Dónde dormir en Liubliana (Eslovenia). Review del alojamiento en Liubliana (Eslovenia) – Hostal Celice Art. Utilizado en mi escapada a Alemania – Croacia – Eslovenia – Italia ’17 (7 días).
Alojamiento en Liubliana (Eslovenia). HOSTAL CELICA ART. Del 06.10.17 al 08.10.17. Total 3 días / 2 noches. Precio total 50,40€. Precio por noche y persona 25,20€ (habitación compartida, baño privado).
Liubliana es una de esas pequeñas y gratas sorpresas que nos encontramos en ocasiones… Ganas tenía de pasar por un país y una capital que me llamaban la atención desde hace muchos años como uno de esos lugares todavía no masificados y en parte desconocidos para el gran público.
Liubliana es una ciudad casi de cuento en muchos sentidos, con un ambiente cultural palpable, ciudad de estudiantes, limpia y ordenada, coqueta y agradable, manejable para visitar a pie, muy segura (excepto alguna zona, como donde yo me alojé xD), con gente amable y gastronomía deliciosa… Una ciudad top, aunque para un urbanita como yo se me quedaría pequeña a muy corto plazo… Destruida parcialmente en dos terremotos, la ciudad ha conservado gran parte de su estructura y arquitectura, gracias también a que no fue excesivamente dañada en las dos Guerras Mundiales al igual que en la Guerra de los Balcanes, al contrario que sus hoy países vecinos.
Capital de Eslovenia, la zona donde se ubica Liubliana ya se encontraba poblada desde los alrededores del 2.000 a. C, posteriormente ocupada por vénetos y celtas… Liubliana no obstante nació como campamento militar romano en el s. I a. C, siendo destruida en diversas ocasiones en siglos posteriores (por los hunos, ostrogodos y lombardos), hasta que en el s. VI se instalaron los eslovenos, cayendo bajo dominio de los francos en el s. XI… El nombre de Liubliana como tal, aparece nombrado por primera vez en un documento en el 1144.
Tras el terremoto de 1511, la ciudad es reconstruida en estilo renacentista como base arquitectónica y siendo fortificada con una muralla, y adaptándose posteriormente en el s. XVII al barroco y su ámbito, atrayendo artistas barrocos de renombre.
Con Napoleón, Liubliana se convierte a principios de s. XIX en la capital de las Provincias Ilirias, pasando a continuación a ser austríaca, y de nuevo como parte del Reino de Lliria. De nuevo la ciudad fue víctima de un terremoto en 1895, reconstruyéndose posteriormente varios barrios de la ciudad en un claro estilo Art Nouveau.
Tras el fin de la Primera Guerra Mundial y la desaparición del Imperio Austro-Húngaro, Liubliana y la región pasan a ser parte del Reino de los Serbios, Croatas y Eslovenos… Durante la Segunda Guerra Mundial la ciudad fue ocupada por Italia y Alemania, y tras el fin de la misma, Liubliana se convierte en la capital de la República Socialista de Eslovenia, integrada en Yugoslavia, de la cual se independizó en 1991 tras el conflicto armado de La Guerra de los Diez Días, donde Eslovenia se enfrentó al ejercito serbio de Yugoslavia… Desde 2004 es un país miembro de la Unión Europea.
Liubliana mola mucho… El centro de la ciudad es bastante compacto y casi todos los atractivos turísticos se encuentran a un radio de máximo 20min andando… Recomendable igualmente es adquirir la Liubliana Card, la cual compensa sobradamente para una visita de un día completo a la ciudad.
La verdad es que Liubliana no es una ciudad que se prodigue en alojamientos… De hecho estuve mirando opciones como apartamentos e intercambio de casas, y en todo caso y como siempre, buscando una relación calidad/precio correcta… Había poca pasta y tocaba, como siempre también; optimizar al máximo… Igualmente y por la tralla del viajecito (iba a llegar a Liubliana reventadísimo tras dos noches de viaje en bus sobando nada y menos :S), necesitaba unas condiciones mínimas… El tema localización no me preocupaba en exceso al ser Liubliana una ciudad asequible a pie pero, obvio, quería estar en los alrededores, a medio camino, entre la Estación Central de Tren y el Centro Histórico.
