Visitar, qué ver y qué hacer, en Estonia (Tallín) y Finlandia (Helsinki).
CRÓNICA: Día 2 – 29.09.10: Estonia (Tallín: Iglesia San Olaf, Toompark, Toompea, Catedral Alexander Nevski, Castillo, Jardín Rey Danés, Kiek, Ayuntamiento, Pasaje Katariina, Viru Varav, Muralla, Torres, etc). Visitar, qué ver y qué hacer.
CRÓNICA: Día 2 – 29.09.10: Estonia (Tallín) y Finlandia (Helsinki). Nuevo día mucho más despejado… Comenzando la ruta por la preciosa ciudad de Tallín y su encanto medieval en la interesante Iglesia de San Olaf y su espectacular torre de 124m, me encaminé callejeando bordeando la muralla y sus torres hasta Toompark, y la escalinata que sube a Toompea, la parte alta de la Ciudad Vieja. Ya arriba, paseando entre deliciosas calles y casitas medievales, hasta varios miradores con vistas brutales de la ciudad, rodeados de pequeños restaurantes y mercadillos de productos tradicionales. A continuación, tras la Catedral de Sta María, llegué a la interesante Catedral de Alexander Nevski, ortodoxa del s. XIX, y el Parlamento, situado en el Castillo de Toompea; antigua fortaleza danesa del s. XIII. Paseo por el Jardín del Rey Danés y el Kiek; tramo de muralla abierta al público con una de las torres visitables más interesantes. Ahora tocaba el centro; la Plaza del Ayuntamiento, rodeada de interesantes, preciosas y coloridas edificaciones románicas, góticas y barrocas, destacando: Ayuntamiento, Iglesia del Espíritu Santo y el coqueto y floreado Pasaje de Katariina. La ruta continuaba por el monumento Eesti Vabadussoda, Iglesia Kaarli Kirik, Opera, Concert Hall, Parque Tammsaare, hasta la espectacular Puerta Viru Varav; una de las entradas principales a la Ciudad Vieja. Finalizando en la zona financiera. Al puerto, ferry a Helsinki, bus, tranvía y al hostel. Un día muy largo… a cenar y a dormir.
Me levanté prontito, casi sin haber dormido pero totalmente pletórico, con ganas de comenzar y disfrutar un nuevo día. Ya que al tener que haber comprado nuevos billetes que me habían traído a Tallín… qué menos que intentar disfrutar de esta bella ciudad báltica a orillas del Golfo de Finlandia.
Tallín es la capital de Estonia, para muchos una ciudad totalmente desconocida, pero con una amplia historia y un amplio atractivo turístico. Después de pasar por periodos de «dominación» danesa, alemana, sueca y soviética… tras la caída del Muro de Berlín, Estonia se independizó de la Unión Soviética y comenzó su florecimiento económico y turístico. No olvidemos tampoco que Tallín fue declarada Patrimonio de la Humanidad en 1997 (y otro a sumar a mi listado de Patrimonios de la Humanidad visitados), debido su perfecta conservación del casco antiguo y medieval: el mayor atractivo de la ciudad. Tallín está situada a apenas 80km de Helsinki (los finlandeses van mucho a Tallín a comprar alcohol y tabaco, ya que es muuucho más barato jeje), y «perteneció » a los rusos, por lo que un amplio porcentaje de la población de Estonia en general, y de Tallín en particular, son finlandeses y rusos (éstos últimos, parece ser tal y como se ve reflejado siempre en los datos y las noticias, causan bastantes problemas a nivel delincuencia). Por lo tanto, aparte de estonio, se habla finlandés, ruso, ucraniano, etc… Excepto en el centro y zonas turísticas (con sus restaurantes y tiendas orientados al guiri) casi nadie habla inglés…
No obstante, Tallín se ha convertido en un gran referente turístico en el norte de Europa y, aunque yo le dediqué sólo un día y es muy habitual hacer la escapada correspondiente desde Helsinki en ferry, merece dedicarle al menos un par de días completos sin duda. Es una ciudad pequeña, asequible, donde puedes ir andando a todos los lugares, con un casco histórico medieval perfectamente conservado y, simplemente, precioso. La gente es seria, seca y, valga la redundancia: fría… pero amables y hospitalarios. Eso sí, de barato nada, y menos ahora con la entrada del Euro… pero os puedo asegurar que es un destino que, a nivel turístico, merece mucho la pena y os va a encantar… es una pequeña joya por descubrir en cierta medida. Hay muchísimos turistas, pero todavía se pueden encontrar rincones vacíos y desiertos… antes de que se masifique más, haceros una escapada, no os arrepentiréis ;).
