Visitar, qué ver y qué hacer, en Camboya (Siem Reap).
Día 20 – 17.10.10: Camboya (Siem Reap: vuelo Seúl – Cantón – Siem Reap. Aeropuerto y checkin el alojamiento, etc). Visitar, qué ver y qué hacer.
CRÓNICA: Día 20 – 17.10.10: Camboya (Siem Reap): Tras llegar al Aeropuerto de Cantón durante mi escala, tardé más de una hora en alcanzar los controles de inmigración, donde me retuvieron el pasaporte «para hacer comprobaciones». Casi otra hora después, a mí y a varios vietnamitas con malas pintas nos llevaron por otro camino, pasando de nuevo por seguridad e inmigración para «soltarnos» en el lugar exacto donde teníamos que esperar nuestro vuelo de enlace, ya que «no podíamos estar pululando por el Aeropuerto (WTF!). Tras comer e intentar una breve cabezada, tocaba un nuevo vuelo… Y así, tras lecturas y cabezadas, hasta llegar a Siem Reap… Tras realizar el visado a la llegada, recibirme una humedad brutal y esperar a un tuktuk/coche de mi hotel que debía recogerme en el Aeropuerto y que no apareció… decidí finalmente coger un taxi. A la llegada a mi alojamiento tocó «discusión» y muchas falsas sonrisas y perdones. Realicé el checkin y me bajé a cenar al restaurante del hotel, comprar unas botellas de agua y vuelta a mi espectacular habitación. Estaba muy cansado, y mañana tocaba un día importante, así que un poco de Internet y tv… y a intentar dormir.
Comenzó el descenso y con el, mi dolor de oídos infernal… A las 12:30 estaba aterrizando en el moderno Aeropuerto Internacional de Guangzhou Baiyun (aka Canton), base de China Southern Airlines, escala de mi vuelo entre Seúl y Siem Reap. Cantón es una ciudad que me hubiera encantado visitar… pero en el momento de comprar los billetes, si quería una escala de más horas o un día, el precio subía sobremanera de forma importante, algo inviable para mi bolsillo emigrante, aparte de haber tenido que sacar el visado para China claro… y para estar unas horas o un día… pues no compensa. En fin, otra vez será…
Llegamos a inmigración… horror, colas kilométricas en todas las entradas :(. Estuve más de una hora haciendo cola hasta que llegó mi turno y es que, sinceramente, los “aduaneros chinos” se lo tomaban con muuucha calma, con una tranquilidad que te daban ganas de reventar cabezas, vamos, no me jodas… El «agente de inmigración» mira mi pasaporte de arriba abajo, me mira y compara la foto de mi pasaporte con mi cara… a ver de dónde vengo, a ver a dónde voy, vuelve a mirarme varios segundos, así varias veces… y me dice que tiene que retener mi pasaporte y lo va a pasar a su jefe, ya que tienen que hacer algunas comprobaciones… y que me puedo sentar “ahí a la derecha” y esperar… Y yo flipando… WTF!!!
Pues nada, a esperar se ha dicho. Me siento con varias personas más que estaban igual que yo… dos chicas occidentales y el resto asiáticos. La gente que iba pasando por inmigración nos miraba como si fuéramos delincuentes xD. Sinceramente, no me mola nada perder de vista mi pasaporte y que se lo queden para “realizar comprobaciones” unos soldados chinos en China la verdad jeje. En fin… al rato vinieron varios soldados que iban llamando a algunas de las personas que estábamos esperando por su nombre y, simplemente, entregándoles el pasaporte y diciendo “pueden ustedes continuar” xD, incluyendo las chicas occidentales…
Bueno, pues solo quedaba yo con varios asiáticos, algunos con pintas algo “extrañas” ciertamente… Y por fin, tras unos 15-20min más de espera vinieron a por nosotros… sí, varios y a por todos de golpe, nos entregaron los pasaportes y nos dijeron que fuéramos con ellos. ¡Jarl!, mi culito no se toca xDDD, y es que ya me habían metido en el mismo saco que a los vietnamitas de malas pintas con los que estaba, a saber jajaja. En fin… nos hicieron pasar por un pasillo cerrado justo al lado de las salidas de inmigración, subiendo por unas escaleras y llegando a un arco de seguridad.
