Visitar, qué ver y qué hacer, en Tailandia (Chiang Mai).
Día 8 – 11.05.07: Tailandia (Chiang Mai: Excursión Aventura con elefantes, ruta selva, carrera carruajes, descenso río, etc. Mercado Orquídeas, Bazar nocturno, Bubbles, etc). Visitar, qué ver y qué hacer.
CRÓNICA: Día 8 – 11.05.07: Tailandia (Chiang Mai). Nos pasaban a recoger prontito para nuestra Excursión de Aventura. Tras recoger al resto de compis, llegamos tras una hora de viaje al lugar donde íbamos a pasar casi todo el día. Primero, y tras haber «comprobado» que los elefantes eran tratados de forma correcta, comenzamos la exhibición de los mismos: presentación, diversas actividades como diferentes gestos, pasar por encima de sus cuidadores, jugar al fútbol o pintar un cuadro… La gente estaba encantada. Tras ello, tocaba una hora de ruta por la selva en elefante, el cual se «volvió loco» y estuvimos a punto de volcar. Tras «controlarle» y continuar la ruta, pudimos disfrutar de la misma; dándole de comer, «llevándolo» nosotros, sacando fotos… Tras finalizar, realizamos una «carrera» de carruajes, comimos y, a continuación, un aburrido y caluroso descenso por el río en una balsa de bambú. Camino de vuelta, parando en el interesante Mercado de Orquídeas y, tras llegar a Chiang Mai, nos dirigimos al Bazar Nocturno a disfrutar del ambiente y realizar compras. Tras ello, cenamos en el restaurante del rooftop del hotel, nos duchamos, y nos bajamos de fiesta a las dos discotecas del hotel, finalizando en Bubbles rodeados de fauna diversa y personajes.
Segundo día en Chiang Mai, nos levantamos pronto, ya que nos pasaban a buscar por el hotel para la excursión de aventura que habíamos contratado ayer. Yo estaba reventado, así que ni medio tiempo de bajar a desayunar, me duché, me vestí y bajé para abajo. La van pasó a recogernos; nosotros 4, otra pareja de algún país árabe (era una pena ver a la pobre chica, con el calor y humedad infernal que estábamos aguantando, ir completamente de negro de arriba abajo con todo el cuerpo cubierto,, no quiero ni pensar en el calor que debía estar pasando y lo incómoda que iba a estar para todo lo que íbamos a realizar durante el día, sus ojos y su mirada triste y resignada la delataban… el chico, «obviamente», podía ir como quisiera, y pasaba de ella teniéndola en todo momento en un segundo plano, tratándola de forma lamentable, como si fuera un perro callejero… No vamos a descubrir nada nuevo respecto al Islam… Llevábamos un mosqueo con esto importante… En muchas ocasiones como decía, la chica nos miraba tímida, en sus ojos se podían adivinar las ganas que tenía de poder disfrutar de la libertad que teníamos nosotros. En fin…).
En fin, pasamos a buscar a otras dos personas a otro alojamiento, un hostel o albergue muy chungo, no sé qué era; tenía unas pintas muy cutres jeje. Eran dos chicas, a primera vista chinas… Aunque pensábamos que eran una pareja; ¡¡¡un chico y una chica!!!, yo sinceramente no me di cuenta casi hasta que llegamos a nuestro destino. Pensábamos, y seguros al 99% que eran lesbianas y eran pareja xD (que muy correcto por otra parte obviamente, todo sea dicho). La «chica» era preciosa, guapísima, alta, delgadita con buen cuerpo y ropa ajustada, con una cara muy mona, aunque era tímida y calladita. La otra chica… ¡es que sinceramente parecía un chico! Jaja: pelo corto, gafas de sol enormes, facciones más fuertes y ropa ancha, si no te fijabas parecía que no tenía pecho, hablaba más y era más lanzada. Lógicamente, ésta era el «macho» de la pareja jeje.
No obstante no hablaban con nadie prácticamente, las vimos en un par de ocasiones de la mano, pero no se daban mimitos ni besitos, lo habitual en los asiáticos vamos xD. Bueno, y luego teníamos al conductor de la van, sin nada que reseñar, y a la guía de ruta que venía con nosotros; tailandesa, hablaba en inglés. Nos estuvo preguntando los nombres, de dónde éramos, cuántos días llevábamos por aquí, etc… muy maja. Nos dio unas pegatinas naranjas que debíamos llevar pegadas en la camiseta, para identificarnos y saber a qué grupo pertenecíamos. Como de nosotros 4, la chica sólo sabía pronunciar bien mi nombre, pues nos quedamos como el «David’s Group» xDDD.