Tras una ducha rápida, picar algo de la comida que me había traído para los primeros días, vestirme y dejar todo mi equipaje en el hostel para pasar a recogerlo cuando me fuera… me dispuse a salir y visitar la ciudad :). Hoy las cosas eran distintas a la noche anterior cuando llegué… con la luz del día todo parecía distinto, aunque la zona donde estaba seguía casi desierta y demás; todo parecía más «bonito» xD. Llevaba el mapa turístico de Tallín en el móvil, así que le eché un vistazo y me dispuse a ir andando hasta el casco antiguo, el cual se encuentra a apenas 10min andando… así que voy para allá ;). Tras ver el edificio donde estaba mi Hostel (y que comparte con otro hotel, tiendas y, parecía, oficinas), me fijé que frente a mí tenía una parte del puerto donde había yates y diversos barquitos de la peña con pasta de Tallín jeje, al fondo se veía la D-Terminal y los ferries.
Esta zona es muy tranquila, están las terminales de ferry y demás, se ven algunos edificios nuevos… mezclados con otros viejos, nadie por las calles, todo desierto y alguna explanada que otra llena de basura y en la cual dices «por la noche no paso por aquí ni de coña» jeje. Así hice, pasar por una explanada de éstas con basura y algunos coches aparcados frente a un supermercado donde no había nadie, crucé una de las avenidas principales que rodean el casco antiguo y así llegué a una de las entradas del mismo y parte de la muralla, los cuales se erigían delante de mí en un pequeño promontorio al que se llegaba tras subir unas escaleras rodeadas de vegetación, la vista, el entorno y el comienzo de la ruta no podía ser mejor :).
Así llegué a una de las principales puertas, uno de los principales bastiones que rodeaban y defendían la ciudad, conocida como «Margarita La Gorda» (actualmente alberga el Museo Marítimo), y el cual era la primera línea de visualización y defensa respecto a la playa, el mar y posibles invasiones. Hoy en día este pequeño bastión está unos metros más alejado del mar, ya que en las últimas décadas la ciudad ha ido ganando terreno al mismo, donde se ha ido construyendo el puerto y las terminales, empresas marítimas, aduanas, un párking, etc.
Alrededor de la puerta hay un jardincito bien cuidado, de hecho estaba un jardinero limpiando y demás… Pues nada, atravesamos la puerta y entramos como tal en el casco antiguo o ciudad vieja. Toda la zona, toda la ciudad vieja, está perfectamente conservada con el antiguo trazado medieval, incluyendo gran parte de la muralla, las antiguas casas de comerciantes y las calles estrechas y empedradas. Me dirigí hacia la derecha bordeando la muralla, lugar donde aproveché para subir a una de las torres de la misma, ya que por «la voluntad» podías subir a la torre y ver el interior, decorada especialmente «para la ocasión» con útiles «de época» jeje. No es indispensable subir aquí (hay más torres donde se puede subir), pero fue la primera que vi y me llamó la atención la inclinada y estrechita escalera de piedra para subir, además, las vistas son interesantes. Indicar también, que esta calle a la cual bordea la muralla… estaba bastante sucia y había algunos sin techo sobando durmiendo pegados a la muralla en los pequeños recovecos que se podían encontrar… Indicar también que, de las 46 torres originales hoy quedan 26 en pie y tenemos casi 2km de muralla rodeando la ciudad vieja, lo que da otra muestra del importante y buen grado de conservación de todo el área medieval.
