Visitar, qué ver y qué hacer, en Islandia.
Cascadas del Sur de Islandia – Vol.3: Fjaðrárgljúfur, Systrafoss, Foss a Sidu, Svartifoss.
(Cascada) Cañón Fjaðrárgljúfur en Islandia.
El cuarto día de ruta en Islandia se presentaba como uno de los más largos, extensos y saturados de todo el viaje Islandia ’19 (9 días), comenzando en el camping de Vik, terminando en el camping de Skaftafell y, entre medias, muchos kilómetros en camper y muchas visitas espectaculares repartidas por el Sur de Islandia. Una de ellas, siendo una de las más impresionantes del día (uno de esos lugares tan espectaculares a nivel natural y visual que se te queda grabado en las retinas), era el presente Fjaðrárgljúfur.
Y sí, cierto es que aquí hay una pequeña «trampa», ya que no hablamos de una cascada como tal, sino de varias y diferentes cascadas que se encuentran en el cañón Fjaðrárgljúfur. Pero debido a las características del mismo y las cascadas que presenta, creo que he tomado la decisión correcta al incluirlo (y de forma bien merecida) entre las 14 cascadas más espectaculares del Sur de Islandia. Creo que vosotros estaréis todos de acuerdo ;).
Fjaðrárgljúfur es una auténtica pasada y uno de los lugares más brutales que vimos durante nuestro viaje a Islandia como indicaba. Igualmente, su accesibilidad y sus características geológicas, naturales y paisajísticas, lo convierten en un obligatorio a conocer y disfrutar en todo recorrido por el sur de Islandia. Lugar famoso, especialmente en los últimos años y debido a aspectos musicales, ya que la formación pop/rock estadounidense Twenty One Pilots filmó aquí en 2018 el vídeo musical Jumpsuit, y el analfabeto Justin Bieber grabó aquí en 2015 el vídeo musical I’ll show you.
Y ello, parece ser, originó tal afluencia de público desde entonces para fotografiarse en los mismos lugares que el chavalito, que el Ministro de Medio Ambiente y las autoridades pertinentes tuvieron que cerrar temporalmente el acceso a Fjaðrárgljúfur en 2019. Tal volumen de visitantes era inasumible y amenazaba de forma muy seria el medio ambiente, por lo que se tuvo que tomar una decisión drástica… Ahora, de hecho, hay más zonas valladas, vetadas e inaccesibles que hasta entonces…
Ah, por cierto, la película Thor 2: el mundo oscuro, presenta varias escenas rodadas en el cañón Fjaðrárgljúfur (en la cascada Skógafoss también se rodaron algunas escenas).
En fin, ¿y qué es realmente Fjaðrárgljúfur? Hablamos de un serpenteante cañón de paredes escarpadas de palagonita negra y exuberante vegetación, atravesado por el río Fjaðrá (originado en el campo de lava Geirlandshraun, cayendo al cañón desde un acantilado formando una preciosa cascada, y llegando hasta el río Skaftá tras atravesar el mismo), de 2km de longitud y hasta 100m de profundidad y creado por la erosión del agua de los glaciares en la roca durante milenios.
Parece ser, y resumiendo, que el cañón se formó durante la última Edad de Hielo (aunque el origen de la estructura geológica se sitúa hace 2 millones de años), siendo en origen un glaciar que, tras retroceder y formarse un lago donde se depositaron gran cantidad de sedimentos, la roca se fue erosionando por la fuerza del agua, hundiéndose el terreno y continuando la erosión hasta que poco a poco se fueron retirando las aguas…
Bien, el cañón Fjaðrárgljúfur se encuentra situado a unos 20min de la población Kirkjubæjarklaustur, situándonos en todo momento en nuestra ya bien conocida Ring Road, la cual abandonaremos por la carretera 206 (a nuestra izquierda, yendo en dirección Skaftafell), un «camino» en bastante mal estado por donde iremos despacito, y que continuaremos durante poco más de 2km hasta llegar a un cruce…
A nuestra izquierda (o recto vamos) el camino que realmente debemos coger y que, en apenas unos cientos de metros, nos lleva hasta un parking habilitado a los pies del cañón. Desde el parking, unos metros más adelante la carretera continúa cruzando el río. A nuestra derecha, un sendero nos llevaba por el borde de Fjaðrárgljúfur para realizar nuestra visita…
¿Qué ocurre? Que nosotros, llegados al punto del desvió, no lo vimos nada claro debido a las lamentables condiciones del camino de grava. Habíamos comprobado que el camino a nuestra derecha (y que lleva hasta Lakagígar), también permitía llegar al cañón, aunque no accediendo al mismo directamente (no había un parking al pie del mismo y había que recorrer unas decenas de metros a pie vaya). Por ello, decidimos continuar a nuestra derecha y probar (si no lo veíamos claro, volveríamos sobre nuestros pasos y tomaríamos el otro camino citado).
