Día 4: Japón (Monte Fuji. Hakone: Valle Owakudani, Lago Kawaguchi, etc. Tokio: Ikebukuro con Sunshine 60, Toyota Almux, etc).

CRÓNICA: Día 4 – 11.05.06: Japón (Monte Fuji, Hakone, Tokio). Madrugón en un día gris y lluvioso para acercarnos al punto de recogida de la excursión contratada que llevábamos. Tras subir al autocar, comenzamos la ruta del día… Panorámica de algunos lugares en el barrio de Marunouchi y posterior parada en un área de servicio… así hasta llegar a los pies del Monte Fuji… con frío y mucha niebla, por lo que era imposible ver absolutamente nada :(. Tras una vueltecilla por la zona, nos dirigimos al Valle Owakudani para atravesarlo en teleférico, y a continuación a cruzar el Lago Ashi, ambos entre la niebla. Tras comer, visita rápida por la interesante población de Hakone a orillas del Lago y algunos de sus templos… Vuelta a Tokio, nos dejan en Ikebukuro, donde visitamos el espectacular edificio Sunshine 60, el Toyota Almux, y nos dimos una vueltecita por los alrededores de la gigantesca Estación Central y su genial ambiente de tiendas, garitos y restaurantes. A continuación, quedamos con dos amigas japonesa para ir a un izakaya y acabar la noche charlando, picando y algo y tomando cervezas.

Amanecía un nuevo día… otra vez madrugando y habiéndose acostado tarde el día anterior, como todos y para variar jeje. Hoy tocaba un día bastante completito e interesante, pero que no íbamos a poder disfrutar a tope…  ya que al asomarnos a la ventana nada más levantarnos, vimos cómo estaba lloviendo y que  hacía bastante fresquillo :(.

Hoy teníamos la única excursión o salida contratada por agencia que teníamos en este viaje, ya que por el precio que nos salía contratándola con Jaltour, era asequible, y era una excursión «complicadilla» por la cantidad de buses y trenes que habría que coger.. evidentemente, la llevábamos contratada desde España. El autocar que hacía la ruta no pasaba por nuestro alojamiento, así que teníamos que desplazarnos al más cercano por dónde pasaba. Nos lo habían indicado desde España antes de irnos, y estaba muy cerquita, entre nuestro hotel y el TCAT, lo vimos el primer día al ir hacia el hotel, así nos ahorramos trabajo y ya sabíamos dónde estaba.

Llegamos allí y no había nadie que nos hiciera «sospechar» que estaba esperando un autocar para el viaje. Así que entré en la recepción del hotel y pregunté, me dijeron que esperara fuera, que no tardaría en llegar. Así fue, esperamos unos minutos y llegó un autocar del cual salió una chica que se dirigía dentro, a buscar a una señora que tenían que recoger ahí, y al vernos nos preguntó si éramos las «otras» dos personas que tenían que recoger aquí jeje, señalándolo en un papel. Le dijimos que sí, salió del hotel con la señora, y nos montamos. Una vez en el autocar, nos dijeron que nos íbamos a separar en dos grupos, ya que había dos excursiones: la nuestra, y otra que ni idea a dónde iban…

Todos eran guiris, pero ninguno español, sólo nosotros jeje. Llegamos en 5 min a otra parada de hotel, recogieron a más gente y seguimos. A los 5min paramos de nuevo, se bajaron varias personas y nos quedamos la mitad, que éramos los de la excursión del Fuji. Y también cambió la chica de la agencia, la que nos recogió se fue con el otro grupo, y con nosotros se quedó otra chica. Muy maja y simpática, bajita y muy guapa de cara. Ella nos explicó toda la historia, el planning a
seguir y nos fue solicitando el voucher de confirmación de nuestra agencia.