Ahora me dirigí dirección a la torre que se ve desde cualquier punto de la ciudad. No es otra que la torre de la Iglesia de San Olaf, con una altura de 124m y construida en el s. XIII. El interior no es nada del otro mundo la verdad, aunque se puede subir a la torre, desde la cual se tienen (supongo) unas vistas espectaculares… y a la cual yo no subí ya que era de pago. La torre llegó a medir 159m (llegando a ser la construcción más alta de Europa en el s. XVI), aunque debido a diversos incendios ha sido reconstruida en varias ocasiones. Indicar como curiosidad, que durante la ocupación soviética el KGB ocupó la iglesia y su torre, utilizándola como punto de observación y vigilancia. En los alrededores podemos encontrar varias casas de antiguos gremios y hermandades, algunas de ellas con un interesante interior donde se alberga historia pura, al igual que con interesantes fachadas de diversos estilos arquitectónicos. En esta zona ya comencé a ver algún turista…
Continué por la calle Lai y callejeando por las calles empedradas y adoquinadas, recreándome con las casitas medievales que tenía a mi alrededor, hasta llegar de nuevo a la muralla, continuación del lugar en el que había estado hace un ratillo. 5 torres más, y llegué a otra de las entradas de la ciudad, para mí la zona más bonita que pude ver de todo el recinto amurallado, con una amplia puerta flanqueada por varias torres las cuales se pueden visitar y andar por la parte superior. ¡Es un gran lugar para tomar fotos! :). Al otro lado de la puerta, de la muralla, podemos encontrar un colegio, un gran parque a derecha e izquierda donde podemos darnos un agradable paseo o tumbarnos en el césped (con un pequeño lago y todo muy bien cuidado la verdad) y frente a nosotros en línea recta tenemos la Estación Central de Tren de Tallínn. Esta zona de la estación y los parques es uno de los mejores lugares para ver gran parte de la muralla y poder tomar buenas fotillos igualmente :).
Estaba al ladito de Toompea, la parte alta del casco antiguo, así que hacia allí me dirigí. De hecho tenía casi frente a mí la escalinata que me iba a subir a la parte alta, escalinata coronada con un gran edificio de corte neoclásico… el cual parece la sede de algún tipo de organismo estatal (o un museo xD), pero que no tengo ni idea de lo que realmente es. No había indicación alguna ni viene en las tres guías que he mirado ni tampoco en el mapa que tenía, no sé…
Una vez arriba, a mi izquierda el citado edificio, frente a mi unas vistas cojonudas del Toompark; el parque con lago citado anteriormente. Mmm, el cielo estaba nublado, amenazaba lluvia… continué mi camino hacia dos miradores cercanos, a los cuales llegué callejeando por unas preciosas calles estrechitas, empedradas e irregulares. Según se llega al segundo mirador (el mejor para mi gusto de los que hay en Toompea), tenemos unos pequeños restaurantes tradicionales, puestos con productos típicos de Tallínn y Estonia (incluyendo el asqueroso vino caliente típico de, entre otros, los países nórdicos), tiendas de recuerdos… y estonios en traje tradicional atrayendo a turistas para que compren sus productos o entren a sus locales.
Y… ¡muchos turistas! jeje. Lo bueno de esta zona es que había más ambientillo, pero demasiado jaleo cuando llegaban los grupos organizados de turistas siguiendo al de la banderita xD. En fin, desde el mirador tenemos unas vistas espectaculares de la ciudad vieja… con sus calles, sus casitas de colores, la muralla y sus torres… la torre de la Iglesia de San Olaf fácilmente visible en el centro… y al fondo a la izquierda tenemos el puerto y el mar, y a la derecha los edificios de cristal y acero de oficinas de la zona más moderna de Tallínn. Estuve un buen ratito aquí tomando fotos y disfrutando de las vistas… Ciertamente, Tallínn me estaba encantando :D.