Antes de pasar, a mí no me hicieron ninguna pregunta… pero a los vietnamitas sí. Que de dónde sois, que a dónde vais, que qué llevas en la mochila, que a qué te dedicas… Bueno, nos dijeron que como estamos aquí en el Aeropuerto para hacer un enlace a otro destino que era en pocas horas y no tenemos visa… no podíamos estar “pululando” por el Aeropuerto (¿?), así que por “nuestra seguridad”, ellos nos llevaban hasta el lugar donde teníamos que esperar nuestros vuelos. ¡Para flipar! ¿Y qué cojones pasa si no tengo visa?, ¡puedo moverme en zona internacional e ir a mi puerta de embarque cuando me salga de las pelotas!, digo yo vamos…
En fin, pasé los arcos de seguridad previo registro de mi mochila y mis bolsillos (sin tocar ellos, eso sí, sacándolo yo xD) y ya estaba en la pequeñita y un poco cutre terminal (no cutre por vieja, sino por “abandonailla”) donde mi vuelo para Siem Reap salía en unas dos horas y media… Aquí no había mucho para hacer, así que simplemente fui al baño, me di una vuelta para ver las pocas tiendas que había y miré precios en los restaurantes para comer algo. No tenía mucha hambre, pero bueno, así picaba un poquito y hacía algo de tiempo. Precios muy baratos obviamente, aunque sea el Aeropuerto… no deja de ser China jeje. Al final comí en un sitio que tenían un menú baratillo consistente en un plato a elegir de la carta (no muy amplia), bebida y una fruta de postre, todo por “un puñado de yuanes” 😉 (aunque pagué en dólares, me devolvieron yuanes). Arroz con verduras (plato en el que el 99% era simplemente arroz blanco), una Tsingtao y un plátano :). Nada del otro mundo pero baratito y consistente.
En fin, terminé de comer, todavía tenía tiempo… así que busqué la puerta de mi vuelo para tenerla fichada y me senté en la silla vacía más cercana, rodeado de indios y paquistaníes (iban todos en el vuelo anterior al mío, a Kuala Lumpur). Comprobé las redes wifi a ver si había alguna abierta… pero nada de nada, así que intenté echar una cabezada… Y así se pasó el tiempo hasta que fue el momento del embarque en mi vuelo a Siem Reap, de nuevo con China Southern Airlines.
Al poco de despegar, puntualmente a las 16:30, nos dieron de comer… y nada, me puse a leer documentación de Siem Reap y Angkor para ir actualizando info en el coco e ir preparando mentalmente la ruta a seguir, ya que hacía más de un mes que no leía absolutamente nada del destino. Y entre lecturas y breves cabezadas… comenzó de nuevo el descenso, ya noche cerrada, para aterrizar en el pequeño pero nuevo Aeropuerto de Siem Reap.
Desembarcamos y corriendo para tramitar el visado en inmigración jeje. Sí, se necesita visado para entrar en Camboya. Se puede tramitar de dos formas: en el mismo Aeropuerto a la llegada (y en la frontera al entrar al país si entras por tierra) o bien tramitar un visado electrónico desde la web del Ministerio de Asuntos Exteriores de Camboya.
En el segundo caso te ahorras hacer cola en el Aeropuerto (que suelen ser MUY importantes), tiene la misma validez que el visado “normal” obviamente (30 días, luego se puede ampliar si lo necesitas), tarda 3 días en tramitarse y simplemente hay que rellenar un formulario en la web y se necesita una foto tipo pasaporte digital. Ruego os informéis en el tema de precios, ya que en cada lugar te dicen una cosa distinta (incluido las diferentes guías de viajes), ya que parece ser que es algo que cambia bastante…
En el primer caso lo realizas en el Aeropuerto al llegar. Y… ¿cómo tramitar el visado de entrada a Camboya a tu llegada al país por aire? Hay que rellenar el formulario de inmigración y necesitas dos fotos. Bien, respecto al tema de precios hay información diversa circulando tanto en Internet como en diversas guías, no todo el mundo ni todas las guías dicen lo mismo, puede que lo que yo te esté indicando en este momento al escribir el post, no sea igual cuando tú vayas…
Visado de turista… la cantidad que hay que pagar a la entrada del país al gestionarlo vía frontera o vía Aeropuerto (en mi caso el Aeropuerto de Siem Reap), son 25$ a día 17.10.2010. Pero, muy importante, a la salida del país hay que pagar una tasa de salida… que también asciende a 25$. Esto es muy importante, que no se os olvide, hay que pagar tanto a la entrada como a la salida, así que guarda tus últimos 25$ para poder salir del país… sí, “teóricamente” admiten tarjeta, pero yo no me arriesgaría… Igualmente, muy importante reseñar también que vayáis con DÓLARES AMERICANOS. ¡¡¡Ni euro ni riel!!! Por una sencilla razón: el riel camboyano como que pasan de el directamente y debes jugar con la fluctuación de cambio… y el euro, aunque es aceptado igualmente pero, como suele ocurrir, “equiparan” euro y dólar, por lo que tendrás que pagar 25€ y estarás perdiendo dinero… y aunque lo digas y lo “reclames” (que te den el cambio vamos) no te van a hacer ni puto caso xD.
