Visitar, qué ver y qué hacer, en Malta (Mdina, Rabat, Mosta).
Día 2 – 20.01.13: Malta(Mdina con Catedral, Murallas y St Paul Square. Rabat con Iglesia St Paul y Catacumbas San Pablo. Mosta con Rotunda, etc). Visitar, qué ver y qué hacer.
CRÓNICA: Día 2 – 20.01.13: Malta (Mdina, Rabat, Mosta). Segundo día en Malta visitando increíbles lugares a nivel histórico y cultural. Tras levantarme más tarde de lo previsto y quedar con una amiga que me pasó a recoger, nos fuimos a comer a un restaurante típico donde poder degustar especialidades locales: todo buenísimo. Ahora, ya solo, tocaba la visita a Medina; una espectacular y preciosa ciudad fenicia, antigua urbe defensiva y lugar de residencia del Apostol San Pablo, y que hoy presenta un importante legado barroco, una auténtica delicia caminar por sus calles empedradas y visitar sus amplios atractivos como la Catedral. A continuación, me dirigí a la ciudad de Rabat para, entre otros, visitar las increíbles y obligatorias Catacumbas de San Pablo. De nuevo con mi amiga, nos dirigimos a Mosta para visitar la brutal Iglesia circular de Mosta Rotunda, para volver de nuevo a Sliema, y despedirme del día disfrutando del fútbol y unas cervezas.
Segundo día en Malta… Día cultural e histórico a tope ;).
Bien, a media mañana, antes del mediodía, había quedado con una chica con la que había contactado unos días antes vía Internet. Me gusta conocer gente nueva, gente local que pueda aportarme algo, más aún cuando viajas fuera… siempre es interesante conocer gente local a la que poder conocer, con la que poder hablar y compartir alguna experiencia o simplemente una charla con unas birras.
La idea era intentar aprovechar la mañana en La Valleta, después quedar con ella, y a partir de aquí veríamos, aunque teníamos un planning previsto pero abierto.
No obstante, estaba cansadillo la verdad… y seguramente no me iba a dar tiempo a ver la capital en condiciones, así que decidí levantarme tarde (ni desayuné, ¡y tengo el desayuno incluido!), descansar, vaguear y ya quedar tranquilamente con ella. Por lo tanto, dejé que se me pegaran las sábanas, luego me duché, me vestí y bajé… Había quedado con Lorraine en la puerta del hotel, me pasaba a buscar con su coche e íbamos a comenzar la rutilla diaria.
Lorraine era de Malta, vivía en un pueblo en la zona centro de la isla, se dedicaba a la educación y a temas políticos. Apenas tenía tiempo pero hoy habíamos podido coincidir; ella tenía casi el resto del día bastante libre, le pareció interesante mi plan del día e, igualmente, le pareció interesante el hecho de poder conocernos. Había vivido en el Reino Unido y había viajado bastante… parecía una persona de mente abierta, así que nos íbamos a llevar bien (en algunos aspectos al menos) :P.
Bien, las 12:45 aprox. Rumbo a Mdina, ciudad a la cual llegamos en casi media horita… En Malta está todo cerquita y se llega relativamente rápido… si tienes coche claro (y aún así, porque las carreteras y el tráfico son un infierno, si no, realmente hubiéramos tardado 10min en llegar), en bus puedes flipar y dependes de los horarios… Añadimos también que hoy en Rabat (ciudad pegadita a Mdina y que luego visitaría), había un evento político donde se reunían tropecientas personas y al cual iba a asistir Lorraine, por lo que el tráfico era infernal y tardamos un huevo y parte del otro en encontrar un sitio dónde dejar el coche…
Bien, aparcamos ya en Rabat, pero al lado de Mdina. Entramos en la ciudad y nos dirigimos directamente a comer, Lorraine me llevó a un sitio típico y muy conocido en Mdina: el Fontanella Tea Garden. Sí, cierto que es un lugar turístico, pero por el contrario no es muy caro (los precios son bastante aceptables), la atención es muy correcta, la carta es amplia y variada donde poder probar degustaciones locales, y puedes degustar la comida en una terracita al aire libre en la parte más alta de la muralla (que es donde se encuentra el restaurante), con unas vistas espectaculares. Hubiera venido aquí igualmente aunque hubiera venido sólo, ya que es un lugar famosillo y recomendado y yo, por mi parte, lo recomiendo igualmente ;).