Continué el camino hacia la Catedral de Santa María, construida en el s. XIII, nada especial pero situada en una pequeña y coqueta plaza, mientras que a sus espaldas tenemos un pequeño parque con otro mirador… No había absolutamente nadie aquí, el silencio y la tranquilidad que se respiraba era total, por lo que hice un pequeño alto en el camino de simplemente unos segundos, en los que me paré, cerré los ojos e intenté liberar la mente… Tras esos segundos tocaba seguir y me dirigí por la calle Piskopi desde la Catedral de Santa María hasta la Catedral de Alexander Nevski, la cual vas viendo aparecer delante de ti según avanzas la calle…
Llegas a una plaza, uno de los centros neurálgicos y más importantes, tanto a nivel turístico como religioso y político, de Tallínn. A la izquierda la Catedral, mientras que a la derecha nos encontramos el Parlamento, un lugar visualmente muy interesante, sin duda :). La Catedral es ortodoxa, construida a finales del s. XIX cuando Estonia pertenecía al Imperio Ruso, con el estilo típico de la época y sus cúpulas en forma de cebolla :). Con un exterior llamativo y un interior no menos interesante, es una visita totalmente obligatoria en Tallínn. Raro era que no hubiera ni un turista en la zona, aunque en la Catedral había muchos locales, especialmente mujeres, rezando. Esta Catedral no es tan grande o sumamente espectacular como pueda parecer en fotos, en absoluto, pero es preciosa y merece la pena pasarse por aquí para visitarla y admirarla ;).
Parte de la plaza era utilizada como párking (para el personal del Parlamento y políticos supongo), lo que le quitaba un poco de «encanto» a la misma jeje, pero vamos, es por poner alguna pega xD. Al menos un coche (y la valla de seguridad de entrada al Parlamento), me valieron para colocar la cámara con mi amigo trípode para poder sacar alguna fotillo ;). Bien, el Parlamento está ubicado en el antiguo Castillo de Toompea, cuyo origen es una pequeña fortaleza danesa del s. XIII, y cuya fachada es barroca del s. XVIII con un característico tono rosado (o «pastel» que dirían otros xD). Se puede ver la parte de atrás del Parlamento, donde hay un pequeño jardincito muy agradable totalmente vacío y, a la izquierda del mismo (mirándolo de frente) tenemos otro jardín más amplio donde podemos descansar un ratillo y sacar algunas fotos con el Parlamento y la torre Pikk Hermann, la más importante del castillo que queda en pie. El tiempo se estaba poniendo un poco jodido… no llovía pero estaba muy muy oscuro, por lo que no me quedé aquí mucho tiempo, simplemente di un pequeño paseo por el parque y tomé un par de fotos para así continuar el camino…
A unos pocos pasos nos encontramos el Jardín del Rey Danés, uno de los lugares más bellos de Tallínn con sus caminos adoquinados y flores bajo los frondosos árboles, y frente a el, el Kiek in de Kok; el tramo de muralla con una de las torres más famosas de ésta. La torre también está abierta al público e incluye un pequeño museo, subí a la parte superior por la escalerita de madera… y vi que había en uno de los laterales un pequeño «café». Obviamente sabía que tomarse algo aquí iba a ser caro, pero hacía fresco y necesitaba algo caliente… y mear también xD. Pero… aunque tomar algo caliente era lo ideal, no me apetecía café (caro de cojones) ni vino caliente (puajjj) así que, cómo no, pedí una cervecita ;). El sitio era muy pequeño, pero con una decoración curiosa, todo en madera, y podías tomar distintas variedades de café o comprar algunos productos tradicionales. La chica que lo llevaba era jovencita, hablaba inglés y… preciosa xD. Estuve yo sólo casi todo el tiempo que estuve aquí, unos 15min, poco antes de irme llegó una pareja.
