Visitar, qué ver y qué hacer, en Portugal (Faro).
Información, impresiones, planning y presupuesto de la escapada a Portugal (Faro) durante 1 día, el 04.08.10.
CRÓNICA: Día 1 – 04.08.10: Portugal (Faro). Tras conseguir aparcar en Faro y pasar por la Oficina de Turismo, desayuno-comida en un pequeño y auténtico local antes de comenzar la visita a una ciudad pequeña, con algunas zonas deprimidas, pero muy autentica. Entramos en el casco histórico por el neoclásico Arco da Vila, visitando en primer lugar la interesante y barroca Iglesia da Misericordia y el llamativo Palacio Belmarço. Bordeando la antigua muralla árabe de la ciudad, llegamos al Largo de Sao Francisco, donde se disfruta de buenas vistas de la Ría Formosa. Callejeando llegamos al Castillo de Faro, que más bien parece un pequeño palacete… De aquí a la Catedral, Museo Arqueológico, Ayuntamiento y el Convento de Nossa Senhora Assunçao… Todo en un entorno silencioso, tranquilo, y de blanco inmaculado. A continuación, al centro comercial de Faro, con estrechas y preciosas calles peatonales adoquianadas, hasta llegar a la bonita iglesia de Nossa Senhora Do Carmo. Finalizando el día en la saturada (de coches y gente) pero cojonuda Playa de Faro, descansando y con unos bañitos ;).
Información, planning y presupuesto de la escapada:
* Planning realizado en la escapada a Portugal (Faro):
* Reservas realizadas con antelación y gastos varios en la escapada a Portugal:
– Resto de gastos (comida, entradas, compras, regalos, transporte, etc). 30€.
Total varios: 30€.
TOTAL ESCAPADA: 30€.
Aprovechando que por trabajo estaba en la zona e iba a poder tener un día completo libre… a primera hora estaba cogiendo el coche desde Huelva y atravesando la frontera con nuestro país vecino y amigo en la que sería una breve incursión, y por segunda vez, en Portugal. A pesar de ser Agosto y dirigirme a la región más visitada y más turística de Portugal; el Algarve, con más de 10 millones de visitas anuales y con un importante legado cultural y bellísimas playas… la carretera iba casi vacía, aunque según ibas llegando a Faro, la capital del Algarve, me encontré bastante tráfico… y esto unido a varios kms de carretera de infernal en este tramo, provocó que tardara más de lo previsto…
Nada exagerado no obstante y, más o menos a la hora prevista, llegaba al centro de Faro. Mucho tráfico, mucha gente, muchos turistas y ni un sitio para aparcar en la calle obviamente, estaba todo hasta las orejas… por lo que no tuve más remedio que meterlo en un parking… y no en un parking público, ya que el que tenía más cerca estaba completo, sino en un parking publico de un Hotel (y no era muy caro, ¡menos mal!), justo al ladito de la Plaza Dr. Francisco Gomes y el Jardín Manuel Bivar… en el centro vamos, a unos metros de la Oficina de Turismo, de la entrada principal al casco histórico y las calles peatonales :D.
No había desayunado y, aunque era prontito para comer, decidí buscar un lugar barato donde picar algo y ya hacer un desayuno-comida en condiciones, así que callejeé un poco por unas pequeñitas y estrechas calles muy curiosas situada entre los jardines y la Oficina de Turismo y encontré un pequeño “bar” con 4 mesas en la calle en una pequeeeña y más que curiosa y auténtica placita. No tenía mala pinta y la chica, muy maja ella, me sonrío… por lo que ya me atrajo inevitablemente xD, así que miré la carta, decidí que iba a comer algo aquí y me senté… la verdad es que no me apetecía estar dando vueltas y tampoco me iba a ir al McDonald’s xD. En fin, pedí una Super Bock (¡cómo no!) una ensalada de pulpo (enorme para una persona, ¡no me la pude terminar!) y calderaida y calamares rellenos… en dos pequeñas raciones claro, ¡si no para uno es mucho! ;).