Finalmente, acabé reservando en el Hostel Celica Art, del cual ya había leído cositas anteriormente durante el poquito tiempo previo que tuve para preparar el presente viajecillo. Y es que el Hostel Celica Art presenta una historia más que curiosa y que irremediablemente acaparó mi atención y mi interés en alojarme en el mismo…
¿Por qué?, pues resulta que el presente alojamiento… ¡fue una prisión y cárcel militar durante más de 100 años! ¿Quieres dormir en una antigua cárcel en Liubliana?, ¡pues Hostel Celica Art es tu opción! Obviamente, no podía desaprovechar la oportunidad de poder dormir y alojarme en una antigua cárcel, recuperada y reconvertida hoy en un alojamiento y hostel moderno que conserva su patrimonio e historia, con un toque fiestero y artístico.
Obviamente, y más allá del resto de características del alojamiento que expondré posteriormente, el objeto principal del mismo es el hecho de alojarse en un lugar histórico y en sus antiguas celdas de prisión, transformadas ahora en completas y únicas habitaciones con toques artísticos… Eso sí, manteniendo viva y sin olvidar la propia historia que representan y su estructura original (al igual que rejas en puertas y ventanas, por ejemplo).
Y de ahí el concepto de «Art», ya que varios artistas dieron una nueva vida al complejo y convirtieron cada rincón del mismo en una pequeña lección de historia y arte. Una forma de comprobar, de nuevo, cómo el arte es capaz de transformar un lugar de oscura y terrible historia, en un nuevo espacio alegre, positivo y colorido, donde artistas de todo el mundo han colaborado para transmitir esos nuevos símbolos y sentimientos de esperanza, paz y libertad.
Pero pasemos a la historia de la antigua cárcel y el actual Hostel Celica Art… Bien, en 1882 el Ejército del Imperio Austrohúngaro construyó en Liubliana (en el actual barrio de Metelkova), diversos cuarteles y edificios militares, incluyendo la presente cárcel, siendo utilizada como prisión durante más de 100 años. Posteriormente, pasó a manos del Ejército Yugoslavo como su sede en Eslovenia, siendo ya Metelkova un barrio completamente militar que constaba de 7 edificios en una superficie total de 12500m2
En 1991 y en el contexto de la Guerra de los Balcanes, el ejército Yugoslavo salió del recién y nuevo creado país de Eslovenia (marcando el fin de la República Federativa Socialista de Yugoslavia y la disolución de Yugoslavia), abandonando a su suerte los presentes cuarteles y edificios militares, momento en el que el colectivo de artistas de Metelkova (Red para Metelkova; compuesta por más de 200 organizaciones) intento adquirir los edificios para transformarlos en diversos centros culturales, artísticos y de exposiciones… Primero con éxito al obtener los permisos correspondientes por parte de las autoridades para poder quedarse y usar el complejo, pero a regañadientes y «de postureo», ya que las autoridades no tenían intención de que fuera algo estable…
Un par de años después en 1993, las autoridades pertinentes de Liubliana comenzaron la demolición de los viejos y abandonados edificios (muchos de ellos en la ruina, otros recuperados y con uso permanente por parte de la Red para Metelkova) con el objetivo de crear un área comercial y residencial (parece ser que con supuestas ilegalidades), ante lo cual el citado colectivo de artistas oKupo (ilegalmente también, como toda ocupación), los edificios para evitar su demolición, redefiniendo la zona como un área autónoma autogestionada en 1995. Las autoridades intentaron su desalojo en varias ocasiones (y cortando todo suministro y acceso), pero fue imposible.