Mientras íbamos saliendo de Tokio, pasamos por Marunouchi, la Estación Central de Tokio, el Edificio de la Dieta, etc… mientras la chica, micrófono en mano, nos iba narrando el recorrido del a panorámica, en inglés lógicamente. Alcanzamos la autopista y empezó la excursión en sí. Al raaato, hicimos la primera parada en un área de descanso; lo típico, con cafeterías, algunas tiendas, productos de la zona y tal para hacer compras… Paramos 20min, nos dimos una vuelta y compramos algo de comer. ¡¡¡De repente empezó a caer una tromba de agua bestial!!! En un momento aquello parecía el diluvio universal jeje, desde la salida hasta la puerta del autocar, que eran unos 15 metros, llegamos empapados. Por suerte, dejó de llover al ratito, pero el mal tiempo y la niebla continuaban… buen día habíamos elegido para la excursión :(.

Íbamos pasando pueblecitos, ya por carreteras comarcales estrechitas y con muchas curvas jeje. Llegamos a la «base» del Fuji, y empezó la subida. Una subida larga y pesada, ya que íbamos muy despacio lógicamente, con muuuchas curvas, hasta subir a los 2400m de altitud (que ya es importante) y llegar a la 5ª estación Kawaguchi si no recuerdo mal… Casi todo el mundo iba dormido, o, al menos, empanado jeje, y poco a poco se iban taponando los oídos…

Por fin llegamos y bajamos del bus a estirar un poquito los pies, valga la redundancia, a los pies del Monte Fuji. Aquí sí que hacía bastante fresquito jeje, lógicamente, estábamos a 2400m de altura, rodeados de nieve, entre la niebla, y con un fresquito importante como decía… Hasta aquí es donde se puede subir en coche/bus, digamos que es la estación base, y desde aquí parten la mayoría de subidas a pie al Fuji por los senderos que estaban marcados y que vimos en un mapa que había justo aquí. Realmente la niebla era brutal, teníamos el Fuji delante, pero no veíamos nada, sólo niebla… parecía Silent Hill jejeje.

Nos dimos una vueltecilla por los alrededores, y luego entramos en un pequeño edificio que parecía tener alguna tienda, restaurante, servicios… En la entrada había dos escaladores/senderistas, ultimando el equipo para lo que parecía ser una subida al Monte. Sólo vimos a ellos dos, la verdad es que no había nadie, todo estaba desierto, sólo nuestro autocar estaba en el parking. Entramos y vimos una máquina donde te hacían un llavero con algún motivo del Fuji o tal, souvenir habitual vamos, pero me moló y me hice uno (y es que los diseños estaban chulos). Una tontería la verdad, porque bajando las escaleras teníamos la tienda típica para turistas donde tenías de tooodo jeje. Nosotros y el resto de la excursión estuvimos ahí un ratillo, mirando y haciendo algunas compras (llaveros, postales, un par de camisetas, etc…), tampoco podíamos hacer mucho más por no decir nada ciertamente… En fin, volvimos arriba y sacamos unas fotos, antes de meternos de nuevo al autocar y comenzar la bajada. En fin, había sido breve y no pudimos ver el Fuji, es lo que hay :(.

Otra vez todos sobando de nuevo jeje. Ya una vez salimos a una carretera «principal», la guía comenzó a explicarnos el resto del planning del día y lo que íbamos a realizar a continución. Sacó una cartulina, donde tenía escrito todo con dibujitos xD; la ruta, con el Fuji, el lago, etc… Hacía gracia, ya que era como muy «cutre kawai» pero muy facilito y visual, y la chica no paraba de sonreír mientras lo explicaba jeje. Pasamos por Hakone (reputado pueblo de baños termales, en verano se pone hasta los topes de turistas), y llegamos hasta donde se cogía el teleférico para atravesar el Valle Owakudani. Si no recuerdo mal, el teleférico se pillaba en el Monte Soun, un pico de 1153m. Atravesando el valle, se «supone» se vería la tierra en constante ebullición, con un penetrante olor a azufre. Y digo «supongo», porque nosotros lo único que veíamos era niebla jeje, y a veces algo de vegetación de lo cerca que pasábamos subiendo la montaña, pero nada más, olor a azufre casi nada…

Estabas ahí «suspendido» en medio de la nada jeje, no podíamos ver nada a nuestro alrededor y bajo nosotros… Comenzamos a bajar, hasta Togendia, donde nos esperaba el bus y másss tiendas para turistas jeje. Aquí ya empezamos a ver masificación de gente, y es que no éramos los únicos, había bastantes autocares, en su mayoría de turistas japoneses.