La presente carretera de grava tampoco es que estuviera muy allá, pero bueno, continuamos unos metros hasta que vimos un pequeño apartadero a modo de parking a nuestra izquierda, donde había también bastantes vehículos. Perfecto, dejamos nuestra camper y, desde aquí, también hay un sendero habilitado para, atravesando la estepa, llegar al cañón a su altura media. Obviamente aparcar aquí supone que debemos realizar un (corto) paseíto hasta el mismo (al contrario que en el otro parking donde ya estamos a los pies de cañón), pero supone otra visión de Fjaðrárgljúfur y de nuestro entorno que bien merece la pena… Y a nuestra izquierda, «allí abajo», ya vimos el otro parking, el cual estaba petadillo…
¡Bien, tocaba, ahora sí, visitar el increíble cañón Fjaðrárgljúfur! Además, por suerte, el día acompañaba, y en este momento, aunque hacía bastante fresquete y viento, no llovía, y eso ya era muy importante para poder visitar y disfrutar sin problemas el cañón ;).
Hoy en día el río Fjaðrá tiene poco volumen a lo largo del año, por lo que es posible recorrer sus laderas por el interior del cañón y bajo las empinadas y escarpadas colinas, en lo que tiene que ser una ruta y recorrido simplemente espectacular a tenor de imágenes y testimonios… Obviamente ello requiere tiempo, no siendo igualmente una ruta recomendable en según qué temporadas como Invierno o Primavera/Otoño, ya que las condiciones climatológicas y ambientales son complicadas y peligrosas incluso para personal experimentado.
El nivel de agua sube, el hielo provoca desprendimientos, las precipitaciones originan caminos embarrados y resbaladizos… Así que mucho cuidadito; la seguridad es lo primero. De hecho, es bastante probable que ni siquiera uno pueda llegar hasta aquí al estar las vías y carreteras complementa impracticables e inoperativas :S.
Todo ello también es aplicable a la ruta habitual para visitar el cañón (que es la que realizamos nosotros y la que realizan la mayoría de visitantes), siendo ésta visitar Fjaðrárgljúfur por su parte superior, caminando por el borde del mismo y el acantilado a lo largo de varios senderos y caminos habilitados, hasta una plataforma metálica de observación creada sobre el acantilado con unas vistas simplemente increíbles :O.
Aunque uno sea reiterativo (y aunque parezca obvio, pero hay que repetirlo continuamente), NO hay que salirse de los senderos habilitados y caminos marcados. Como ya indiqué anteriormente, no solo se ha tenido que cerrar Fjaðrárgljúfur en ocasiones por seguridad debido a las malas condiciones existentes, sino que se ha tenido que cerrar en varios momentos de forma temporal debido a los distintos y habituales animalitos que, y más allá de masas, no cumplen, ni los requisitos de seguridad personal, ni los requisitos de seguridad medioambiental, saliéndose de los caminos y senderos habilitados, y perjudicando y destruyendo así (en ocasiones de forma irreparable), la fauna y flora protegida.
Así que, como con cualquier otro lugar, respeta las indicaciones y no seas un puto descerebrado, Fjaðrárgljúfur ha tenido que cerrar en varias ocasiones. Y, seguro y más allá de todo lo indicado, no querrás que se encuentre cerrado durante tu viaje a Islandia y no poder visitarlo, ¿verdad? ;).
Bien, nosotros nos encontramos con ciertamente mucha gente… Pero bueno, no vimos, que recordemos, nadie haciendo el animalito. Eso sí, en lugares como la plataforma de observación tal cantidad de gente puede ser un poco agobiante (con un nutrido grupo de chinos con palos selfie dando por culo :S). En fin, tal cantidad de gente puede quitarle un poco de magia al entorno, pero el mismo y su belleza se sobrepone a absolutamente todo ;).