Aquí probé algún plato típico de Malta, como podía ser el ftira («bocadillo» de pan tradicional relleno de aceituna, tomate, pasta, judías, atún, etc…), también la ciabatta (otro tipo de bocadillo con otro tipo de pan), pizza tradicional maltesa, cerveza Cisk obviamente y, de postre (el Fontallea Tea Garden es reconocido también por su repostería tradicional y artesanal), una tarta/bizcocho de chocolate para chuparse los dedos.
Todo muy rico, aderezado con unas espectaculares vistas de gran parte de la isla (estábamos situados casi en el centro de Malta), desde aquí se podía ver Sliema, St. Julian’s…
Pues nada, tras la comida, Lorraine y yo nos despedimos hasta dentro de unas 4 horitas, ya que ella se iba para Rabat al «meeting político», yo iba a visitar Mdina y, cuando fuera para allá, mandaba whatsapp xD.
Aquí comenzaba mi visita a Mdina, guía en mano con mi mapita, para no perderme absolutamente nada ;). Es un pueblecito de apenas unos 250 habitantes que vive del turismo y su increíble legado histórico y cultural. Fue en inicio un asentamiento fenicio fundado en el 700 a.C, llamado «Melita», de dónde proviene el actual nombre del país. Con los romanos, la población se convirtió en un municipium y la tradición mantiene que el Apóstol San Pablo residió en la ciudad tras su naufragio en Malta. Posteriormente con la llegada de los árabes, éstos rebautizaron la ciudad como Mdina, la fortificaron y la separaron de la vecina Rabat… Los normandos conquistaron la ciudad en el 1091 D.C, ampliaron el foso y la muralla.
Ya en el 1563, la ciudad pasó a manos de los Caballeros Hospitalarios y, aunque mantuvo su poder a nivel religioso, fue perdiendo su poder político en favor de otras ciudades como Birgu. En 1693, debido al devastador terremoto que asoló la isla, la ciudad fue reconstruida en estilo barroco, siendo el estilo predominante que podemos ver hoy.
Mdina es una ciudad muy pequeñita y manejable, ya dependiendo del tiempo que le dediques a las visitas y a pasar por la ciudad, tu visita se extenderá más o menos… pero con 3 horas podría ser suficiente. Realmente es una delicia pasear y caminar tranquilamente por la ciudad; el legado barroco es impresionante, está muy bien cuidada, limpia, y a cada esquina nos encontramos con una callecita medieval que hemos de recorrer para ver a dónde nos lleva… siempre bajo el color anaranjado a veces, rosáceo a veces, y amarillento a veces… de la roca con la que está construida esta ciudad y toda la isla según la incidencia del sol… Un placer caminar en Mdina como indicaba, olvídate del mapa (no te vas a perder en ningún momento), y recorre tranquilamente la pequeñita, espectacular y maravillosa Mdina…
Tras callejear desde el restaurante unos minutos por Bastion Street, llegué hasta el lugar más importante y visita obligada en Mdina: La Catedral de San Pablo. La Catedral está construido en estilo barroco y se construyó en lo que fue la mansión del gobernador romano Publio, el cual fue bautizado por San Pablo en el año 60 d.C. Tras los árabes, los normandos construyeron aquí una iglesia que fue destruida en el terremoto de 1693… La reconstruyeron entre 1697 y 1702, ampliándola, tal y como la conocemos hoy.
La fachada exterior, a pesar de su sobriedad, se ve recompensada con un interior espectacular. Hay varios elementos recuperados de la antigua iglesia normanda, frescos y pinturas de gran interés (incluyendo el óleo que ilustra la Conversión de San Pablo), también hay una importante colección de joyas, monedas de plata y tallas en madera de Alberto Durero. Las cúpula y sus frescos son igualmente dignos de mención.
