Cervecería japonesa Ise Kadoya Beer Nikenchaya.
Dónde comer/beber y gastronomía, en Ise (Japón). Cocina japonesa. Opinión y review.
Ise es uno de los principales destinos turísticos de Japón, más para el propio japonés que para el turista, y es que la «lejanía» de Ise (según donde nos encontremos) y la no fácil combinación para llegar (según donde nos encontremos), más el hecho de que la visita a Ise supone un día completo y realmente «no hay mucho» que nosotros podamos ver a nivel turístico… supone que Ise se mantenga fuera de muchas rutas turísticas para el extranjero. Yo, de hecho, hasta un tercer viaje a Japón no he podido acercarme a Ise, pero no porque no lo hubiera intentado y querido antes…
Y es que Ise, creo y a pesar de lo indicado, es un obligatorio que debe ser conocido, obligatorio para conocer un poquito más del pensamiento, la filosofía, la religión y, en general: de la cultura japonesa y el propio japonés… Ise, anteriormente llamada Ujiyamada, es la unión de dos aldeas que se unieron durante la Era Meiji, y es famosa por albergar el Gran Santuario de Ise (fundado supuestamente en el año 4 a.C, aunque data del s. III), siendo el santuario sintoísta más importante de Japón y, por lo tanto, siendo el lugar más sagrado de Japón y que todo japonés debe visitar a modo de «peregrinaje» al menos una vez en su vida. Y hablando de Japón y de sintoísmo… estamos hablando de palabras mayores por aquí ;).
Una ciudad relativamente pequeña y muy agradable donde sus mayores y obvios atractivos son el Santuario de Ise (compuesto por el Santuario Exterior y el Santuario Interior, ambos separados entre sí unos 6km, se reconstruyen cada 20 años) y, en los alrededores (que también tiene lo suyo para llegar), «las rocas casadas» o meoto-iwa, el parque temático Edo Wonderland o el Parque Nacional de Ise-Shima, del cual Ise como población forma parte.
A pesar de que los santuarios principales no son accesibles para el público (seas japo o no xD) y por lo tanto como indicaba; las visitas que que puedes realizar y lo que puedes ver está muy limitado y te hace plantearte si realmente merece la pena acercarse hasta aquí, Ise merece totalmente la pena como indicaba… no ya solo a nivel cultural e histórico, sino también a nivel ocio y gastronómico.
En los alrededores (en su exterior realmente, al ladito) del Santuario Interior, encontramos Oharai-machi; un obligatorio a recorrer y que supone un barrio histórico y unos 800m de calle peatonal que, durante la Era Edo proporcionaba a los visitantes y peregrinos ritos de purificación (entre otros), y hoy está repleta de decenas de casas tradicionales perfectamente restauradas que provienen del citado periodo, y que hoy son restaurantes, tiendas, alojamientos, cafés, fábricas de sake y cerveza, casas de té… y pabellones de espectáculos y ciertos edificios históricos. También, ya e el último tercio del recorrido, encontramos a nuestra izquierda Okage Yokocho; un pequeño y precioso espacio que recrea con réplicas el paisaje urbano de la época, también con tiendas, restaurantes, espacios abiertos… ¡Una auténtica pasada!
Una auténtica pasada que debes recorrer sí o sí y que te lleva al Ise del s. XVII. Una maravilla si no fuera por la ingente cantidad de turistas (casi todos japos) que te encuentras por aquí como es obvio. Y obvio es igualmente como indicaba, que aquí tenemos muchas opciones gastronómicas… siendo, pese a la «turistada», el mejor lugar para dedicar un tiempo a compras y a comer y beber en Ise.