Poco a poco se fueron llenando las mesas con más turistas (es su hora de comer, la nuestra del pincho y la caña ya sabéis xD), así que yo terminé, pagué y, bajo un Sol de justicia me dispuse a visitar Faro.
Aunque llevaba un mapa en pdf en el móvil, como que no… así que me acerqué a la Oficina de Turismo a coger un mapita en condiciones. Había muchos turistas y algún grupo de españoles también, de hecho para no tener que esperar en la Oficina de Turismo debido a la cantidad de gente que había nos juntamos otros dos españoles y yo para que la chica de la Oficina nos explicara las visitas a realizar a los tres juntos, aunque luego cada uno tiramos por nuestro lado xD. ¡Tanto la citada Oficina como las tiendas cercanas con los típicos recuerdos estaban a reventar!
Faro es una ciudad relativamente pequeña, de poco menos de 60.000 habitantes, que vive del turismo, la pesca, la exportación… la cual fue en gran parte destruida por el terremoto de 1755. Capital del Algarve y centro turístico de primer orden (con Aeropuerto internacional), presenta pocos pero interesantes atractivos turísticos a nivel cultural e histórico en su pequeño casco antiguo, y a lo que sumamos el Parque Nacional de la Ría Formosa y las cojonudas playas cercanas.
Ciertamente… la ciudad no da para mucho y en una mañana tranquilamente os la habéis ventilado. Lo mejor es perderse tranquilamente por las callejuelas y luego dar un paseíto por las calles peatonales del centro y alrededores, donde también podemos encontrar diversos atractivos turísticos para visitar.
Así que, como generalmente suelo hacer (depende la distribución de los lugares a visitar y el lugar de comienzo y finalización claro), me dispuse a hacer una ruta circular por el casco histórico, el cual, por suerte, estaba completamente vacío y apenas me crucé con algún turista suelto (todos estaban comiendo o en la playa jeje). Por lo tanto pude visitar toda la zona tranquilamente y perderme por las callejuelas de suelo empedrado y casas blancas reflejando el sol de justicia que teníamos en el cielo :D.
La entrada la realicé por el espectacular Arco da Vila, al lado de la Oficina de Turismo, varias tiendas y donde todavía había varios grupitos de turistas (especialmente ingleses). El Arco fue construido tras el terremoto de 1775, de estilo neoclásico aprovechando parte de la antigua muralla árabe y en cuyo exterior tenemos una estatua de Santo Tomas de Aquino. Al lado, muy cerquita tenemos la Iglesia da Misericordia, construida en el s.XVI sobre los restos de una antigua ermita en estilo barroco y con un importante legado interior… añadir también que es una iglesia “única” en todo el Algarve al estar construida en planta de cruz griega con cúpula central… A un simple paso tenemos el edificio del Banco de Portugal, de estilo renacentista, toques árabes y unas bonitas vidrieras :). Ahora me dirigí al Palacio Belmarço, un precioso edificio construido a principios del s.XX con trazas de diversos estilos arquitectónicos y el cual es uno de los emblemas de Faro. Sin duda, para mí, a nivel visual probablemente lo mejor de Faro.
Continué callejeando y bordeando la muralla exterior… El casco histórico de Faro conserva gran parte del recinto amurallado original que data del s. IX, construido durante el periodo musulmán, aunque parte de la muralla ha sido retocada en siglos posteriores y arreglada obviamente, hay tramos que se veían claramente restaurados. Según vas bordeando, hasta que llegas al Arco do Repouso (otra de las entradas al casco histórico), pasas por el Largo de Sao Francisco, una amplia zona y plaza donde tenemos plazas de aparcamiento, zona peatonal, una fuente y buena vistas de la Ría Formosa… la verdad es que es un agradable lugar para pasear y sentarse tranquilamente, aunque sombra apenas hay y el Lorenzo estaba pegando muy fuerte… por lo que hice una simple pasada.
