Dónde dormir en Amán (Jordania). Review del alojamiento en Amán – Sydney Hotel Amman. Utilizado en mi viaje a Jordania – Malta ’22 (10 días).
Alojamiento en Amán (Jordania). SYDNEY HOTEL AMMAN. Del 30.03.22 al 02.04.22. Total 4 días / 3 noches. Precio total 161,43€. Precio por noche y persona 80,715€ (habitación privada, baño privado).
Nuestra última parada en el viaje a Jordania, nos llevo a la capital Amán, una ciudad que es pasada por alto o de puntillas en no pocos recorridos por Jordania y que, sin duda, merece dedicarle un mínimo de tiempo para recorrer y disfrutar de sus múltiples atractivos. Una ciudad caótica que ciertamente es una de las capitales árabes más cosmopolitas y occidentalizadas, algo que se puede comprobar caminando por sus calles y disfrutando de su vida.
Zona habilitada desde el neolítico, la histórica Canaán (territorio que abarcaba los actuales Jordania e Israel) y Amán, presentan una historia apasionante. Estando bajo dominio israelita, Rabbath ‘Ammôn en el s. XIII a. C, fue capital amonita, siendo desplazados por los asirios en el 722 a. C., pasando posteriormente por manos persas y griegas, que la renombraron como Filadelfia, la cual cayó bajo control romano en el s. I a. C., llegando a una ciudad donde ya convivían toda suerte de mezcla de griegos, judíos y nabateos, y convirtiendo a Amán en una de las ciudades romanas más importantes de Oriente Medio.
Ya en el 324, Filadelfia, convertida al cristianismo, fue sede episcopal, cayendo bajo manos musulmanas en el s. VII y floreciendo en siglos posteriores bajo los abbasíes y omeyas. Sin embargo, posteriormente y debido al auge de Egipto y las cruzadas, Amán cayó en un importante declive político y comercial.
Ya en 1921, la ciudad se convirtió de nuevo en capital y sede del gobierno tras la llegada del rey Abdullah I de Jordania, siendo actualmente una ciudad moderna, con mayoría de musulmanes pero con un pequeño porcentaje de la población cristiana, ofreciéndonos una ciudad caótica con un tráfico infernal, muy auténtica y que nos ofrece un importante legado cultural, histórico y, por lo tanto, turístico, destacando lugares como la Ciudadela, el Museo Arqueológico de Jordania, el Anfiteatro Romano, el Odeón, las diferentes mezquitas, los mercados locales o el arte urbano…
Una ciudad muy interesante como indicaba, donde, y más allá de los parámetros básicos para toda reserva (relación calidad/precio, puntuación mínima, servicios, cancelación gratuita, etc), es básico estar bien situado debido a la importante extensión de la ciudad y el desperdigamiento de parte de los atractivos, y contar que, si vienes en coche, necesitas un lugar para aparcar en una ciudad con un tráfico absolutamente caótico, sea concertado con el propio alojamiento o en la calle.
Y con ellos nos tocó hacer una importante prospección e investigación de las distintas zonas y opciones para poder alojarnos en Amán, y así dimos finalmente con el presente alojamiento, el cual sin duda fue una elección correcta para 3 noches que íbamos a estar en la antigua Filadelfia.
La situación es cojonuda, estando situados muy céntricos y paralelos a una de las importantes vías de Amán (que era un absoluto caos de tráfico y atascos como he ido reseñando), pero, al estar «ligeramente» apartados y en base a nuestro GPS, es más fácil llegar a nuestro destino «evitando» parte del caos. Ello nos ayuda a ir andando sin inconveniente a gran parte de los atractivos turísticos de la ciudad (créeme, en coche es complicado por movimiento y aparcar, y en transporte público pues estamos en lo mismo xD), tales como diversos mercados, el Teatro Romano, la Mezquita Al-Hussein o diversos mercados (incluso la Ciudadela ya a un paseíto).
Aparcar era otra historia y nos lo jugamos en parte (sabiendo que se podía aparcar en la calle) pero, tras analizar infinidad de opiniones al respecto, vimos que era relativamente posible aparcar en los alrededores del alojamiento. Y, por suerte, todos los días fue relativamente fácil aparcar en los alrededores del hotel (o frente al mismo). De hecho, el alojamiento tiene 2 ó 3 plazas habilitadas para huéspedes, pero es complicado pillarlas claro… El primero que llega aparca y no es posible reservarlas (nosotros conseguimos aparcar en ellas uno de los días).
Muy fácil de localizar y con acceso a pie de calle, el edificio que alberga el alojamiento es inconfundible, y tiene un cartel pequeñito en su parte superior, una vez accedemos, debemos subir una pequeña escalera hasta la primera planta, para encontrarnos con la recepción y, a su izquierda, un pasillo con una amplia sala que sirve de sala común y espacio para el desayuno. La misma presenta vario mobiliario donde colocar la comida y demás accesorios y pequeños electrodomésticos, varias mesas y sillas, sofás, pequeñas librerías, espacio para folletos y guías, y también neveras con bebidas frías.