¿Queda claro, no? jeje, pues sigamos… Bien, por suerte no había mucha gente y todo fue bastante rápido y fluido. Pasas a una sala, a tu mano izquierda hay una mostrador semicircular con 6 policías sentados (y otros tantos detrás de ellos, «supervisando» vamos xD). Le entregas el formulario de inmigración, las fotos, el pasaporte y la pasta al primero… y te vas al último y esperas haciendo fila. Pues bien, ¿sabéis lo que hacen? Simplemente… ir pasándose el pasaporte uno a otro, se lo quedan mirando unos segundos sin hacer nada ni comprobar nada (excepto el primero y el último), hasta que llega al último, llega tu turno, lo mira, lo sella y fuera. ¡¿¡¿Y el resto de policías para que están ahí?!?! xDDD.
En fin, pasé y ahora a por el equipaje, que todavía tardó un poco bastante en aparecer… pero estaba sano y salvo por suerte, excepto porque me faltaba uno de los candados, es decir: los chinos me habían abierto la maleta para verificar algo supongo… Muchas veces esto es más habitual de lo que creemos, y, por seguridad, te pueden abrir el equipaje para realizar alguna comprobación, pero el candado había desaparecido, no así nada del equipaje, el cual estaba todo intacto (o eso suponía vamos).
Enfilé el pasillo a la salida, fue abrirse la puerta y recibir un golpe de humedad bestial en la cara. Una humedad de más de un 90% me recibía, acompañada de mosquitos por todos lados. Eran cerca de las 19 de la tarde, de noche, y el hall de llegadas estaba lleeeno de peña con carteles. Eran los “chóferes” de los distintos hoteles esperando a sus clientes… a la derecha estaba el stand oficial del Aeropuerto para contratar un taxi y, al fondo, el resto de conductores con sus tuktuks esperando cazar algún viajero. Bueno, el conductor de mi hotel tenía que estar por aquí (mi hotel tenía servicio de recogida gratuito y tenía confirmada la recogida) pero no veía ningún cartel con mi nombre o el nombre del hotel… mmm, no me huele bien.
En fin, no tenía más remedio que esperar, puede que se hubiera retrasado… pero tras más de 20min esperando va a ser que se habían olvidado de mí. De puta madre… comenzamos igual que el primer día en Corea, mi suerte habitual continua… Tenía el tlf del hotel pero pasaba de llamar, entre el palazo que me iban a meter por la llamada, mi inglés pésimo y que tendría que seguir esperando a que vinieran a por mí… El «responsable» de los taxis oficiales me había preguntado en un par de ocasiones, así que al final decidí pillar un taxi que, aunque me iba a salir más caro que un tuktuk obviamente, no era excesivamente más caro y podía ir cómodamente hasta el hotel con aire acondicionado, total, para ser el único taxi que iba a pillar…
El Aeropuerto está muy cerquita de la ciudad, aunque las carreteras obviamente dejan mucho que desear, por lo que la velocidad de conducción es lentilla jeje. Si a esto le sumamos que parece que hace nada había caído el diluvio universal y la carretera estaba llena de inmensos charcos que había que bordear o atravesar muy despacito… pues se tardó un poquito más de lo normal como es lógico jeje. Tampoco mucho más… lo normal son unos 15min, dependiendo del destino final en Siem Reap, en mi caso tardé algo más de 20min que, al menos, fueron amenos ya que iba echando una charla con el conductor, muy majo él ;).