No obstante, lo más impresionante de la Catedral es el suelo… Sí, el suelo, el cual está cubierto de lápidas pertenecientes al clero y a la nobleza de Malta. Lápidas a cada cual más preciosa, los diseños de las mismas son espectaculares e invitan a sacar fotos continuamente y leer quién está enterrado en las mismas, y así entender la relación entre el personaje histórico enterrado y el «dibujo» y diseño de la lápida.
Sin duda, visita totalmente obligatoria a la que le dedicarás el grueso de tu visita a Mdina ;).
Salí de la Catedral y me encontraba frente a la misma, en St. Paul Square, un plaza rodeada de interesantes edificios barrocos: la Casa del Magistrato, Town Hall, el Palazzo Gratto Murina o el Palazzo Santa Sophia. Giré a la derecha por Bishop Square, donde nos encontramos el Palacio del Arzobispo y el Museo de la Catedral, dos visitas más que interesantes :). Giré a la derecha por St Paul Street, a la derecha de nuevo por Mesquita Street y otra vez a la derecha por Villegaignon Street (la arteria principal de Mdina), pasando por el edificio Banca Guiratale y dejando St. Paul Square a mi derecha.
Continué recto por la citada calle, aunque en ocasiones me desviaba a izquierda o derecha (esos callejones empedrados y estrechos siempre son superior a mis fuerzas y quiero saber dónde van xD), pasando por el Carmelite Convent, la Iglesia de St. Roque, y los preciosos Palazzo Costanzo y Norman House (éste en concreto, es uno de los edificios más antiguos de Mdina, podemos ver diferentes colecciones que recuerdan la historia de la isla, de la ciudad y de los Caballeros de San Juán). Así hasta llegar a Bastion Square, al ladito de dónde había comido antes… Desde aquí, al igual que desde el restaurante como indiqué anteriormente; tenemos unas vistas espectaculares, ya que estamos en la zona más alta de Medina, pegaditos a la muralla.
Estuve unos minutos por aquí, de nuevo, admirando las vistas y continué callejeando por St. Agatha y Esplanade, bordeando la muralla por Magazines Street. Estaba disfrutando enormemente la visita a Mdina, como ya he dicho: ¡me encantan sus calles y callejones medievales!, además había muy poquitos turistas en tal magnífico entorno, por lo que la mayoría del tiempo te encontrabas únicamente tú callejeando :D.
Giré a mi izquierda por St. Peter Street y a la derecha, de nuevo llegando a St. Paul Square y me dediqué a callejear por «la parte trasera» de los Palazzos Gatto Murina y Santa Sophia. Llegué hasta St. Nicholas Street y la iglesia del mismo nombre y giré a la izquierda por Mesquita Street y la plaza, igualmente, del mismo nombre xD. Justo aquí, es la única zona de Mdina que vi más descuidada, más «vieja» y con algo de suciedad…
Aquí enlacé con Inguanez Street, una calle empinada y paralela a la muralla, donde vi dos japonesas con unos megatacones de flipar, caminando sobre los adoquines… Ya no es que anden como patos, es que joder… a quién se le ocurre, pero sí: mujeres y tacones en las calles de Toledo y en las calles de Mdina, cosas incomprensibles xD.
Bien, aquí tenemos la Casa Inguanez, un par de iglesias, Nunnery of St. Benedict, Herald’s Loggia y la Corte Capitanale. Una agradable zona con un par de pequeñas plazas, una de ellas a las puertas de un hotel con terraza donde poder tomar algo.
Bien, a unos pocos metros tenemos la Main Gate; la entrada principal de Mdina y principal vía de comunicación con Rabat, ya había más turistas por aquí… Justo en la Main Gate tenemos la Tower of Standard; una torre parte de la fortificación defensiva, y frente a ella podemos ver el Vilhena Palace y Mdina Dungeons; antiguas mazmorras, corredores y cámaras excavadas bajo el Vilhena Palace, y que se utilizaron en el pasado como calabozos y salas de torturas.