Y así hasta nuestros días, donde el hoy llamado «Centro Cultural Autónomo de la Ciudad de Metelkova» es una «zona autónoma fuera de la ley» en pleno centro de Liubliana, la cual ha sido reconocida como Patrimonio Cultural Nacional desde 2005. Un lugar alternativo que, no obstante y a pesar de ser un referente cultural en Liubliana y Eslovenia (todo tipo de actividades culturales, residencia de artistas, conciertos, exposiciones, sedes de ONGs y asociaciones, tiendas, bares, garitos, etc… también ayuda a la rehabilitación de la zona y su planificación urbana y la gentrificación, aun con un desarrollo urbano que no cumple con la regulación y legalidad existente), no ha estado exento de problemas asociados habitual e inexorablemente y por desgracia con este tipo de lugares (drogas, prostitución, oKupación, delincuencia, ilegalidades varias…). Y sí, aunque Metelkova se autofinancia (y no deja de ser un lugar muy turístico y visitado que aporta a la economía de Liubliana), también recibe pasta del Fondo Cultural Europeo.
Metelkova es cultura y arte y produce cultura y arte (más allá de todo lo demás, sea positivo o negativo), siendo un referente que todo visitante en Liubliana debe conocer, ver y disfrutar… para así poder opinar (y cierto es que, visualmente, el lugar es una puta pasada). Un lugar que es una paradoja en sí mismo y que vive en un ambiente y entorno continuo de ilegalidad donde el espectro político no se posiciona (a pesar de los múltiples grupos extremistas que abogan por su «disolución») A mí, sinceramente, y aunque el rollo me encanta, no me termina de convencer… Me dio la impresión de que el objetivo inicial a nivel cultural y como forma de vida independiente y alternativa, se ha convertido en otro negocio más con claro y evidente objetivo económico (donde algunos se llevarán mucha pasta)…
Y sí, cuidadito por la zona de noche, y cuidadito con sus «variopintos» personajes… No es una zona realmente peligrosa, tampoco para turistas, y estás alojado justo aquí, en el Hostel Celica Art, donde conocen a todos los personajes de la zona, de hecho yo vi como a un yonki que intentó entrar le echaban, y luego me vino a mí a pedirme pasta hablándome en español y diciéndome que había vivido en Madrid xD. En fin, simplemente ten cuidadito, especialmente por la noche, yo no me sentí inseguro, pero sí iba con cuidado…
En fin, mucho habría que hablar de Metelkova, no es objeto del presente post…
El caso es que, el Hostel Celica Arte, se encuentra situado en pleno Metelkova. De hecho, yo llegué por la noche, muuuy cansado, me equivoqué de calle (también había una zona en obras que me «trastornó») y bordeé el complejo por su parte posterior, atravesando (mochila a la espalda y con evidentes pintas de viajero desubicado), plena zona de garitos y bares… Con música, ruido, gritos, y bastante gentucilla, no me moló mucho…
Pues eso, localizado en Metelkova, el Hostel Celica Art es ciertamente uno de los alojamientos más recomendados y con mejor puntuación global de Liubliana, situado a menos de 10min andando de la Estación Central de Liubliana y muy fácil de localizar (también tienen transfer desde el Aeropuerto). El gran edificio a pie de calle es ciertamente muy llamativo y no tiene pérdida alguna; sus colores morados y rojos son inconfundibles, al igual que su (pequeño) cartel en la fachada principal con el nombre del mismo. Para llegar al mismo (y accediendo desde la calle Metelkova Ulica), hay que atravesar una pequeña calle mal asfaltada, oscura y no muy amigable, pero nada relevante… Si vienes en coche, es posible aparcar en los alrededores o en la misma calle al lado o frente al hostel (también hay parking de pago en las inmediaciones).
Perfectamente localizado, el Centro Histórico de Liubliana se encuentra a poco más de 1km (un agradable paseíto) y, en un radio de 5min andando, tenemos tiendas y restaurantes, así que bien en este aspecto ;).
