en forma de cartel o pegatina expuestos al público de forma orgullosa en los locales, siendo un rasgo de distinción importante, y, te puedo asegurar, que son lugares donde las colas son kilométricas

Más allá de ser un fan absoluto del chicken rice o pollo hainan como «plato nacional» de Singapur, aquí es posible probar casi cualquier cosa que os podáis imaginar… Opciones de restauración miles y miles, pero en este caso me dirijo al barrio de Chinatown; legado y centro neurálgico de la comunidad china de Singapur desde sus orígenes  y donde, más allá de su historia, su patrimonio, su mezcla cultural (con mezquitas y el templo hindú más importante de Singapur: Sri Mariammam), sus tiendas de ropa y productos típicos, y su genial ambiente, destacamos su brutal oferta de ocio y restauración, con varios food courts y hawkers centres de relevancia, y multitud de restaurantes de comida china típica y tradicional.

Y aquí, tras esta exteeensa introducción de un país fascinante, nos encontramos con el durian… La palabra fue utilizada por primera vez a finales del s. XVI, proveniente del malayo, y nos encontramos ante una fruta bien conocida por todo viajero que haya pasado en algún momento por el Sudeste Asiático en general, y por Singapur en particular…

Una fruta comestible proveniente de varias especies de árboles del genero durio, existiendo más de 30 especies (y más de 300 variedades :O) de países como Indonesia, Malasia o Tailandia, siendo el de la zona de Borneo, el que generalmente se encuentra a nivel internacional, incluyendo en España.

Así, según especie, podemos encontrar formas ovaladas o redondas, color verde o marrón, su «carne» interior color amarillo o rojo, o medir hasta 30cm de largo y pesar 3kg (y con precios que pueden ir hasta los 10€ el kg). No obstante su forma y tamaño son más que característicos, siendo una fruta perfectamente reconocible gracias a sus espinas y, especialmente, a su putrefacto olor y asqueroso sabor xD.

Su pulpa o carne se puede consumir en varias fases de la maduración, utilizándose para «aromatizar» (qué puto asco) todo tipo de platos salados y dulces (como el helado), incluso sus pepitas se pueden comer una vez cocidas… Y es que el durian en gran parte de Asia es una fruta que podemos encontrar en absolutamente todos lados, siendo considerada en muchos países como «el rey de las frutas» por sus características, su tradición y, especialmente, debido a sus características nutritivas (una de esas «supercomidas»), rica en fibras y vitaminas.

Y, como habrás adivinado o bien sabes si lo has probado (u olido) anteriormente en el Sudeste Asiático como indicaba, el sabor y olor es simplemente vomitivo y absolutamente repugnante que, realmente, te puede provocar arcadas (a mí me pasa). Cierto es que cada persona es un mundo y, especialmente en aquellos lugares donde el durian es de habitual consumo, es normal que te indiquen que el sabor es dulce y el aroma es agradable…

Mira colega, entiendo que tienen ya la pituitaria y el mecanismo del olfato ya «adaptado», pero te puedo asegurar, y yo lo he «intentado» comer, que olor y sabor son absolutamente desagradables y una de las cosas más asquerosas que te puedes echar a la boca xD. De hecho, su olor es tan persistente y tan fuerte, que en muchos lugares como hoteles, aeropuertos, transporte público, etc, está absolutamente prohibido (como en Singapur, donde no obstante se consume habitualmente y es normal que lo veas por las calles en mercadillos, sin abrir claro, pero aún así te llega el olor xD).

Obviamente, al existir tantas variedades, puede que exista alguna, que yo evidentemente no he probado, cuyo olor y sabor sea menos desagradable e incluso «se pueda comer», pero las conocidas en Tailandia y, especialmente, en Singapur, te puedo decir como ya he reseñado, que es absolutamente vomitivo. Sí, compis locales se me reían en Singapur con mis palabras y mis caras al respecto, pero es así xD. Si el olor es como es, la textura (el sabor ya os lo he indicado xD), es como una pasta de mantequilla blanda inmunda, siendo realmente una textura difícilmente explicable, con una mezcla de sabores aberrantes a los que no encuentras explicación

Lo he intentado probar en varias ocasiones, pero de verdad, es una de las peores cosas que he probado en mi vida… Hasta lo intenté probar dulce, en helado de durian (un clásico de Singapur), y lo tuve que tirar prácticamente intacto, no me podía comer tal aberración. Joder, qué malo está.

De hecho y como indicaba, es posible encontrarlo también en España en algunos comercios y mercados asiáticos, así que si te animas, ya sabes. Por mi parte, no cuentes conmigo ;). Por cierto, sí, a pesar de mis visitas en el Sudeste Asiático y haber vivido en Singapur, he revisado mis fotos y NO tengo fotos de durian, para que veas lo que me interesaba xD, sí tengo del «intento» con el helado jeje.

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David Vecino de la Guía

David Vecino de la Guía | Acuario y madrileño, ávido de información, conocimiento y nuevas experiencias. Maestrillo de todo, maestro de nada y profesional de mucho: turismo, protocolo, eventos, marketing, publicidad, informática, formación, terapias alternativas, etc... Cinéfilo, devorador de libros, electrónico musical, futbolero de pro y cervecero gastronómico. Viajero empedernido como mayor pasión y fin, a ratos turista. Ética, moral, valores, coherencia, y demócrata liberal conservador convencido.

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