Pues nada, la visita a Mdina había terminado, sólo quedaba cruzar el puente que cruza el antiguo foso (había partes del foso y la muralla que desde aquí se podía ver cómo estaban valladas y estaban siendo restauradas) y «entrar» en Rabat…
Sin duda, y me reitero; Mdina había sido una agradable «sorpresa», ya que superó las expectativas, me encantan las ciudades medievales como bien sabéis ;), de lo mejorcito de mi visita a Malta :D.
Crucé el puente… ¡y ya estoy en Rabat! Rabat sí es más grandecillo, con unos 12.000 habitantes… Anteriormente, hasta la construcción de las murallas y la fortaleza en Mdina, Rabat y Mdina estaban unidas y, físicamente, no hay ninguna separación como tal; están pegadas… Fue cruzar el puente y ya estar tooodo petado de peña por todos lados, en gran parte, debido al meeting político que había en Rabat, y que había traído gente, coches y autobuses de todas las partes de la isla. Yo, raudo y veloz, me dirigí al principal destino turístico de la ciudad y por lo que realmente es más conocido Rabat: las Catacumbas de San Pablo y Santa Ágata.
En apenas 10min llegué a las mismas, a pesar de lo que pueda parecer por el caos de las calles y sus recovecos, mapa en mano es fácil :). Fui bordeando la ciudad por Triq Nikol Saura, pasando por las Iglesias de St. Augustine y St. Francis, para después girar a la derecha pasando por St. Paul’s Church & Grotto (a la que volvería luego), y tomando la calle de Sant Agata.
Llegué justito no obstante, de ahí que fuera raudo y veloz jeje, ya que las catacumbas cierran a las 17 y la última entrada es a las 16:30, y justo a las 16:30 estaba comprando el ticket xD. La putada es que sólo iba a tener media horita para visitarlas :(, pero bueno, menos es nada…
Nunca había visitado un lugar así, estaba ansioso por conocer estas catacumbas… descubiertas a finales del s.XIX tras una serie de excavaciones. Probablemente, las primeras catacumbas eran parte de un pequeño hipogeo, el cual fue agrandándose y uniéndose con otros hipogeos hasta formar un enorme complejo laberíntico de 2000m2, formando así, el complejo subterráneo más grande existente en Malta. Éstas, las catacumbas, eran usadas en época romana para enterrar a los muertos. También las catacumbas era el lugar donde los primeros cristianos se reunían en secreto hasta que Constantino I hizo del cristianismo la religión oficial del Imperio Romano… Entonces, una de las cámaras de las catacumbas se convirtió en una capilla cristiana y se decoró la misma con pinturas bizantinas. Se guardan varios frescos en ambas catacumbas que son un importante legado y patrimonio cultural, tanto para Malta y el cristianismo como para toda la humanidad.
Primero eché un vistacillo por el complejo externo y después tocaba bajar la estrecha escalera hacia las catacumbas de San Pablo… Según vas bajando se empieza a notar la diferencia de temperatura con el exterior, al igual que la iluminación obviamente… está muy oscuro, apenas se ve nada, sólo unas pocas luces tenues iluminan la estancia principal a la que llegas una vez bajas las escaleras. Son dos grandes cámaras sustentadas por columnas de estilo dórico y supuestas «mesas» utilizadas para banquetes y ceremonias. También hay una pequeña estancia, junto con varios nichos, se guardan lápidas auténticas con diversos grabados paleocristianos. Alrededor de las cámaras centrales, se articulan el resto de estancias, el resto de cámaras, las catacumbas en sí… Hay un itinerario organizado, señalado por números, sólo tienes que seguirlos (te dan un audioguía también para que puedas seguir cada número en orden con su explicación).
Simplemente espectacular… vas deslizándote por las distintas cámaras, subiendo, bajando (ya que no están a distintas alturas), deslizándote semiagachado por pequeños corredores, llegando a estancias completamente a oscuras que sólo puedes iluminar con el móvil, disfrutando del silencio… Y a tu alrededor, decenas, cientos de tumbas y nichos donde, en otros tiempos, reposaron probablemente miles de cuerpos cristianos…
¡Es una pasada, en serio, espectacular! Más aún siendo yo la única persona realizando la visita, en completa soledad y silencio jeje, es un plus añadido muy importante ;). Media horita no era mucho como decía, pero suficiente para recorrerme «todas» las catacumbas de cabo a rabo y tener tiempo para volver por un par de lugares o tomar otros caminos no señalizados pero igualmente visitables. Eso sí, el enorme complejo de 2000m2 tampoco es visitable al 100%, hay sitios por los que no puedes pasar y, en varias ocasiones, piensas que te puedes perder porque no tienes muy claro por dónde ir o si se puede ir por ahí o no, al fin y al cabo el complejo es un enorme laberinto y, obviamente, está acondicionado para que no te puedas perder, ni desaparecer, ni vayas por zonas que no se pueden ir.