Por fin llegamos a nuestro destino, después de una hora de viaje aprox. El día estaba nublado y parecía que había llovido por aquí. Nada más bajar de la van primero pasamos por unos puestos para hacer compras y demás, compré agua y unas bolsas de patatas, ya que no había desayunado y tenía hambre. Y corriendo nos dirigieron hacia la explanada donde iba a tener lugar la exhibición de los elefantes.
Haciendo un inciso, he de decir que no me molan en absoluto estas historias, no soy animalista (y soy omnívoro obviamente), pero los animales son seres vivos con igualmente sentimientos, sabemos perfectamente lo que suele ocurrir en este tipo de lugares con los elefantes: son maltratados y explotados sin control. Por lo tanto, este tipo de actividades no me atraen mucho, pero cierto es que, cuando contratamos la excursión (y luego después vía Internet), preguntamos y nos informamos acerca de cómo trataban aquí a los elefantes, y todo parecía ser correcto. Bueno… cierto es que, seguramente, hoy en día no haría este tipo de actividades donde, sea el que sea, se utilicen animales…
Nos sentamos en las primeras gradas que había, al lado de las chicas chinas (que finalmente resultaron ser de Hong Kong y las cuales llevaban un equipo fotográfico profesional con un objetivo que flipas). La verdad es que había bastante gente repartida por todo el lateral. A los pocos minutos salieron los elefantes con sus «amos». Lógicamente, este espectáculo lo repiten todos los días varias veces, son elefantes «de granja», totalmente amaestrados y que hacen lo mismo tooodos los días.
El elefante asiático en general no es muy grande (excepto el de la India), no son tan grandes como los africanos… lo sabíamos, pero esperábamos encontrarnos algunos bichos más grandes jeje (aun así había algunos enormes). Primero hacen una presentación de los elefantes, luego comienza el espectáculo en sí: cómo saluda al público, se sienta o hace reverencias… también animan al público golpeando con la trompa el suelo, etc… Hacen diversas posturas para que los cuidadores suban y bajen de ellos, o los llevan de pie sobre los colmillos. También demuestran sus dotes para el trabajo, ya que han sido utilizados como animales de carga y ayuda a lo largo de siglos, colocando y moviendo troncos. Lo más curioso y gracioso que realizaron, fue cuando un chico se quedaba tumbado boca abajo, y el elefante hacía como que lo iba a pisar moviendo la pata encima de él (si le pisa la troncha por la mitad jeje), pero está todo controlado, y van pasando por encima de él sin ni siquiera rozarle. Y, lo mejor, cuando juegan al fútbol jeje, lanzan balones contra una portería (incluso haciendo rabonas jeje, dándole con las patas traseras), o luego lanzando penaltis: cogían el balón con la trompa, lo colocaban, y tiraban a portería, incluso haciendo la «paradinha», y luego celebrándolo y acercándose al público jeje, gracioso y muy chulo.
La «función» terminaba pintando un cuadro: sacaban un lienzo, con pinturas, y los elefantes hacían un dibujo (que ya tendrían «aprendido” obviamente, y lo irían cambiando cada cierto tiempo), algunos elefantes pintaban por sí mismos, otros les iba guiando el cuidador moviéndoles la trompa o de los colmillos. Eso sí que no lo habíamos visto nunca, súper curioso, ver como los elefantes pintan un cuadro (que luego si quieres lo podías comprar claro, sacan dinero de donde sea jeje), uno pintaba un jardín de flores, otro un elefante, etc… Después de unos 45min la función terminó entre los aplausos entusiastas del público jeje :). Ahora sacaban fuera un par de elefantes, más pequeñitos, para que la gente pudiera verlos de cerca, subirse a ellos con mucho cuidado (:S), sacarse fotos con ellos… todo previo pago claro, nosotros pasamos. Habíamos quedado con nuestra guía justo al lado, esperando que se reuniera todo el grupo, al lado del río. Mientras, un cuidador bajó con su elefante al río para lavarlo, primero se tumbaba de un lado y después del otro, y el cuidador le lavaba detrás de las orejas y demás. A nuestro lado estaban las típicas guiris que van de graciosas, así que el elefante cogió y las echó agua con la trompa jeje, las empapó.