Y nada, me tomé la cerveza tranquilamente mientras revisaba las fotillos que había sacado hasta el momento, repasando mentalmente lo que me quedaba por ver, cómo iba a ser el resto del día que iba a finalizar en Helsinki, y que mañana partiría rumbo a Corea, la primera escala «seria» de mi aventura. Todo aderezado con pequeñas imágenes visuales que se sucedían en mi cabeza de todo lo que había dejado atrás y del intento de comienzo de una nueva vida…
Era momento de continuar…
Pagué la cerveza, fui al baño y me dispuse a continuar, no llovía, pero la temperatura había bajado y el día comenzaba a estar súuuper oscuro… Tras darme una vueltecita más por la zona, di la vuelta y volví sobre mis pasos pero bordeando la muralla, bordeando Toompea por el exterior, y bajé de nuevo hasta la Ciudad Vieja por la calle Pikk, o «calle larga», una bonita calle empedrada rodeada por la muralla y por donde pasamos por algunas casas históricas y tradicionales de antiguos comerciantes… así hasta llegar a uno de los platos fuertes de la ciudad.
No era otro que el Ayuntamiento. Situado en la Plaza del mismo nombre tenemos el edificio, con su característica torre, construido en estilo gótico de principios del s. XV. A su alrededor, la plaza adoquinada, rodeada de preciosos edificios de colores, muchos turistas y muchos restaurantes con las terrazas ya montadas (¡¡¡aunque amenazaba lluvia!!!). Estuve un buen ratillo por aquí y las calles aledañas callejeando un poco y visitando las cercanas Iglesia del Espíritu Santo, construida en el s. XIII, con un interesante interior y el reloj más antiguo de Tallínn, el interesante Monasterio Dominico, y el precioso y fotogénico Pasaje de Katariina: una estrechita calle adoquinada a cuyos laterales hay casas de piedra decoradas con plantas y flores y varios «arcos con tejas» que servían para sostener y asegurar los edificaciones a ambos lados y que no se venzan xD. Precioso, en serio, el lugar más pintoresco de la ciudad :D.
Volvía de nuevo a la Plaza del Ayuntamiento para echar un vistazo a los restaurantes que teníamos por aquí, ya que había algo de hambre y si encontraba algo baratito pues comería ya. Pero, como era de esperar y aunque Estonia es un país más barato que España… en esta zona era todo bastante caro, así que, a no ser que encontrara una opción mejor, ya sabía que tendría que tirar por fast food más tarde por desgracia. Quería comer algo típico y comida local, como siempre hago, pero al no haber pasta… es lo que tiene. En fin, tenía tiempo y había ido más rápido de lo previsto, así que tiré por una zona que no tenía previsto visitar, ¡y a la que me podía haber acercado antes desde Toompea en lugar de ahora! jaja.
En fin… tiré por la calle Harju (pasando por la Oficina de Turismo) y llegando, fuera ya de la Ciudad Vieja, a una amplia, nueva y limpísima plaza donde había varios skaters y donde a mi derecha estaba, en lo alto de una pequeña escalinata y delante de un pequeño parque, el monumento Eesti Vabadussoda. Una pequeña cruz; un memorial que recuerda los caídos en la Guerra de Independencia de Estonia… Tras otros 10min andando (cerca de Kiek in de Kok donde había estado anteriormente), me acerqué a una Iglesia que parecía interesante después de verla en el mapa, pero que no es nada del otro mundo y el paseo hasta aquí es importante jeje. Al menos la Iglesia Kaarli Kirik tiene una fachada llamativa (el interior no se podía visitar) y pasas por zonas obviamente no turísticas :).
Bien, tocaba volver andando a la Ciudad Vieja, pero esta vez por otro camino distinto bordeando ésta por el exterior dejándola a mi derecha. Fui recorriendo la Avenida Pamu Maante, pasando por el edificio de la Opera y Concert Hall de Estonia y el Parque Tammsaare. Aquí había un pequeño kiosko donde vendían porciones de pizza y kebab… pensé en comer aquí algo, pero preferí esperar un poquito más a ver si encontraba algo más «típico» e igualmente barato jeje. Así fui por la calle Viru, a cuyos laterales había tiendas de flores y productos típicos, y frente a mí otra de las espectaculares entradas a la Ciudad Antigua; el Viru Varav, una buena imagen con una buena foto de la calle llena de tiendas de flores, la puerta y tras ella los edificios históricos :). Aquí encontré un Mc Donald’s, al que entré, no para comer, pero sí para ver si tenían alguna especialidad (no tenían), para ver los precios (¡casi igual que en España al cambio!) y aprovechar el wifi gratuito para hacer un par de llamadas ;). Luego estuve callejeando un ratillo, viendo los precios en los restaurantes (muy caro, sólo para guiris) y viendo las tiendecillas, donde en una de las cuales compré una postal y una pequeña figurilla de la citada puerta Viru Varav.