Decir también, por si no lo sabéis, que las catacumbas son independientes… es decir; que una cosa son las Catacumbas de San Pablo y otras son las Catacumbas de Santa Ágata… yo sólo pude visitar las primeras, las segundas ya no me daba tiempo, están situadas en la misma calle unos metros más adelante a la derecha.
En las Catacumbas de Santa Ágata, en superficie hay una pequeña iglesia, más luego las catacumbas subterráneas asociadas. Santa Ágata se refugió en esta cueva natural huyendo de la persecución romana, a su llegada a Sicilia, en el 251, fue encarcelada y torturada hasta la muerte. El conjunto subterráneo actual de catacumbas alberga varias cámaras independientes… Lástima no haberlas podido visitar también, es lo que hay…
En fin, subí las escaleras y salí a la superficie, volviendo a la civilización :P. Volvería sin dudarlo con más tiempo, ¡es obligatorio visitar las catacumbas! Objetivo cumplido, continuamos con la visita a Rabat…
Tampoco hay mucho más que ver en Rabat, y ya iba justito de tiempo puesto que había quedado con Lorraine en Rabat en breve una vez terminado el evento político y demás. Íbamos a quedar donde había aparcado, pero me dijo que ya había cogido el coche… yo le expliqué por dónde estaba y me dijo que me esperaba al lado… le pedí por favor que me diera 15min más jeje, así podía terminar la visitilla a Rabat.
Debido a que había terminado el meeting, charla, manifestación o lo que cojones fuera, empezó a salir peña por todos lados, con coches, pancartas, cánticos y demás… yo a mi bola…
A apenas un par de minutos de las catacumbas, volviendo por la calle de St. Agata y a la derecha, llegué, de nuevo, a St. Paul’s Church & Grotto. La iglesia, en estilo barroco, rivaliza con la Catedral de San Pablo en Mdina al ser más grande, más monumental y albergar la pequeña cueva donde se dice que San Pablo se refugió. Por desgracia, ya estaba cerrado y no lo pude visitar, es una lástima… :(. En fin, otra vez será…
Los alrededores de la iglesia son igualmente interesantes, ya que hay varias callecitas con recovecos y una plaza donde se encuentra una estatua de San Pablo, más un pequeño camino que bordea la plaza hasta la iglesia con varios faroles de piedra.
Tenía unos minutillos todavía… Me fui andando por Triq San Paul (junto con Triq San Agata, las calles principales que «atraviesan» la población» hasta casi darme de bruces de nuevo con las murallas de Mdina, ya que a mi izquierda estaba la Domus Romana de Rabat, un museo que alberga restos muy bien conservados de la estructura de una casa romana, con mosaicos y relieves… Ya estaba cerrada obviamente (casi todo lo «visitable» cierra a las 17 en Malta), sabía que no la iba a poder visitar, pero al menos echar un vistazo por los exteriores, algo se puede ver… Nada, otra cosa para la próxima.
Ahora sí, me di la vuelta y volví sobre mi pasos hasta el lugar donde me estaba esperando Lorraine. Pedí disculpas por el retraso y arrancamos… Por suerte, no pillamos mucho tráfico de salida, y nos dirigimos al siguiente destino, a apenas 5min en coche. Decir que, independientemente de todo lo que hay que ver y hacer en Rabat (obligatorio bajo mi punto de vista), poco tiene que ver con Medina a nivel de limpieza y orden… Rabat está bastante sucia y hay zonas que se ven muy viejas y medio abandonadas…
Como decía; en apenas 5min llegamos, ya de noche, a Mosta, una población de unas 20.000 personas por las que pasa una de las vías de comunicación más importante de la isla, de ahí que tenga una población bastante «aceptable» y tenga un tráfico bastante intenso. No obstante, Mosta es conocida por la Mosta Rotunda, edificio visible desde km de distancia y que ya había podido ver desde los miradores de Mdina.