Ciertamente el complejo según lo vemos desde el exterior, y más allá de su uso como prisión, nos recuerda a un barracón o cuartel militar (siendo posible ver desde el exterior en los laterales del edificio, las ventanas con los todavía existentes barrotes)… Según accedemos al luminoso Hostel Celica Art nos encontramos distintos entornos…
Justo a nuestra derecha, un pequeño espacio con un par de mesas, sillas y taburetes rodeado de pegatinas, carteles, tarjetas, vouchers, etc… y una pizarra gigante repleta de cositas escritas y fotitos varias… Frente a nosotros se encuentra la amplia recepción, a cuyos laterales se expanden dos pasillos…
El pasillo de la izquierda nos lleva a una sala acristalada con mesas y sillas, aquí se sirve todas las mañanas el desayuno buffet (generalmente incluido), básico pero suficiente si nos hinchamos (leche, café, zumos, fiambre, huevos, fruta, bollería, tostadas, cereales, etc… Todo producto esloveno según indican, disponible para huéspedes y visitantes no alojados). También tienen carta y menú con servicio de bar/restaurante más que interesante (y que no probé, la barra se encuentra tras la recepción), con platos eslovenos y cocina internacional todo el día, incluyendo menú diario al mediodía (destacando ensaladas, pastas o hamburguesas), y tardes/noches temáticas con barbacoa, hamburguesas o picnic (incluyendo buffet «all you can eat»).
También tienen una amplia carta de té, limonadas, cafés, cócteles y cervezas artesanales y locales… Una cervecita de barril (la más baratita) sí que probé el primer día a mí llegada y tras el checkin (había concierto y tal).
Bien, es importante reseñar también que el espectro cultural y festivo del Hostel Celica Art es bastante amplio… Más allá de las exposiciones de arte itinerantes, encontramos las antiguas celdas de aislamiento del sótano (con un museo e información acerca de la ya comentada historia del edificio) y el Punto de Paz en las celdas de confinamiento en solitario del primer piso (sala para los viajeros y todo aquel que desee un poquito de introspección y tiempo para sí mismos)… Hay exposiciones, muestras, eventos, debates, conferencias, charlas, conciertos y fiestas todos los días, una oferta simplemente espectacular que cubre las necesidades de todo viajero y todo amante de la cultura…
Eso sí, debemos tener en cuenta lo que supone todo ello… Y es que por las tardes y noches, es habitual encontrar mucha gente, jaleo, ruido, música alta… Y para los que necesitamos dormir pues es ciertamente un grave problema que, dependiendo dónde se encuentre nuestra habitación, nos va a joder la vida durante la noche… A mí me pasó la primera noche (que llegaba reventadísimo), y ni con tapones… Claro, que mi habitación estaba donde estaba, ignoro el resto, pero cuenta con ello como punto negativo (dentro de la oferta positiva que supone, claro) :S.
En fin, volvemos a dónde nos habíamos quedado… Desde el pasillo acristalado, a su izquierda y accediendo desde aquí, se expande el espectacular patio del hostel: Mesas, sillas, tumbonas, hamacas, sofás… todo ello sobre zonas adoquinadas y con césped, y bajo la sombra de lonas y árboles para mitigar un poquito los calores del verano, y lugar de esparcimiento, relax y donde se realizan diversas actividades ya citada o las barbacoas. Mooola mucho :D.
Bien, pasamos ahora al pasillo de nuestra derecha… A lo largo del mismo hay ubicadas varias mesas y sillas, y distintas salas que se encuentran ubicadas a ambos laterales del mismo y que eran antiguas celdas de la prisión (algunas mantienen las puertas y rejas originales). En ellas se encuentran habilitadas hoy varias zonas comunes súper chulas y exquisitamente decoradas (y la cocina compartida), con suelos de madera y tatami, mesas, sillas, sillones, taburetes, pufs… Y juegos de mesa variaditos para entretenerte.
Al final del pasillo en su parte izquierda, encontramos las ya citadas antiguas salas de aislamiento del sótano y las exposiciones correspondientes, y el acceso a la planta superior, donde tenemos más habitaciones y salas comunes varias, al igual que la también ya citada Punto de Paz.