Un Síndrome de Stendhal nos hizo perder la noción del tiempo, realmente no sé el tiempo que dedicamos a Fjaðrárgljúfur, pero intentamos disfrutarlo desde todos los ángulos que los senderos y caminos nos permitían, acercándonos, con cuidadito a aquellos lugares permitidos casi al pie del acantilado para intentar ver el mismo desde distintas perspectivas (a alguno, otros daban miedito :S), al igual que las distintas cascadas que se encuentran en el cañón, destacando la más tocha (en caudal y altura), que podemos visualizar desde la plataforma de observación :O.
En fin, una auténtica maravilla obligatoria a visitar y disfrutar en nuestro viaje a Islandia y nuestro recorrido por el sur del País de Hielo y Fuego siendo, sin duda, uno de los más espectaculares entornos naturales que conocimos en Islandia y que se nos ha quedado grabado en nuestra memoria (y donde vas a poder sacar unas fotos increíbles). Tras su visita y volver a la camper, nuestro camino continuaba, en un día muy muy largo…
Cascada Systrafoss en Islandia.
La segunda cascada de nuestro cuarto día de ruta por Islandia, y tras visitar el brutal Fjaðrárgljúfur, continuaba en nuestra camper por la Ring Road y una parada que no es muy habitual, pero sí ciertamente recomendable siempre y cuando el tiempo te lo permita.
La cascada Systrafoss no es una de las más famosas, visitadas o/y espectaculares del Sur de Islandia, pero su visita merece la pena a tenor de estar muy cerquita de la Ring Road (apenas debemos tomar un pequeño desvío), ser muy poquito visitada (por lo que la podremos visitar, probablemente, en soledad, como fue nuestro caso), y tiene una importante curiosidad (ya que es una «cascada doble»).
También llamada «las cascadas hermanas» (de hecho ello significa Systrafoss) o «la cascada de las monjas» (llegaremos a ello xD), la misma es visible desde la carretera, en una visión espectacular con las dos caídas gemelas emergiendo desde la parte superior de la colina y cuya caída se pierde entre la vegetación y tras una serie de casas y complejos que se encuentran a pocas decenas de metros de la misma…
Callejeamos un poquito, y aparcamos finalmente frente a la cascada. Bueno, frente a una zona arbolada con varias mesas de picnic habilitadas a modo recreativo (y algunos paneles informativos), y todo ello completamente solos y en silencio, mooola :D. Únicamente escuchábamos el sonido del agua, del río frente a nosotros que nos lega la cascada Systrafoss a sus espaldas, donde vemos perfectamente las dos caídas independientes, una al ladito de la otra, como dos hermanas…
Systrafoss presenta una caída de más de 60m desde lo alto de la colina al cañón o grieta Fossárgil, y se encuentra en el recorrido del rio Skaftá (con 115km de longitud), siendo nutrida por el cercano lago Systravatn (o «lago de las hermanas»). De hecho, a la izquierda del citado espacio recreativo (la caída del agua de la cascada y el río queda a su derecha), encontramos un sendero habilitado que nos lleva hasta a un mirador en la parte superior de la cascada y, desde aquí, un camino de dificultad baja y en apenas 15min, nos lleva hasta el citado lago.
Bien, Systrafoss, y entorno donde nos encontramos, se encuentra cerca de Kirkjubæjarklaustur (nombre muy sencillito, como todos en Islandia ;)), lugar donde hubo un monasterio y convento desde 1186 a 1550 ocupado por monjas, y Systrafoss hace referencia a las mismas (como indicaba anteriormente). Entorno (lago y río) que, parece ser, era un lugar habitual de baño y descanso de las monjas, y que guarda una historia y una leyenda…
La misma nos cuenta que dos monjas que se encontraban un día en el lago, y vieron un hermoso peine dorado saliendo del mismo, sujetado por una mano (¿?). Una de las monjas se metió en el lago intentando alcanzar el peine, en la zona más profunda, con la desgracia de que se ahogó :S. La otra monja, a la expectativa, también quería el peine, pero no sabía cómo llegar al mismo sin correr la misma suerte que su compañera… De repente, vio un caballo islandés junto al lago, el caballo se arrodillo y la monja pudo montarlo, entrando al lago en busca del peine… Y nunca más se supo qué paso con la monja y el caballo :O. De nuevo, una leyenda islandesa más que curiosa en otra cascada más que recomendable a visitar en el Sur de Islandia… Otra versión, nos indica que las dos monjas se lanzaron juntas al agua en busca del peine (también se indica que podía ser un anillo), y se ahogaron juntas…
Sí, ya da mal rollito acercarse al lago ciertamente… A nosotros nos hubiera encantado realizar la rutilla indicada subiendo a la parte superior de la cascada, y de ahí al lago en una agradable y cortita rutilla senderista (además el entorno natural, para variar, es precioso), pero el tiempo apremiaba en la ruta del día, por lo que nos conformamos con la cascada y el río, y subir un poquito por el sendero (bien reforzado con troncos para evitar deslizamientos y desprendimientos) adentrándonos en la colorida naturaleza, y así poder visualizar la cascada y su caída desde otra visión más cercana y más en altura. Igualmente, y de hecho, la cascada es una en origen, pero en su parte superior e inicio de caída, choca contra una enorme roca, momento donde se separan.