Tocaba comer, ahora sí había hambre, no quería el Mc Donald’s ni tenía pasta para un restaurante ni apetecía andar de nuevo al kiosko que había visto anteriormente. Tampoco llevaba mirado ningún restaurante en especial… así que al final… me decidí por comerme un menú en otra hamburguesería (es una cadena) al ladito de la Viru Varav. Me llamó la atención al ser todas sus ventanas grandes cristaleras y haber bastante gente joven… los precios eran asequibles y más barato que un Mc Donald’s… por lo que decidí comer aquí, y muy bien :).
Pues nada, tras comer tranquilamente y descansar un ratillo tocaba la última parte del día antes de volver a recoger el equipaje e ir a pillar el ferry. Estuve dudando si ir hasta Kadriorg o «pasear» por la zona «financiera». Obviamente Kadriorg sería la opción a elegir, es el Palacio Presidencial (rodeado de jardines) y levantado a principios del s. XVIII… pero estaba a más de 2km de aquí y no sabía cómo ir en bus, no quería quedarme tirado o que se me echara el tiempo encima (el Palacio de Maarjamae en el distrito de Pirita era una opción similar, con los mismos contras). Así que al final decidí ir a dar una vuelta por la zona financiera, me encantan los rascacielos, así que era una buena opción igualmente ;).
En fin, tampoco es que haya muchos edificios «modernos» en Tallínn ni que sean rascacielos xD, son edificios muy «normalitos», pero tras visitar tradición e historia ahora tocaba modernidad jeje. Toda la zona estaba frente a mí, «alrededor» de la plaza Viru Valjak, así que comencé a andar sin rumbo fijo bajo los edificios, simplemente dando una vuelta como decía y sacando unas fotillos. Mi idea era hacer un recorrido semicircular e ir dirigiéndome hacia el Puerto llegando «por detrás». Pero el mapa que llevaba no era muy bueno y toda esta zona no venía indicada correctamente, por lo que no estaba seguro que calles debía tomar al no llevar nombres o no venir indicadas, sólo sabía la dirección que debía seguir. Aunque ya llevaba andando bastante tiempo y empezaba a dudar, por lo que tuve que preguntar, y sí… iba en la dirección correcta, pero me había ido más lejos de lo previsto, así que me tocaba rectificar un poco mi ruta… ¡Rectificar toca!, pero por fin llegué a la zona del puerto y pude ver a lo lejos el edificio donde estaba mi hostel. Tallínn estaba llegando a su fin.
Recogí mi equipaje y me encaminé hacia la Terminal D, lugar donde debía coger el ferry en menos de una hora. No hay que olvidar que entre que llegas, canjeas el ticket en la ventanilla y luego embarcas… pues debes estar con suficiente tiempo de antelación. Mientras me acercaba a la terminal ya iba rodeado de finlandeses cargados de cajas y cajas de alcohol jeje, recordemos que en Finlandia el alcohol es carísimo al estar clavado a impuestos… por lo que el «turismo de alcohol» es muy habitual en Estonia y los finlandeses vienen continuamente a cargarse de cajas y a ponerse hasta las orejas. Esto es algo que no gusta mucho a los estonios como es obvio… pero no deja de ser entrada de divisas y pasta… que quieras que no siempre ayuda ;).