De aquí fuimos al embarcadero del Lago Ashi, según llegábamos, un grupito de niños pequeños con sus sombreritos amarillos salían, mientras nosotros llegábamos :). Seguía haciendo bastante fresquito, y a ratos chispeaba, el Fuji seguía sin verse para nuestra desgracia. Pero la verdad es que la vista del lago era espectacular, éste sí se veía perfectamente, con la niebla «bordeando» el mismo, confundiéndose con la espesura verde de la montaña y varios toriis en la ladera… propiciaba una visión mágica; un entorno precioso.

Lógicamente, nos tomamos unas cervecitas en la cafetería del barco jeje. El crucero por el lago, duró entre 30-45 min, hasta llegar al otro lado, o eso nos parecía, ya que había varios embarcaderos, y no estábamos seguros en que «situación» del lago estábamos. Y aquí, una vez reunida de nuevo toda la tropa, montamos en el autocar de nuevo, y nos dirigimos a comer.

Nos llevaron a comer al restaurante concertado con las agencias, en Hakone. Menú normalito, pero la comida estaba bien, no mucha cantidad, pero sí todo delicioso. Terminamos de comer y de vuelta al bus… yo pensé que ya nos íbamos para Tokio, pero no… ya que estábamos en Hakone, íbamos a hacer una parada allí, al lado del lago, en una zona donde hay varios templos y hoteles balneario, y donde vimos nuestros primeros toriis de cerca :). El autocar nos dejó en una pequeña explanada, todos nuestros compañeros de excursión fueron hacia la derecha, subiendo unas escaleras (muuuchas escaleras).

Nosotros no queríamos ir como borregos xD, así que fuimos para el lado contrario xD, bajamos unas pocas escaleras y cruzamos una carretera. Enfrente nuestro había un torii, rojo, grande, el más grande que habíamos visto hasta ahora en, todavía, nuestra breve estancia en Japón. Era el mismo que habíamos visto a lo lejos desde el barco en el lago… Había un camino de piedra de unos 15 metros dentro del agua y ahí estaba. Entre el torii y la carretera, había como un pequeño parquecito, con varios caminos empedrados entre la carretera que iba por arriba, y el lago, algo más abajo. Todo recubierto de musgo, rodeados de naturaleza, todo tranquilidad, silencio y paz que contrastaba con la vorágine de Tokio…

Decidimos que era hora de volver al otro lado, así mientras la gente bajaba, nosotros subíamos jeje. Estábamos en plena montaña, rodeados de vegetación, había varios templos shintoistas y budistas, pero apenas pasamos por 2 ó 3, ya que el tiempo apremiaba, y teníamos que bajar de nuevo, aunque justo antes, vimos una estatua, de un monje budista, fundador de todo este complejo. Bajamos de nuevo hacia el autocar, nos montamos, y ahora sí, emprendimos la vuelta para Tokio. Nuestra guía, nos indicó que primero haríamos una parada en otra población de camino a la capital, donde resulta que se bajaban tooodos nuestros compañeros, menos nosotros, y de ahí cogían la línea de JR hacia Tokio (tardaban una media hora, no recuerdo el nombre de la población). Resulta que la excursión que tenían ellos contratada, era exactamente la misma que la nuestra, excepto que el trayecto de vuelta lo hacían por libre… y ufff, eso era un coñazo. Nosotros sin embargo sí teníamos contratada la vuelta en el autocar. Paramos en dicha estación unos 15 min, y aprovechamos para darnos una vuelta por alrededor y despedirnos de nuestros compañeros de ruta.