Sentimos más de cerca la fuerza de la misma, visualizando en mayor medida las dos caídas y viendo la grieta donde cae… Aquí pasa por debajo de una roca, saliendo ya en forma de río que vemos anteriormente. Realmente Systrafoss no es una cascada como tal en su concepto más «purista»; el agua no cae de forma abrupta y agresiva, sino que se desliza suavemente por la roca de la ladera.
Otra cascada que nos ha encantado y ha supuesto un agradable descubrimiento. El día y la ruta continuaba…
Cascada Foss á Síðu en Islandia.
La penúltima parada del día en nuestra ruta por el Sur de Islandia, y previa a llegar al camping dónde íbamos a pasar la noche a los pies del Parque Nacional Skaftafell Vatnajökull, nos llevaba a la cascada Foss a Sidu; una parada prevista en la ruta (siempre y cuando exista tiempo, íbamos bastante pilladitos) debido a su cercanía a la carretera de circunvalación Ring Road… De hecho, es visible desde la misma y apenas supone un pequeño desvío, siendo posible su visita de forma rápida y sencilla, como hicimos nosotros…
Tanto desde la propia carretera como desde el mismo lugar donde podemos dejar nuestro vehículo (no hay parking habilitado, pero sí suficiente espacio para varios vehículos en una pequeña explanada de grava), su visión es realmente llamativa, cayendo de forma perpendicular desde lo alto del acantilado a una altura de 30m, rompiendo con fuerza sobre las negras rocas de basalto, y creando otra pequeña caída con varios chorros…
La cascada es alimentada por el río Fossa, el cual a su vez es alimentado por el cercano lago Þórutjörn (hay una ruta de senderismo que nos lleva desde aquí al mismo lago, subiendo por el acantilado), siendo Foss a Sidu ciertamente una cascada con no mucho caudal, por lo que es muy habitual que con vientos extremos, la cascada «fluya hacia arriba» :O.
Foss á Síðu hace realmente referencia a una pequeña granja (la granja Foss y la cercana granja Hörgsland), a una pequeña finca aquí situada y habitada desde del s. IX (mencionada en el «Libro de los Asentamientos»; una de las primeras obras escritas de Islandia y referencia para los historiadores). Y, cómo no, aquí también tenemos presente una leyenda del folclore islandés que nos remite al s. XVI… Hablamos de un fantasma que deambula por Foss a Sidu, el fantasma de un perro llamado Móri que sigue apareciéndose por la granja, la cascada y su entorno… y que lleva consigo una maldición a un (parece ser), mal hombre y mala persona (y su familia)…
¡Y hablamos de una maldición de 9 generaciones! :O. Eso sí, nunca Móri ha hecho daño a otras personas ajenas a tal familia… Sin embargo, y a pesar de todo, la granja sigue existiendo y sigue habitada, situada en un pequeño montículo o colina prácticamente frente a la cascada y el acantilado… Lo que no sé, tras haber investigado, es si siguen aquí «viviendo» los descendientes de la familia…
En fin, un camino de grava habilitado nos separaba de los pocos metros que nos conducía hasta las cercanías y casi la base de la caída de la cascada. Frente a nosotros, una visión espectacular en los ya característicos tonos oscuros del basalto y verdes de la vegetación y el musgo, que hace de Foss á Síðu una de cascadas del Sur de Islandia más fotogénicas, sin duda alguna :D.
Nos hubiera gustado invertir más tiempo en la misma y acercarnos un poquito más, pero creímos que la visita y el tiempo dedicado e invertido era suficiente y correcto para una cascada pintoresca y obviamente recomendable. Además, prácticamente «frente a Foss a Sidu» encontramos Dverghamrar, donde sí invertiremos probablemente más tiempo que en la cascada, y que supone una agradable visita «conjunta» en nuestra ruta por el sur de Islandia.
Cascada Svartifoss en Islandia.