Tras atravesar el citado Arco y en línea recta unos metros más adelante, podemos llegar al Castillo de Faro… que de castillo o fortaleza tiene poco, ya que tiene más aspecto de palacete sin duda alguna… Construido en el s.XI y remodelado en siglos posteriores, ha sido utilizado como residencia, fábrica… por lo que el aspecto original está completamente alterado… nada obligatorio para ver, simplemente echar un vistazo.
Unos metros más adelante a nuestra derecha, y justo detrás de la Catedral, llegamos a una pequeña plaza que alberga el Convento de Nossa Senhora de Assunçao y el Museo Arqueológico, del s.XVI y de estilo renacentista. Justo en el centro de la plaza encontramos una estatua de Alfonso III… Una pequeña plaza señorial donde se respira tranquilidad, y donde podemos tomar algunas fotos interesantes y tomar un pequeño respiro antes de acceder a la parte “más importante” de Faro.
Estaba justo detrás de la Plaza de la Catedral, a la cual me dirigí en este momento. Una plaza adoquinada, rodeada de naranjos, sin un alma y con todas las construcciones de un blanco inmaculado. Todo silencio, todo paz, todo tranquilidad bajo un Sol abrasador que no consiguió que me detuviera unos instantes en el centro de la plaza para cerrar los ojos y agudizar los sentidos, escuchando simplemente el sonido del viento mientras podía oler a naranjos, un gran momento para recordar en mi visita a Faro…
En el centro de la plaza tenemos una escultura dedicada al obispo Francisco Gómez y tras ella, el edificio más importante de la plaza, que no es otro obviamente que la Catedral. Construida en el s.XIII, ha sido reconstruida en parte en un par de ocasiones, aunque conserva parte de la iglesia sobre la que fue construida, en especial la fachada y torre, se ve claramente que es otro tipo de construcción… y no está en blanco ;). No obstante… pasaría por una iglesia cualquiera, no es nada espectacular ni llamativa a nivel arquitectónico, no así su interior con varios retablos barrocos.
El resto de edificios que tenemos en la plaza consisten en el Palacio Episcopal, construido en el s.XVI, y la Cámara Municipal de Faro o Ayuntamiento, construido en el s.XIX y renovado posteriormente… sabemos que es el Ayuntamiento por las banderas y el escudo de Portugal en su fachada… ya que parece un simple edificio “sin más”, además no había movimiento alguno pese a ser el Ayuntamiento, todo en silencio total y absoluto como había dicho: no había absolutamente nadie.
Ahora continué callejeando por las calles empedradas… ¡y por fin pude ver algo de gente! jaja, había un pequeño restaurante con terracita en la calle, todo bastante cutre y “campechano”, mola xD. Me dirigí hacia el Oeste, bordeando la muralla “por el otro lado”, dejando a mi derecha la muralla y a mi izquierda la vía del tren y la Ría Formosa, paseando por la Rua Comandante Francisco Manuel hasta llegar al punto de inicio y el Jardim Manuel Bivar. Ahora tocaba dar un paseo por las calles peatonales y visitar un par de cositas más antes de finalizar con la “primera fase” de Faro xD.
Tenemos varias calles peatonales muy cerquita como indicaba, donde podemos encontrar algunos restaurantes y tiendas. Aquí obviamente había más movimiento de gente… algunas de las calles son muy estrechitas e irregulares, y otras más amplias y rectas… algunas preciosos edificios completamente restaurados, y otras con edificios bastante viejos que se caían a pedazos… pero todas ellas adoquinadas formando dibujos y diversas formas. Algo curioso y bien currado la verdad. En este preciso instante me vino a la memoria mis andanzas por Lisboa y por Macao, antigua colonia portuguesa, donde podemos encontrar exactamente el mismo increíble trabajo en muchas zonas peatonales, por unos instantes mi mente se trasladó a aquellos lugares donde ya había saboreado anteriormente la misma esencia portuguesa. Y es que Portugal fue y es un gran país, con un amplio legado histórico-cultural… y eso es algo que se disfruta y se recuerda :).