En fin, llegué a mi destino, al Mekong Angkor Palace Hotel, del cual podéis leer aquí una amplia review del mismo del mismo… la cual os recomiendo encarecidamente leer, ya que, aparte del tema de la recogida… tuve algún problemilla más con el Hotel (incluyendo la pérdida de una prenda de ropa), la atención al cliente es, sin duda, pésima y lamentable… Al final cada uno habla de lo que le ha tocado, y las críticas y reviews leídas anteriormente como indicaba, eran bastante buenas, pero a mí me toco… En fin, por otra parte es un “buen” lugar para quedarse: bien situado, precio muy correcto, habitaciones enormes, limpio, con desayuno incluido y carta para comidas y cenas a buen precio… y piscina ;).
Pues nada, realicé el checkin, donde tuve que explicar que no habían ido a recogerme y tuve que venir en taxi tras esperar más de 20min… a lo que muy amables ellos me pidieron perdón con una falsa sonrisa en la cara y tal y cual, indicándome que el día que hiciera el checkout uno de sus conductores me llevaría al Aeropuerto gratis… Ya sabía yo en este momento que tendría algún problema más… muy amables sí y siempre sonriendo, pero eso no quiere decir que sean profesionales o/y buenas personas obviamente. Sin duda, Tailandia, el “país de la sonrisa”, gana por goleada en lo que respecta a la atención al cliente… y también están sonriendo todo el día, aunque sea para intentar timarte xD. En fin, todos los temas al respecto del alojamiento los podéis ver en la citada review ;).
Pues nada, subí a la habitación… espectacular jojojo, pedazo habitación para mí solo… ciertamente desaprovechada en gran parte xD. Comencé a sacar ropa y conecté el portátil a la wifi para comenzar a subir fotos y hacer alguna llamada, a la vez que me ponía de nuevo con la info de Siem Reap y Angkor, mañana tocaba un gran día y, aunque tenía bastante clara la ruta que quería realizar, todavía quería comprobar, verificar y revisar información de todos los lugares que iba a pisar ;). Podía contratar una excursión en el hotel, pero pasaba de pagar más e ir como un borreguito con guiris, al igual que tampoco me hacía mucha gracia contratar la excursión en el hotel después del problemilla que había tenido, ídem para contratar un conductor con tuktuk del hotel… Por lo tanto, decidí negociar con algún conductor en la calle mañana por la mañana y llegar a un acuerdo para los 3 días.
Eran las 21 más o menos… había hambre, pero estaba sumamente cansado y no me apetecía salir a dar vueltas o buscar algún sitio para comer… así que bajé al restaurante del hotel, pregunté si se podía cenar y allí me senté, estaba yo solito jeje, por lo que me atendieron y sirvieron rápido ;). La carta es muy amplia, con todo tipo de platos locales y a un precio bastante ajustado, así que cené tranquilamente con una cerveza… que, como no podía ser de otra forma, era una Angkor Beer (“my country, my beer”), la cerveza nacional de Camboya, en botella de medio litro… ¡qué bien me sentó!, la necesitaba jeje ;).
Hubo un momento que se me acercó el chico que estaba en recepción y me había atendido antes (el de la sonrisa falsa sí), se ve que tenía ganas de charlar, y así lo hicimos durante varios minutos con mi pésimo inglés (el suyo no era para tirar cohetes…), incluso me ofreció probar del arroz que él iba a cenar y del cual degusté un par de cucharadas “por no hacer el feo”. Aunque, sinceramente, estaba cansado para hablar y además era la típica persona que no parecía ser “trigo limpio”, y demasiado chulito, por lo que no me motivó mucho la conversación e intenté cortar rápido y seguir yo cenando tranquilamente ;). Una vez terminé, agradecí, me despedí, compré una botella de agua grande y me subí a la habitación…
Una ducha, un ratillo en Internet y viendo la tv (algún canal internacional de noticias en inglés, lo demás era infumable y en camboyano) y poco a poco el cuerpo me iba pidiendo dormir… Llevaba muuucho trote encima, los vuelos cansan y la humedad aplatana y hace que te baje la tensión jeje (aunque tenía puesto el aire acondicionado a tope ahora). Mañana tocaba un día muy intenso (o eso creía yo), y el comienzo de un sueño, de una gran “X” marcada en el mapa desde hace mucho tiempo… mi pequeña aventura por tierras camboyanas, aunque se limitara únicamente a Siem Reap y Angkor, empezaba realmente mañana… y debía estar preparado, necesitaba descansar… ¡Mañana más!