Nuestro sexto día en el viaje a Islandia ’19 (9 días), nos dejaba una última cascada para el recuerdo, la última cascada que íbamos a visitar en nuestro increíble y recordado viaje por el País de Hielo y Fuego. Y no podía ser una mejor y brutal elección (marcada obviamente por nuestra ruta por el país), que la imprescindible y obligatoria cascada Svartifoss :D.
Sobre la marcha, dos noches habíamos pasado en el camping de Skaftafell, a los pies del increíble y gigantesco Parque Nacional Skaftafell Vatnajokull. El Parque Nacional Skaftafell (establecido en 1968) y el Parque Nacional Jökulsárgljúfur (establecido en 1973), son a su vez parte del Parque Nacional Vatnajokull, creado en 2008, (con el glaciar Vatnajokull como el mayor de Europa en volumen, y que supone el 14% de la extensión total de Islandia), y lugar donde habíamos realizado una brutal aventura de senderismo y trekking por el glaciar Vatnajökull Skaftafell, en una auténtica experiencia Interstellar de otro mundo…
Una noche lluviosa y fría en la camper, con un nuevo día que había amanecido bastante despejado y con una temperatura agradable, para un madrugoncillo importante… Nos esperaba un día muy largo, con muchas visitas, muchos kilómetros en nuestra camper, y finalizar reventadísimos en una Reikiavik que nos recibiría fría y lluviosa… Pero antes, y para comenzar el día como indicaba, Svartifoss nos esperaba ;).
En primer lugar, sacamos la camper del camping, para dejarla justo al ladito en el Centro de Información Skaftafell, el cual se encuentra adyacente al camping (de hecho sales por aquí). En el citado Centro de Información tenemos baños públicos, puestecito de comida, y es posible, obviamente, conseguir toda la información que requiramos acerca del Parque Nacional Skaftafell Vatnajokull, el glaciar, y las distintas rutas senderistas que encontramos en la zona, incluyendo también toda la info referente a la cascada Svartifoss.
Cuidado, no siempre tal parking está operativo o está disponible para los «vehículos genéricos» (sino para operadores turísticos y demás). En tal caso, hay un parking habilitado para más de 200 vehículos el suroeste del camping (pegado y adyacente al mismo también vamos), entre el camping y la carretera que nos lleva al mismo desde el desvió de la carretera principal o Ring Road.
Volvemos a entrar en el camping, ya a pie, hasta el pequeño y único edificio o complejo que encontramos dentro del camping como tal, lugar donde se encuentran los baños públicos y las oficinas. Detrás del mismo, apenas unos metros nos separan del comienzo de la ruta. Hay varios paneles informativos e indicativos aquí situados, con la información de las diferentes rutas senderistas, por lo que no tenemos pérdida alguna y, en todo momento, deberemos seguir las indicaciones respecto a la ruta que vamos a realizar (aquí comienzan varias rutas distintas, varias de las cuales comparten parte del camino).
La ruta a la cascada Svartifoss está marcada como «Hiking Trail S2», en tono azul, siendo la ruta más popular (y más «asequible») a realizar aquí. Asequible y apta para casi todos los públicos con una mínima forma física. La ruta senderista es exigente, pero factible (y perfectamente marcada), aunque hay varios tramos con una pendiente rompepiernas considerable. Ah, y cuidadito con las circunstancias climatológicas (y no te olvides de ir bien equipado, obviamente)…
Bien, podemos realizar la ruta ida/vuelta lineal de 3,6km y 1h30min, la ruta circular de 7,4km y 3h (ambas con inicio y fin en el camping de Skaftafell), o, si tenemos tiempo y ganas, hacer una pedazo de ruta de 16,7km hasta las montañas de Kristínartindar, entre los glaciares Skaftafellsjökull y Morsárjökull. Obviamente, hicimos la ruta ida/vuelta lineal de 3,6km y de aproximadamente 1h30min, con aproximadamente 140m de desnivel…
Ciertamente, la ruta la realizamos bastante rapidito, ya que teníamos un día muy largo por delante y el tiempo apremiaba. Pero disfrutando de la misma a cada paso y deteniéndonos todo el tiempo necesario para sacar fotitos, descansar y picar algo del avituallamiento que llevábamos… y dejarnos embaucar por el espectacular y bellísimo entorno natural de frondosa vegetación en el que nos encontrábamos; naturaleza salvaje en el habitual lienzo Islandés salpicado de distintos colores y tonos ocres y verdes :D.