Y uno de los mejores y más recomendados lugares de Ise y Oharai-machi para comer y beber, es sin duda la cervecería y restaurante Ise Kadoya Beer Nikenchaya, teniendo aquí en Oharai-machi uno de sus locales donde poder probar sus delicias (tienen otro local en Ise)… Ise Kadoya es una microcervecería abierta en 1997 que produce cerveza artesanal en Ise, de elaboración y técnicas propias y artesanales, y en pequeñas cantidades y a gran calidad. Crean cerveza durante todo el año y de temporada, para aprovechar y optimizar al máximo los recursos, y de buena calidad «parece», a tenor de los diversos premios internacionales que han ganado…
Sin embargo, la historia de la «compañía» comenzó en 1575, donde los antepasados abrieron un negocio de café y té llamado Kadoya, destinado a los peregrinos del Santuario de Ise, comenzando y ampliando la producción, décadas y siglos más tarde, de mochi o soja por ejemplo… empresa que sigue existiendo como tal con, actualmente, la 21ª generación de la familia… A la que se suma la actual fábrica y productor de cerveza, ¡admirable!
Y el presente lugar no es una cervecería al uso donde poder probar sus diferentes variedades de cerveza artesanal, sino también un restaurante con productos de temporada y especializado en platos como anguila u ostras, siendo en el momento en el que yo estuve por aquí (Otoño/Invierno), temporada de la conocida y famosa (por calidad y sabor) ostras de Uramura.
Muy fácil de localizar a «mitad» de Oharai-machi (y cerquita del Sake Bar Japonés Hakutaka), el edificio de madera restaurado y recuperado en estilo tradicional tal y como era en origen donde está alojado Ise Kadoya Beer Nikenchaya, es una pasada: precioso y más que llamativo. En dos alturas, en la parte superior, sobre el tejadillo, tenemos el cartel del lugar y el fabricante con el nombre, y en la planta a pie de calle tenemos varios carteles de publicidad y la carta expuesta (también con algunas, pocas, referencias en inglés) y un pequeño espacio abierto muy chulo, compuesto de varias mesas y sillas (más a modo de terraza o chiringuito xD), y una barra que da directa a la calle con varios grifos de cerveza artesanal, que o bien podemos tomarla aquí tranquilamente, o para llevar :). También, esta pequeña barra y espacio, funciona como tienda donde poder comprar para llevar algunos de sus productos artesanales: cerveza, sidra, sopa de miso, mochi, etc…
Pero yo venía a comer con mi acompañante, ya tocaba y había hambre, y previo a la visita del Santuario Interior, era el momento de sentarse a comer tranquilamente (y descansar un poquito tras la pateada)… Entras por un pasillo y espacio situado entre las mesas y la barra y flipas… ¡qué chulo, cómo mola el restaurante! Todo realizado en madera obviamente, manteniendo el estilo tradicional… en un recinto abierto pero totalmente modulable con posibilidad de cerrar y ampliar espacios mediante paneles y puertas correderas shoji de papel de arroz… Mesas o sillas o bien… puedes sentarte en el suelo, sea sobre la madera, cruzando las piernas, o sobre el tatami y las piernas en espacios abiertos en el suelo alrededor de las mesas (hay pequeños cojines para sentarse y, como es lógico, hay que descalzarse). También una de las mesas tenía un pequeño horno de leña o carbón a modo de kamado y diversos útiles de cocina (ignoro si eran decoración o funcionales, supongo que decoración, cocinar dentro… la lías con el humo, y no vi extractor xD). Luz ambiente, amplios ventanales en un lateral… y todo limpísimo e impecable como es habitual.
Ciertamente, el interior de Ise Kadoya Beer Nikenchaya (y aunque obviamente es un restaurante) me recuerda a determinados izakayas o tabernas japonesas, y es que como decía, es una pasada, me encantó el interior y su «decoración» (neutra y minimalista, por no decir nula xD), muy chulo… La planta superior (a la que no accedí) tiene mucha más privacidad con varias pequeñas salas cerradas.
Nos tocó mesa y silla… el resto de espacios para sentarse en el suelo, o estaban cerrados o reservados u ocupados… ¡lástima!, pero bueno, tocaba ver la carta y decidir qué pedimos… Carta en inglés muy visual, no demasiado extensa no obstante pero donde tenemos suficientes y variadas opciones de comida y bebida, siendo posible elegir entre menús predefinidos o pedir de forma independiente a la carta. Igualmente disponen de diferentes opciones en bebidas, incluyendo resfrescos, sake y cerveza, destacando, obviamente y como no podía ser de otra forma: la cerveza artesanal.