Hasta ahora no había hablado de nuestros compañeros de excursión. Como comenté, éramos los únicos españoles, aunque no de habla hispana. Había una chica griega, la cual iba de forma individual, no sé si en su viaje o sólo en esta excursión, apenas hablamos 4 ó 5 palabras con ella. También había una familia india e hindú, y sí, digo familia porque estaban todos, hasta la abuela jeje. Una parejita de China, la chica muy maja ella. También había otras dos chicas, hablaban en inglés, y llevaban una camiseta de Nueva Zelanda y tal… no tengo ni idea de si serían de allí, pero es posible xD. Y ahora sí, el crack: un texano, pero hubiera apostado a que era de México o centroamérica. Con su chupa de cuero, calvete y con gorra. Hablaba español y había estado en España en varias ciudades (adoraba Madrid obviamente, ¿y quién no?), iba él sólo de viaje por Japón en plan mochilero, aunque no parecía tener mucho planeado ni de dónde ir o qué ver… Estuve hablando a ratos con él en «spanglish»; en el barco, después de la comida, en la última parada, al despedirnos… Era un personaje jeje, siempre iba a hablar con las chicas, a la griega no la dejaba tranquila, y cuando se cansaba, se iba a hablar con la guía xD.

En fin, volvimos al autocar. Estábamos el chófer, la guía, mi hermano y yo. Hablé con la chiquilla (lo de chiquilla porque era muy menudita jeje, y parecía muy jovencita, muy maja ella :)), y le pregunté dónde nos dejaba ahora el autocar… Ella sabía que nuestro hotel no era en el que nos habían recogido, pero en «teoría» nos debían dejar en el mismo lugar que nos recogían. Le explicamos dónde estaba nuestro hotel. Y le indicamos, que ahora cuando llegáramos a Tokio, íbamos a ir a Ikebukuro, ya que habíamos quedado allí con unas amigas japonesas para cenar y tomar algo… Y claro, se lo dejamos caer… poniendo cara de niños buenos… si sería posible que nos dejaran directamente en Ikebukuro, si era posible y el autocar tenía que, o podía, pasar por ahí… La chica, muy amablemente, le preguntó al chófer si era posible dejarnos en Ikebukuro y dijo que no había problema, ¡¡¡así que perfecto!!!, ya que íbamos bastante cansados y así nos ahorrábamos coger el metro, tren y demás… ¡guay!

Durante el trayecto aprovechamos para intentar echar una cabezadita, y ya nos espabilamos en Tokio… entrando desde el sur, pasando por Shibuya y Shinjuku, estaba anocheciendo y se veían ya iluminados el edificio del Gobierno Metropolitano y el Park Hyatt Tokyo: una pasada. En esta zona vimos bastantes obras en la calzada, pero nada que tuviera que ver con el caos circulatorio de Madrid jeje. Por fin llegamos a Ikebukuro, el autocar nos dejó muy cerquita de la estación, ¡¡¡cómo se lo curró!!! Nos despedimos del chófer y de nuestra guía, dándole las gracias por el día y la excursión, y obviamente por habernos acercado hasta aquí, regalándola una postal del Palacio Real de Madrid. Le hizo mucha ilusión y se puso a dar saltitos y grititos jeje :).