En fin, fui a cambiar el resguardo de compra a la ventanilla de Tallink, empresa con la que había comprado el ticket para el ferry Tallínn-Helsinki, suele ser la compañía más barata en términos generales, y es la que por precio y por horario mejor me venía. El billete eran 38€, la salida a las 17:30 y la llegada a las 19:30, en la categoría M/S Star. Pues nada, a esperar un poquillo y embarcamos, juer, vaya pedazo de cacho de barco, y eso que es el «baratito» y el «pequeño» por su categoría jeje. El ferry iba, simplemente: petado jeje. Tenemos varias plantas para el pasaje, puedes haber pillado un camarote privado o bien, como todos, vas por «libre» jeje. Esto quiere decir que te puedes mover por todo el ferry libremente con tu equipaje. Hay varios restaurantes, bares y amplias salas con sofás y sillas.
Yo al entrar no lo tenía muy claro, así que pregunté a una chica de personal y me dijo que sí, que puedes quedarte por donde te apetezca. No sabía dónde ir la verdad, ya que todo el mundo se desperdigaba… yo miré el plano del ferry, cogí el ascensor y fui bajando a ver qué había en cada planta, pero estaban casi todas bastante vacías… ¡¿Dónde se había metido la peña?! La gente ya se lo conocía y estaban todos en el mejor sitio jeje. En la última planta hay una sala muy tocha con un pequeño bar, pero mesas con sillas, suelo de moqueta donde te puedes tirar o sentar si quieres y varios sofás. Aunque estaba petado, por suerte pude pillar un sofá entero para mí solito jeje.
¡Nos movemos!, mientras sales del puerto puedes tomar buenas fotos de Tallínn atardeciendo. Y, tras hacerlo, me pedí una cerveza con las coronas que me quedaban y, sin más dilación aprovechando que tenía un sofá entero, me tumbé en el a lo largo y a intentar echar una cabezada. Después de la noche anterior casi sin dormir por la ansiedad del momento, más lo que ya llevaba acumulado y la importante pateada del día de hoy en Tallínn…. sorprendentemente pude echar una pequeña cabezada :D.
¡Nunca había montado en un ferry o barco tan grande!, obviamente sí había visto megatransatlánticos en otras ocasiones (y había montado en ferry), pero nunca había montado en un barco tan «grande». No notas absolutamente nada el movimiento, sólo un poquito al salir y atracar. Y en 2 horas llegábamos a Helsinki, 15min antes de llegar, la gente ya se estaba moviendo… pero yo seguía tirado en el sofá y bajé de los últimos, con tranquilidad jeje. Según estábamos llegando con el ferry se podía ver la silueta de Helsinki en el horizonte, anocheciendo… Ya era totalmente de noche al llegar, y la temperatura era varios grados menos que en Tallínn. Luego tienes un paseíto por una plataforma acristalada elevada donde puedes sacar buenas fotos del barco atracado. Bueno, se sigue la marea humana hasta el exterior, hasta llegar a la parada del bus que nos lleva al centro de la ciudad.
Indicar que, según la compañía y horarios, llegas al Puerto Oeste o al Puerto Este. En mi caso fue una putada muy grande, ya que el hostel donde me iba a quedar está justo en el Este, pero el ferry de Tallink llegaba al Puerto Oeste… por lo que tenía que recorrerme la ciudad de lado a lado con el equipaje a cuestas, y eso es una putada, si hubiera llegado en el Puerto Este sólo tenía que andar unos minutos… pero es lo que hay.
En fin, la parada de bus estaba a reventar, nada más llegar se subió toda la peña y era imposible subir con mi equipaje, así que esperé, junto con otros viajeros igual que yo, al siguiente bus, el cual tardó unos 15min…
Una vez llegó el bus nos montamos y por suerte iba vacío jeje, pregunté al conductor, con mi pésimo inglés, cómo llegar hasta el Puerto Este desde aquí. Me indicó que debía bajarme en la Estación Central de Helsinki y ahí coger tranvía o bus, que preguntará allí. En fin, tras un trayecto relativamente rápido me bajé en la estación, al bajar pregunté de nuevo a otro conductor y me dijo que debía coger el tranvía 4 o 4T «al otro lado de la estación» que hay una calle principal. Bien, me dirigí hacia la parada en cuestión… toda la zona estaba llenísima de gente… y yo lo único que quería es llegar… Pero no, no iba a poder llegar todavía… fallo absurdo y total mío (ya que sabía la dirección que tenía que pillar), cogí el tranvía en dirección contraria, por lo que me tuve que bajar en la siguiente parada, darme la vuelta cruzando las vías por el paso para peatones y esperar, ahora sí, el tranvía correcto… que tardó un bueeen rato :(. Nada más subirme pregunté al conductor dónde me debía bajar para ir al Eurohostel y me indicó que él me avisaba, aunque otra señora también me escuchó y me dijo que también me avisaba. Yo por mi parte me había quedado con el equipaje al lado de la entrada.