Mosta Rotunda es la Iglesia de la Asunción de Mosta. A principios de 1800, la pequeña capilla de Mosta no era suficiente para la población de la ciudad, por lo que se presentaron proyectos para realizar una nueva construcción, realizando así la actual edificación con un diseño «similar» al Panteón de Roma. Las obras finalizaron en 1860 y el edificio fue consagrado en 1871.
El diseño de la iglesia es lo que llama la atención, ya que no es algo a lo que estemos acostumbrados… La fachada principal es de estilo neoclásico y monumental, donde podemos ver seis estatuas de santos. Al cruzar el umbral podemos apreciar las proporciones reales de la construcción, en forma circular, y su enorme cúpula, la cual es la tercera mayor cúpula del mundo «sin apoyo», la cuarta de Europa en tamaño, y la novena del mundo. Alrededor del espacio central se articulan 6 capillas laterales con diferentes motivos religiosos.
También aprovechamos para ir por una puertecita lateral (me llevó Lorraine, ya que lo conocía), y así poder ver la sacristía, donde hay dos retablos de plata y en uno de ellos representada la Batalla de Lepanto. Aquí podemos ver una maqueta de la Mosta Rotunda y… ¡una réplica de una bomba! Sí, de una bomba que atravesó la cúpula en 1942 (se puede ver por dónde entró en lo alto de la cúpula) y llegó al suelo pero no explosionó… por suerte. Aquí en la sacristía podemos ver la reproducción de la misma.
Cuando llegamos, había misa dentro, por lo que tuvimos que esperar a que terminara y así poder visitar la iglesia en condiciones… Os puedo asegurar que la iglesia es preciosa, tanto desde el exterior con esa fachada neoclásica iluminada en la noche, como el interior con las pinturas, los murales, y esa espectacular cúpula.
En fin, visita finalizada… Cogimos el coche y nos fuimos para Sliema.
Una vez aparcamos en Sliema (que nos costó lo suyo, no hay un puto sitio y sí mil coches), nos dimos una vuelta y tomamos algo en un bar mientras charlábamos. Poco después Lorraine se tenía que ir, así que nos despedimos y yo me di una vueltecilla por la zona para buscar un lugar donde emitieran el partido de Liga del Real Madrid (ya le pregunté a Lorraine, nos acercamos a un par de sitios a preguntar pero nada…).
Una vez ya nos despedimos, y según estaba llegando al hotel, encontré una cervecería para guiris (donde poder apostar, tienen recreativos y billares, etc), con un cartel indicando que emitían el partido… pregunté y me dijeron que efectivamente, sí lo echaban, ¡¡¡de puta madre!!! Le dije al colega que volvía luego y me fui a buscar un sitio para cenar algo, todavía tenía más de media horita antes del partido…
Tras dar vueltas y mirar varios restaurantes… al final me fui al Burguer King… No es que me apeteciera, en absoluto, pero era lo más barato que encontré, y si quería poder tomarme luego un par de birras… pues es lo que hay.
Tras cenar, me fui al garito y a ver el partido con unas birritas de tranqui. Había más españoles por aquí, todos para ver el partido también xD.
Finalizado, con victoria ;), de vuelta para el hotel (estaba muy cerquita), piqué algo más de la comida que me había traído de casa (latas y fiambre), una duchita y a intentar dormir…
Había sido un día muy interesante, no muy largo, ya que comenzó a media mañana, pero había podido conocer a una gran persona como era Lorraine y visitar lugares increíbles como la ciudad medieval de Mdina, las Catacumbas de Rabat y la Mosta Rotunda en Mosta… historia, patrimonio y cultura. ¡Un gran día en este país que, con sus pros y sus contras, me tenía atrapado por completo! Y mañana… mucho, mucho más, el día fuerte de la escapada ;).