En fin… nos acercamos al primer plano que vimos, con el nuestro en la mano, para ver si nos situábamos. Habíamos quedado con Mayumi y su amiga en una hora más o menos, y antes íbamos a aprovechar para acercarnos al Toyota Almux y ver el Sunshine 60, de 240m de altura. Por el plano vimos que estábamos al lado de la «salida oeste» de la Estación de Ikebukuro, por lo que teníamos que atravesar toooda la macro estación hacia el otro lado (y es que es una pedazo de mole muy importante). Antes de eso, vimos una tienda de deportes que hacía esquina, muy cerquita de la entrada a la estación, y nos acercamos a echar un vistazo. Tenían todas las camisetas de los equipos de la J-League, apenas tenían camisetas extranjeras, era todo de la selección y equipos de Japón y todo tipo de merchandising. Aquí comprobamos lo caras que eran las camisetas que nos queríamos comprar jeje, ya que valían al cambio lo mismo o más caras que en España, así que decidimos no comprar aquí y ya verlo en días posteriores…

Ahora sí, nos metimos a la estación. Está flanqueada a los lados por dos de los centros comerciales más grandes del mundo, estaba la estación petaaada, era enorme, muchísima gente, parecía interminable. Por fin salimos por la «Salida Este»… y ya todo recto. Impresionante; muchas lolitas, gals, carteles y neones por todos lados, gente joven, salas de pachinko, videojuegos, garitos… no tenía nada que ver este entramado de calles con el otro lado de la estación. Se veía que era un barrio muy animado por la noche para salir ciertamente… nos iban dando pases por la calle y vimos varios garitos con seguratas enormes en las puertas.

Allí al fondo veíamos el pedazo Sunshine 60, poco a poco nos fuimos acercando a tal llamativo edificio iluminado en azul y referencia en la zona, cruzamos un paso de cebra con una autopista elevada por encima, y ahí lo teníamos…. Y a sus pies prácticamente, estaba el Toyota Almux, creíamos que ya había cerrado, o al menos ese era el horario que tenía yo apuntado, pero aún estaba abierto, así que entramos. Aquí vimos el Toyota con el que está corriendo Trulli este año en el Mundial de F1, el cual estaba en una plataforma giratoria. Prototipos, los nuevos modelos de Toyota con motores híbridos, etc… Una vez sacadas las fotitos de rigor y ver lo que había por aquí, volvimos sobre nuestros pasos hacia la estación, esta vez pasando por otras calles paralelas para ver el ambiente. Pasamos por un par de calles donde había bastantes tiendas de ropa, todo en plan rapero, y varios personajes con sus coches en la calle; raperos con sus macro zapatillas y sus cadenas… No es que nos “molestara” o nos sintiéramos «inseguros», ni mucho menos, pero sí noté cómo se nos quedaban mirando en varias ocasiones…

Llegamos a la estación y llamé a Mayu al móvil. Estaban cenando, pero claro… ni idea de dónde estaban, por mucho que nos indicaran no íbamos a saber ir, le dije dónde estábamos, y resulta que estaban al otro lado de la estación, vamos, por esa zona, pero claro, sin nosotros saber movernos y sin hablar/entender japo… así que cogimos un taxi, le pasé el móvil al taxista y habló con ella para que le indicara dónde debía llevarnos jeje.

Esto sí son taxis y no lo que hay en España, esto sí son taxistas y no lo que hay en España (con mi mayor respeto). El taxi nuevo, impecable tanto por dentro como por fuera, las puertas y maletero que se abren y se cierran automáticamente, el taxista uniformado, con gorra y guantes… así da gusto. El taxista callejeó y dio la vuelta a la estación, pasamos por la salida oeste y continuó por otras calles adyacentes, pero sin irse mucho más lejos, ahí nos dejó, le pagamos y salimos. Llamé de nuevo a Mayumi y le dije que estábamos donde nos había dejado el taxista, que se supone que es donde ella le había indicado jaja, pero no lo tenía muy claro, así que le indiqué lo que había a nuestro alrededor… ya parece que se dio cuenta y dijo que estaba allí en un momento. Esperamos ni 5min y allí apareció con su amiga. No fue difícil reconocernos, pues obviamente ya nos habíamos visto en foto y no hubo ningún problema. Después de las presentaciones oportunas, fuimos andando hasta un izakaya, situado en una planta alta de un edificio, para cenar, hablar y tomar unas copas…