Pues bien, llegamos a la parada, el conductor y la señora me avisan y me indican que el hostel está «ahí a la izquierda»… y yo al salir le doy sin querer un golpe a una pequeña papelera que estaba sujeta al lado del conductor (es que joder, el tranvía es muy estrecho) y se cae al suelo… pues con la maleta y mochila me tengo que agachar a cogerla, la vuelvo a colocar… se vuelve a caer, me tengo que volver a agachar… ahora no encajaba y no podía ponerla… Y mientras la gente detrás de mí esperando salir, fueron unos 10sg eternos en los que, al final cuando pude colocar la papelera, todos sonreímos aliviados xDDD.
Bajé del tranvía y fui hasta el hostel (situado a apenas unos metros), hice el checkin y subí a la habitación. Era una habitación compartida para dos personas (¡aunque yo había reservado una triple!, pero vale, me dieron esta al mismo precio y no me iba a quejar xD). Al rato apareció mi compañero de habitación: un japonés que estaba de mochilero viajando por varios países del norte de Europa… un chico súper majo con el que pude conversar utilizando nuestro pésimo inglés (ambos xD) un ratillo contándonos aventurillas y qué hacíamos cada uno por aquí :). Mmm, ya había hambre y me apetecía comer un poquito en condiciones (a nivel de cantidad xD), así que en lugar de comer parte de la comida que llevaba (latas, fiambre y tal) decidí bajarme al restaurante/cafetería del hostel y pillarme aquí una pizza con una cervecita, que tenían muy buena pinta y a unos precios relativamente asequibles contando con las latitudes en las que estamos. Además, tampoco había ninguna gana de salir a buscar fuera algo para comer ahora…
Mientras comía la pizza y veía el partido en la tv aproveché para conectar con el móvil vía wifi y llamar por tlf… para a continuación subirme de nuevo a la habitación y conectarme un ratillo a Internet con el portátil mientras mi compi cenaba en la habitación comida que traía. Al baño para asearse un poquito (baños impecablemente limpios) y a intentar dormir. La habitación estaba frente a una de las cocinas, por lo que hubo un poco de jaleo… al menos por suerte no duro mucho más (aunque ya comencé a usar los tapones). Tenéis una amplia y completa revisión del alojamiento en cuestión, el cual, a pesar del precio (y eso que era de lo más baratillo en Helsinki), es totalmente recomendable ya que tiene unas instalaciones cojonudas y muy bien situado (si el ferry te deja en este lado jeje, además se puede ir andando a los principales lugares de interés). Aquí tenéis la review del Eurohostel.
Había sido un día muy largo visitando una ciudad sorprendente como Tallínn. Una ciudad agradable, manejable, con un amplio legado histórico… y con un casco histórico precioso y muy bien conservado (lastima no haber probado la comida y comprobado la vida nocturna de la ciudad). Tallínn es una ciudad desconocida para muchos viajeros y, poco a poco, sin duda, está recuperando el terreno perdido respecto a otras capitales nórdicas… totalmente recomendable su visita si tenéis la posibilidad. Y ahora tocaba Helsinki.
La noche estaba fría, la habitación estaba fresquita… pero daba un gustito impresionante taparse en la cama teniendo el radiador al lado jeje. Por suerte, aunque por mi mente continuaran pasando miles de imágenes y pensamientos acerca de mi emigración y haber abandonado mi país sabiendo que sólo estaba en el segundo día de mi aventura, esta noche iba a poder dormir mejor. ¡¡¡Mañana más!!!