Mi paseo por las calles peatonales me llevó algo más lejos hasta la bonita Iglesia de Nossa Senhora do Carmo. No preciosa por la iglesia en sí (que bastante grande y llamativa ciertamente), que también, sino por la amplia plaza en la que se encuentra, igualmente adoquinada y donde me encontré varios turistas haciendo fotos. La iglesia fue construida en el s. XVIII, tanto exterior como interior en estilo barroco, aunque ha sufrido varias reconstrucciones, especialmente tras el terremoto de Lisboa. Merece la pena acercarse hasta aquí para poder tomar algunas fotillos…
En los alrededores tenemos un par de iglesias más sin nada que reseñar, incluyendo algunas calles que, sinceramente y sin conocer el terreno, no me parecieron muy recomendables… Mucha suciedad, algunos edificios muy muy viejos y peña con algunas pintas no muy «buenas» (al contrario que el centro y la zona histórico, donde estaba todo limpio, perfecto y sin “pintas extrañas” xD).
Llegaba el momento de terminar la breve visita a la ciudad de Faro. Una ciudad, por momentos, nada especial, nada espectacular… e incluso prescindible. Pero que, sin embargo, por otros momentos, interesante para dedicarle unas cuantas bastantes horas, especialmente por la posibilidad de realizar una tranquila visita a pie perdiéndote por sus calles empedradas y adoquinadas envueltas en paredes de blanco radiante, y poder deleitarse con la gastronomía local tomando una cervecita en cualquier terraza ;).
Una rápida pasada por una tienda de los típicos recuerdos para comprar una postalita y fui a por el coche. Tenía todavía varias horas por delante para disfrutar de la playa antes de irme, así que, según las indicaciones que me dieron en la Oficina de Turismo, me dirigí a la Playa de Faro, a la que se llega en unos 10-15min en coche desde Faro y en un extremo del Parque Natural de Ría Formosa. Y es que hay que decir que llegar es fácil, pero estaba todo, simplemente, hasta arriba. Todo petado de gente y coches por todos lados buscando un sitio donde aparcar. Esto fue lo peor, ya que tardé bastante en encontrar un sitio, y al final subiéndolo a la acera y mal… pero es que era imposible la verdad… ya sé dónde estaban todos los turistas que no había en la propia ciudad de Faro…
Tras encontrar por fin un sitio para aparcar como decía, cogí la toalla… ¡y rumbo a la playita!, era momento de disfrutar de las playas del Algarve :D. Y la Playa de Faro es, sin ser una de las mejores y estando muy masificada, una playa cojonuda de limpia arena fina de varios kilómetros de longitud, con el agua a una temperatura en su punto justo y muy muy clara, al igual que limpia y con poco oleaje. Normal que esté masificada… Por suerte la zona donde yo me encontraba había poquita gente y puede disfrutar de unos baños tranquilos y relajantes mirando al horizonte :). Indicar también que esos baños tranquilos eran “alterados” en ocasiones por algún avión pasándote literalmente por encima jeje, ya que el Aeropuerto está aquí al ladito muy cerquita.
Y así pasó el tiempo entre baño y baño, hasta que empezó a caer el Sol y decidí irme… ya que me encontraba algo cansado (y ahora tocaba conducir unos cuantos bastantes kms jeje) y no quería encontrarme todo el mogollón de coches a la hora de salir.
Dicho y hecho… al coche y a volver para España dirección Huelva. Eso sí, el atasco para salir de Faro me lo tuve que comer igualmente jeje, suerte que al salir a la Autopista, al igual que por la mañana al venir, no había casi tráfico.
En fin, un buen día en esta ciudad y región turística de nuestro país vecino al que me hubiera gustado dedicarle más tiempo y medios, quizás en otra ocasión, pero que recomiendo visitar a todo el mundo que tenga la oportunidad ;). Faro, sin ser una maravilla, bien merece al menos medio día ciertamente… luego ya el tema playas, con las impresionantes y buenas playas del Algarve… es otra historia ;).