Bueno, ya vino la guía y nos llevó a donde nos dirigíamos a coger los elefantes para hacer una ruta de una hora por la selva, subías por una tarima de maderas a la altura del elefante, y te sentabas encima en parejas de dos. La verdad es que no daba mucha sensación de seguridad, pero bueno jeje, todo era acostumbrarse. Primero salieron la pareja de musulmanes que, reitero, pobre chica como lo debía estar pasando con la ropa y el calor, luego las hongkonesas, luego Ángel y yo, y por último Javi y Edu justo detrás de nosotros. Avanzas unos metros por el campamento y luego desciendes un poco para empezar a atravesar el río. Al principio da un poco de impresión el estar a esa altura y el movimiento del elefante, parece que te vas a caer jeje, pero bueno, te acostumbras relativamente rápido.
Nada más cruzar el río ya estábamos los dos elefantes solos: nosotros y el de Edu y Javi, los demás iban más rápido y nos llevaban ventaja, y parece que después de nosotros no salía nadie más… Subimos una cuesta que giraba a la derecha… y aquí nuestro elefante se volvió loco :S, explico: de repente se puso a correr en dirección a unos árboles y a coger hojas con la trompa, y nosotros flipando claro, pero esos árboles estaban justo en el terraplén que realizaba la curva… y claro, nosotros desde arriba encima del elefante lo veíamos muuuy chungo jaja, es decir, como el elefante se moviera y le diera otro ataque de locura o se resbalara podíamos caer por el terraplén rodando, y el elefante nos arrollaría :O. La verdad es que fue un momento bastante tenso que, no es que estuviéramos acojonados, pero sí preocupados…
El caso es que el elefante no quería andar, y el cuidador dándole gritos e intentando que retomara el camino… pues así estuvimos durante un par de minutos que se hicieron muy largos… y mientras detrás el otro elefante parado claro. Fue bastante surrealista jeje, primero se vuelve loco el elefante y luego se nos «cala» jeje. Por fin el «conductor» consiguió que el elefante reanudara la marcha y volviera al camino, no sin antes darle un buen palazo en toda la cabeza (cagon sus muertos). Ellos llevan un palo con un gancho, para sujetarlos o tirarles detrás de las orejas, para reorientarles la marcha, o darles con el palo algún golpe si se han «portado mal» como este era el caso… ufff, pobrecillo, me dolió hasta a mí el golpe que le dio (durante el recorrido, le volvió a dar un par de veces más, cuando veía que se aceleraba o que se iba a su bola), miramos al “conductor” con mala cara… Como ya comentaba anteriormente, hemos visto infinidad de veces en imágenes o documentales cómo se trata a los elefantes en según qué lugares y cómo se les explota para el trabajo o para el turismo, obviamente aquí no tenía por qué ser así ya que en la mayoría de los lugares está controlado y se cumplen las reglas… En fin, debido a esto, dejó pasar al elefante de Edu y Javi delante de nosotros, ya que el nuestro parecía que iba más pasota y más lento en ocasiones jeje.
El recorrido la verdad es que es precioso, es un circuito prácticamente circular por la selva, rodeado de vegetación, por la ladera de esa montaña, desde la que ves en algunos puntos el complejo de donde hemos salido a lo lejos más abajo, y al fondo los valles originados por las formaciones montañosas, sumidos en la neblina de la mañana. Durante el recorrido, pasas por un par de puestecitos para venderte plátanos o caña de azúcar, puedes comprarla (20bahts), y se la puedes dar tu mismo al elefante. Había tramos del recorrido que realmente eran complicados… Se supone que los elefantes hacen este recorrido todos los días y están acostumbrados, se conocen el camino vamos, pero yo lo veía bastante jodido jeje… Y más habiendo llovido y el suelo resbaladizo, puesto que había tramos con subidas y bajadas que impresionaban bastante al ir encima del elefante, u otros tramos que sólo eran rocas, y los elefantes debían ir haciendo malabarismos para ir pasando entre las mismas jeje… un resbalón o una mal pisada y nos íbamos a tomar por culo, pero bueno, esa era la adrenalina y la tensión…
Aunque no más adrenalina que montarte tú encima y llevar al elefante jeje. Nuestros elefantes iban más despacio, lógicamente realizado adrede para separarnos del resto del grupo que iba por delante y así estar nosotros solos, momento que aprovechaban los cuidadores para bajarse e ir un rato ellos andando, te sacaban fotos en diversas poses con el elefante, y luego te dejaban a ti ponerte encima en la cabeza e ir con el. Esto es algo que está prohibido, más que nada por seguridad, ya que te puedes caer y puede ser muy muy peligroso, vas en la cabeza montando sin ningún tipo de protección y al principio es bastante difícil, crees que te vas a caer o que te resbalas (obviamente si no quieres montar no lo haces). El truco consiste en no ir rígido, si intentas ir rígido y recto es cuando tienes peligro de caerte, tienes que adecuarte al movimiento del elefante, al vaivén, sujetándote con las piernas a ambos lados de la cabeza detrás de las orejas y con las manos en la parte superior de la misma. Al principio impone jeje, pero luego ya te acostumbras… excepto cuando hay alguna subida o bajada, que crees que te vas a piñar sin remedio jeje. Lo hicimos tanto Ángel como yo, y Edu y Javi con su elefante también. La verdad es que es una curiosa experiencia.