Bien, la ruta a la cascada Svartifoss nos llevó por empinados tramos de montaña con (parte del recorrido) senderos perfectamente habilitados y señalizados hasta llegar, finalizando la subida, a un mirador en lo alto de la colina, donde ya es visible parcialmente la cascada Svartifoss, situada a nuestra izquierda y emergiendo blanca y pura en el centro de un «punto negro» en mitad del bosque que nos rodea… La visión es espectacular sin duda, y eso que todavía no habíamos llegado…
Desde aquí, continuamos por el trayecto en ligera bajada (cuidadito al pisar, hay algún tramo de rocas más complicadillo), pasando por otro mirador donde ya tenemos frente a nosotros Svartifoss; vemos su caída, el acantilado, el río y el puente o pasarela que cruza el mismo… Hasta llegar (por un estrecho camino irregular), a un camino que se bifurca, a nuestra derecha llegamos a la citada pasarela sobre el río. Desde aquí, como es obvio, de nuevo obtenemos una visión espectacular de Svartifoss a nuestras espaldas, lugar ideal para tomar fotos muy chulas ;).
Desde aquí, si cruzamos el río por la pasarela o puente hasta la otra orilla, continuaremos por otro de los recorridos y rutas senderistas (en concreto por la ya reseñada ruta circular), bordeando la cascada por su parte izquierda y pasando por su superior (con vistas también increíbles a tenor de las imágenes vistas). Tal ruta nos llevaría atravesando los restos de la antigua granja Gömlutún y sus campos de pastoreo y agricultura, atravesando el barranco Estragil, pasando por tres cascadas (Þjofafoss o «cascada de los ladronres», Hundafoss o «cascada de los perros» y Magnúsarfoss o «cascada de Magnus»)…
Bien, volvemos sobre nuestros pasos y continuamos por el estrecho camino a nuestra izquierda y, tras unas decenas de metros, llegamos al punto final y clave de nuestra ruta senderista… Nos encontramos en un mirador habilitado, de madera y metal, desde donde podemos observar la cascada, sin tener opción de salir del mismo y acercarnos a la base de la misma (por motivos de seguridad y protecciñon del entorno). Y, ahora sí, ante nuestros ojos, la espectacular cascada Svartifoss :D.
Frente a nosotros se encuentra un acantilado en forma de media luna compuesto por columnas hexagonales de basalto negro (por ello también se conoce a Svartifoss, de hecho es su traducción literal, como la «cascada negra»), una visión simplemente de otro planeta y que ya hemos tenido ocasión de ver en muchos otros lugares de Islandia (todos simplemente sobrecogedores), o por ejemplo en la increíble Calzada de los Gigantes en Irlanda del Norte, post que te animo a visitar para entender y comprender cómo se crean tales formaciones geológicas ;).
Formaciones geológicas tan características de Islandia, que han inspirado a diferentes arquitectos islandeses, como Guðjón Samúelsson al diseñar la espectacular Iglesia Hallgrímskirkja (y uno de los símbolos de Reikiavik), o el Teatro Nacional de Islandia en Hverfisgata.
En fin, una auténtica muralla geológica, negra y hexagonal que se erige frente a nosotros, en mitad del colorido bosque y, justo en su centro, cae la cascada Svartifoss desde 20m de altura rompiendo contra la roca, y continuando en el río suavemente a nuestra izquierda… Río Stórilækur que fluye desde el glaciar Vatnajokull y que alimenta la preciosa cascada Svartifoss que, aunque no sea ciertamente una de las más caudalosas o con una caída más importante, el entorno en el que se encuentra y el acantilado, originan una visión de otro planeta, de otro mundo primigenio como indicaba, siendo su visión, sin duda, una de las más bellas del país :O.
Bastante gente había por aquí ahora mismo (a ver, todos llegamos y nos juntamos en el mismo lugar xD), durante nuestra ruta también nos habíamos cruzado con algunos senderistas y visitantes… En fin, muchas fotitos sacamos aquí, disfrutando enormemente la que iba a ser la última cascada del sur de Islandia que visitábamos en nuestro viaje a Islandia ’19 (9 días).
Gran colofón para un espectacular viaje al maravilloso e increíble País de Hielo y Fuego. Sus diferentes cascadas nos han dejado alucinados y boquiabiertos, siendo, realmente, un simple aperitivo de todo lo que nos puede ofrecer un país de naturaleza salvaje. Ya llegarán, seguro, el resto de cascadas del país…