Sin duda, y más allá de que hablemos de un hotel de 1* (que lo es por características), cierto es que el rollete que da es muy chulo y más parece un hostel o una guest house, que un hotel en sí. Aquí en la salita siempre había gente de distintas nacionalidades, bien charlando y tomando algo, como por ejemplo trabajando con su portátil, mola mola.
Pasado tal espacio, giramos a nuestra derecha y se encuentran las distintas habitaciones repartidas a ambos lados de un pasillo y, al final a la derecha, encontramos el patio descubierto, el cual sin duda es uno de los grandes atractivos del alojamiento. El mismo, no muy grande y sin vistas, es ideal y perfecto para picar algo a última hora de la tarde/noche cuando llegas de tu ruta turística diaria, como nosotros hicimos, y charlar tranquilamente tomando unas cervecitas, como nosotros hicimos xD, en compañía de otros turistas y huéspedes.
El patio presentaba varios bancos y mesas sillas, plantitas algún grafiti y, justo a nuestra izquierda nada más entrar, hay acceso a una pequeña sala que supone la lavandería, donde encontramos lavadora y secadora y que nosotros utilizamos. De hecho era uno de los «requisitos» necesarios para nuestro alojamiento, ya que llegábamos tras unos días de viaje (y todavía nos quedaban varios más), y teníamos que lavar ropa (a precio correcto por unos pocos dinares)… Eso sí, la secadora va de aquella forma, no tiene mucha potencia y nos tardó la vida (hablamos de varias horas), en secar la ropa que, realmente, ya salía centrifugada :S.
Bien, el desayuno lo teníamos incluido y fue bien aprovechado durante nuestra estancia, no es el mejor ni más abundante que habíamos tenido en Jordania, pero perfecto y suficiente para llenarse la tripa por la mañana y estar listos para nuestra ruta, incluyendo productos más típicos y habituales jordanos, como productos más internacionales: hummus, tomate, pepino, huevos, tostadas…
Pasemos a la habitación… Espectacular la verdad, por encima del nivel esperado, teniendo 22m2 en una amplia habitación, con una cama king size muy cómoda, con el diverso mobiliario habitual (todo en todos marrones y muy nuevo, parecía reformado hace relativamente poco): dos mesitas con lámparas, escritorio con tv y neverita (muy importante para guardar comidita), y baño pequeñito pero completo con lavabo, wc y ducha…
A ver, comento… Si no recuerdo mal, habíamos leído alguna incidencia esporádica con el agua caliente. Y es que claro, dependen de depósito de agua parece ser, ¿y qué paso?, pues que en una de mis duchas me quedé sin agua caliente, y ya enjabonado cuerpo y cabeza no tuve más cojones que seguir y terminar, pasando un frío de cojones (era ya de noche y hacía fresquete en el baño, en la habitación no obstante se estaba un poquito mejor (tenemos ac/bomba de calor). Obviamente fue muy desagradable y, tras comentarlo posteriormente en recepción, la empatía fue 0, parecía que molestabas, y que «es lo que hay».
Y es la única «queja» del alojamiento como tal (no ya el tema del agua caliente, que también y cuenta con ello, porque te puede tocar), sino la atención al cliente en general del hotel, que deja un poco que desear… Tanto el chico responsable y encargado (suele estar en recepción y es con el que más te cruzas y hablas), como el resto de personal, parecen desganados y con poca empatía. Ante cualquier cuestión o duda, parece que les «molestas». De hecho, a la hora de pagar en el checkout, tuve que indicarle que me había cobrado de más, y es que el «servicio de lavandería» lo pagamos en el momento, y nos lo volvieron a meter en la cuenta… Pero en fin, se arregló y listo.
El alojamiento tampoco es la mejor opción si buscas tranquilidad y 0 ruidos, algo harto complicado evidentemente y que depende de varios factores. Por suerte, nuestra habitación no daba a la calle principal, pero debido al trajín existente en el hotel por parte de alojados (entradas/salidas de habitaciones, ir al patio, etc), más el movimiento propio del personal (en el pasillo había otra puerta con material para ellos), pues es lo que tiene… La insonorización de la habitación no es la mejor tampoco, y se escuchaba absolutamente todo. Obvio que viajo con tapones indispensables, pero cuidadito con esto… Por lo demás, una limpieza correcta (siempre vimos todo bien y nuestra habitación limpia), y tiene WiFi que funciona regulero.
Un alojamiento más que recomendable, ligeramente empañado por los detalles indicados. Volvería si no encuentro otra opción igual o mejor respecto a características.
Información práctica y datos de interés, del Sydney Hotel Amman en Amán.
Dónde está y cómo llegar: el alojamiento Sydney Hotel Amman se encuentra situado en Sha’aban 9 St, Amman, Jordania.
Teléfono: +962778234715.
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