Nosotros veníamos bastante cansados la verdad, y cargados con la mochila y bolsas de las compras, pero bueno… unas copitas sí que entraban jeje. Estuvimos algo más de 2 horas en el izakaya, y éramos los únicos occidentales que había lógicamente jaja. Pedimos para empezar unas cervezas (marca Suntory si no recuerdo mal), luego vendrían más y más claro xD. Para «acompañar», obviamente eso de al menos unas aceitunitas de tapa iba a ser que no… aquí te ponen de tapa judías verdes, pulpo cuasi crudo, calamar seco… en fin, cositas un poco «asquerositas» para mi paladar y que apenas probé (aunque yo pruebo de todo)… Sí probé el pulpo crudo («macerado» xD), y casi me dio una puta arcada… algo simplemente asqueroso y vommitivo. Mi hermano eso sí, también se animó a probar Luego posteriormente pedimos también unos yakitori y algún plato más, básicamente para cenar nosotros, ya que ellas ya habían cenado.

Todo el rato que estuvimos fue muy agradable, charlando sobre España, Japón, nuestras impresiones sobre Japón hasta ahora, qué tal la ciudad, el metro, el hotel, los cambios de cultura, trabajo, cine, anime, manga, móviles, etc… ufff, tantas cosas… en resumen: unas conversaciones completitas, dentro de las limitaciones del idioma claro. Ellas habían estado en España de vacaciones, en varias ciudades, de ruta por España. Incluida Madrid, y también Benidorm jeje, les dije que yo solía ir todos los años unos días, y se empezaron a reír, ya que decían que les gustó, había mucha fiesta, pero que eran muy pesados los ingleses xD.

Mayumi sí se defiende bastante bien en español, y puedes mantener con ella una conversación, además quería volver a España. Su amiga hablaba muy poquito español, aunque más o menos nos entendía, era muy maja y simpática (ambas dos vamos, con una «cercanía» poco habitual para un japonés), y estuvimos de risas y haciendo fotitos. Poco a poco nos fuimos animando, y de las cervezas pasamos al whisky (mi hermano), y a los combinados (yo y ellas). La verdad es que nos bebimos unas cuantas jarras/copas cada uno, nosotros más del doble que ellas, pero estábamos perfectamente, y ellas ya un poco bastante «tocadas» jeje… y eso me hace recordar lo que siempre he leído y demuestra la ciencia, y es que los japoneses en general (asiáticos en particular), aguantan muy poco el alcohol debido a la enzima en cuestión que no lo metaboliza correctamente.

Lo ideal hubiera sido seguir la fiesta en una discoteca o algo, pero entre que ellas al día siguiente curraban, y nosotros estábamos reventados y al día siguiente también tocaba madrugar… optamos por despedirnos y tirar cada uno para su «casa». Pagamos (casi nos invitaron ellas a todo, ¡¡¡domo arigato!!!), y fuimos hacia la estación, aquí ya nos despedimos dándonos dos besos (algo impensable para los japoneses, pero ellas conocían nuestra cultura, y les molaba ;)), y cada uno tomó su línea. Tardaríamos un ratito en llegar hasta el hotel, así que íbamos echando cabezadas al igual que el resto de japoneses, que duermen en cualquier lado y de las posturas más increíbles y surrealistas.

Luego una vez en nuestro alojamiento ya tranquilamente, pasamos todas las fotos del día de la tarjeta mmc al disco duro portátil, pero hubo un fallo en la tarjeta, y apenas se pasaron las fotos, posteriormente la tarjeta se formateó y ya no se pudieron recuperar; putadón. De esto nos dimos cuenta a los dos días, pero en fin, qué se le va a hacer, al menos lo tenemos en nuestra memoria :).

Un gran día pasado por agua que no nos permitió ver el Monte Fuji, pero sí disfrutar de un entorno natural increíble, más un buen paseíto por Ikebukuro, y finalizado con unas amenas charlas cenando y bebiendo, ¡gran día!