Casi toda la carta gira en torno a las ostras y la anguila (aunque, más allá de los platos tipicamente japoneses, también hay platos en la carta de corte chino y occidental), ambos realizadas de distintas formas y con distintos acompañamientos y presentaciones, bien ostras y anguila frita o cocida, con arroz, noodles, udon, vegetales, en tempura, o con porridge por ejemplo, destacando las diferentes salsas y preparaciones, y la sopa de miso y encurtidos como acompañamientos habituales. Indicar también, como curiosidad, que tienen ostras cocidas a fuego lento en sake… me quedé con ganas de probarlas sí sí… ¡para la próxima! ;).
Pues tras sentarnos y ser atendidos de forma rauda, veloz y perfecta (nos atendieron y sirvieron muy rápido; ipso facto nos sirvieron la bebida y en unos minutos teníamos la comida en la mesa, a lo que añadimos toallitas oshibori para limpiarnos/refrescarnos y té incluido y gratuito como es habitual)… tocaba revisar la carta, y contando que estamos en «época de ostras» y es uno de los platos y productos más reconocidos y recomendados aquí, mi acompañante pidió un menú consistente en ostras fritas y rebozadas con lechuga, tomate y una especie de «ensaladilla», acompañado de un bol de sopa de miso, un bol de arroz, un pequeño bol de algas, y otro pequeño bol con encurtidos y verduras varias.
Yo, por mi parte, y como total íbamos a compartir (y tirando también de ostras, de las cuales no es que yo sea muy aficionado por no decir nada), tiré de plato suelto, siendo un más que contundente oyakodon de ostras; un donburi o bol de arroz, con pollo, huevo y cebolleta (entre otros)… y ostras cocidas… una mezcla extraña sí xD. El plato iba acompañado con un pequeño bol de algas, más un bol de sopa de miso aparte que pedí…
Y todo ello, obviamente, regado con cerveza local de grifo, en concreto, la «shinto beer« ;).
Puesss, todo muy rico ciertamente. Ya he indicado que las ostras no son algo que me apasione (a pesar de que también me gustan los sabores fuertes), pero la verdad es que estaban deliciosas… Las ostras fritas tenían un sabor brutal, y las ostras en oyakadon y su mezcla con el arroz, pollo, huevo y demás del oyakodon, aunque algo «raro», me sorprendieron gratamente… una mezcla de sabores cuanto menos curiosa y que nunca se me hubiera ocurrido. Y además, todo en su punto y ciertamente buenísimo; las ostras estaban blanditas blanditas…. y mira que yo no soy fan de las mismas (por textura y sabor).
Nada especialmente reseñable respecto al resto de la comida: sopa de miso, arroz, encurtidos, algas, etc… pero igualmente, todo muy bueno y en su punto. Al igual que la cerveza, suave de sabor para ser artesanal y fácil de beber (con una graduación de 5%), siendo una pale ale de triple malta y arroz negro japonés… otorgando un sabor característico que, me «obligo», a pedir otra más… estaba deliciosa ciertamente ;).
Una agradable y deliciosa comida en un lugar espectacular en todos los sentidos… Y además a unos precios más que correctos y asequibles, saliendo por unos 2000y por cabeza (unos 15,3€): ¡cojonudo! Sin duda, Ise Kadoya Beer Nikenchaya es una grandísima opción para comer y beber en Ise, totalmente recomendado y al que yo volvería sin dudarlo :D.
Información práctica y datos de interés, del sake bar japonés Hakutaka en Ise.
Dónde está y cómo llegar: Ise Kadoya Beer Nikenchaya se encuentra situado en Japón, 〒516-0024 Mie Prefecture, Ise, Ujiimazaikecho, 東賀集楽 3 4.
Horario: Lunes a Domingo 11:00 – 20:00.
Teléfono: +81596238773.
Web: http://www.kadoyahonten.co.jp/English/restaurant/.