Al final del pasillo en su parte derecha, encontramos baños para los clientes, y un par de habitaciones, entre las cuales se encontraba la mía… Sí, la peor habitación por localización de todo el alojamiento probablemente :S, y ello es debido, como comentaba, a que al encontrarse aquí abajo, vamos a sufrir ruidos… Al realizar la reserva, indicad que os den una habitación en la planta superior si es posible, no abajo…
Pasemos, ahora sí, a la habitación… Una habitación que, en mi caso concreto, no era nada especial respecto al diseño y arte ya reseñado (aunque recordemos que cada habitación es distinta), pero ya simplemente el hecho de dormir en una antigua celda… pues curioso es xD. Habitación compartida para 4 personas en dos literas, mobiliario de madera (apenas una silla y un mueble que alberga las taquillas para guardar nuestras pertenencias). Aunque las camas están habilitadas dos arriba y dos abajo, y ambas al mismo nivel se encuentran casi pegaditas y sin separación alguna… Algo que evidentemente no mola mucho :S.
A mí me tocó cama en la parte superior (e incómodo de cojones subir y bajar, para personas con movilidad reducida o problemas de movilidad). Por suerte, durante mi estancia no tuve compañero, sí compañera abajo (la segunda noche llegó otro chico abajo), portuguesa que vive y trabaja en Londres, estaba de viaje por la zona… Muy maja ella, entablamos varias interesantes charlas y conversaciones :). Y bueno; colchón no todo lo cómodo que podríamos desear, y hay luz individual en cada cama, no así enchufes (solo abajo repartidos por la habitación, mal por ello :S), sí incluyen ropa de cama y toalla.
Respecto al baño, tenemos baño completo incluido dentro de la habitación, así que perfecto. Azulejos verdes para un baño todo en uno integrado (ducha sin separación) que cierto es nos recuerda de forma evidente a una cárcel xD.
Indicar no obstante, que el Hostel Celica Art, ha sido reformado parcialmente desde mi estancia, por lo que (a pesar de que he investigado al respecto y todo se mantiene «mas o menos igual»), algunos detalles aquí expuestos pueden haber cambiado, en concreto respecto a las habitaciones…
Por lo demás y finalizando, hay WiFi gratuito, limpieza muy correcta, buen ambiente (peña internacional de todo tipo), decoración súper chula entre el diseño minimalista y el retro vintage, tienen servicio de lavandería (de pago), servicio de guarda equipajes (dejé yo el mío tras hacer el checkout hasta la noche que volvía), alquilan bicis para recorrer Liubliana y puedes reservar todo tipo de actividades y tours (puedes incluso realizar un tour histórico por el propio Hostel Celica Art y antigua prisión), y atención justita, que no mala… Aquí entra un poquito la idiosincrasia eslovena, siendo el personal joven, amable… pero algo desapegados y serios.
En fin, un Hostel Celica Art que, a pesar de sus cositas, es totalmente recomendado y una gran opción para alojarse en Liubliana, con una relación calidad/precio muy correcta, localización cojonuda y una oferta cultural, artística, histórica e incluso gastronómica, digna de mención. (Casi) todo lo que necesitas como viajero low cost lo tienes en Hostel Celica Art; recomendado y yo volvería, un alojamiento friki donde puedes alojar en una antigua cárcel (ya me había alojado, por ejemplo, en un barco amarrado en un laguito de Estocolmo o en una casa museo en Eindhoven ;)).
Información práctica y datos de interés, del Hostal Celica Art en Liubliana.
Dónde está y cómo llegar: el Hostal Celica Art se encuentra situado en Metelkova 8, Ljubljana, 1000, Eslovenia. Localizado a menos de 10min andando de la Estación Central de Liubliana y muy fácil de localizar. El gran edificio a pie de calle es ciertamente muy llamativo y no tiene pérdida alguna. Si vienes en coche, es posible aparcar en los alrededores o en la misma calle al lado o frente al hostel. El Centro Histórico de Liubliana se encuentra a poco más de 1km, y en un radio de 5min andando tenemos tiendas y restaurantes.
Teléfono: +38612309700.
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Relación calidad/precio - 80%
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