Al ir llegando de nuevo al río, ya volvió a montarse el chico, y nosotros nos sentamos ya arriba. Justo al entrar al río vimos una serpiente de agua (o la que fuera, no soy experto en serpientes xD), bastante grande jeje, la verdad es que yo no me metería en ese río ni de coña… La fuerza del elefante es asombrosa… con tres personas encima, y andando atravesando el río contracorriente, subiendo y luego girando hasta llegar a la otra orilla. Una vez cruzado éste, apenas unos metros más adelante, ya paras y te bajas del elefante, se terminó el recorrido, le dimos la propina a nuestro conductor, nos despedimos de nuestro elefante, y continuamos cuesta arriba.
Atravesamos varios puestecitos de compras, puestos ahí de forma estratégica ya que todos los que nos bajemos de los elefantes debíamos pasar por ahí jeje, hasta llegar al final, donde vimos al resto de nuestro grupo que debía hacer un rato que habían llegado jeje (pero seguro que ellos no montaron encima del elefante como nosotros jeje, las hongkonesas con lo calladitas y tímidas que eran ni de coña, y la otra pareja… menos). Aquí te recogía un «carruaje» de madera que lo único que hacía era joderte la espalda debido a la «suspensión» que llevaba xD, tirado por un par de bueyes. Eran un tramo de apenas un km, durante el cual se iban adelantando unos a otros, como si fuera una carrera. Atravesábamos parte del campamento… a nuestra derecha estaban ampliándolo, construyendo un par de edificaciones, y luego pasamos por el lugar donde se encuentran todos los elefantes, les tenían «sujetos» con cadenas a una pata (no parecían estar en mal estado), y todo lleno de comida (hojas, caña de azúcar, plátanos, etc), bajo una especie de viejos almacenes sólo con el techo. Era curioso ver cómo algunos elefantes estaban dormidos de pie, o apoyados contra los pilares de madera con la trompa enroscada a ellos jeje.
En fin, llegamos al final, nos bajamos y nos estaba esperando nuestra guía, la cual nos llevó a comer, la comida iba incluida en la excursión lógicamente (excepto las bebidas como siempre), y era buffet libre. Teníamos mesas asignadas para nuestro grupo, aunque apenas había nadie… no sé si el resto de gente que había en la excursión que vimos a primera hora ya habían comido o vendrían después, porque ahora estábamos sólo prácticamente nosotros. No había mucha variedad de comida pero sí suficiente, y todo muy bueno, aderezado con unas Singhas como no podía ser de otra forma :). Habíamos quedado al lado del recinto para comer, y teníamos una hora. Comimos con tranquilidad, repetimos varias veces, fuimos al baño y a ver las tiendas que había… y volvimos al punto de encuentro.
Ahora tocaba la última parte de la excursión, que era el descenso por el río en una balsa de bambú. Nosotros 4 en una balsa y los otros 4 del grupo en otra. La verdad es que las balsas son súper cutres jeje, con dos hileras de bancos para que se sienten 4 personas, y dos tíos que llevan la balsa, uno delante y otro detrás, había pequeñas fugas donde entraba un poco de agua jeje, pero bueno, para qué quieres más…
La verdad es que esperábamos que hubiera un poco más de «chicha» durante el recorrido… ya que es sencillamente río abajo, con el agua en plena calma… y eso sí, bajo un sol de justicia que me estaba achicharrando el cogote y la cabeza, el calor era infernal, no parábamos de beber agua… aquí sí que eché de menos traerme la gorra que se me olvidó en el hotel, o coger un gorro de los que te ofrecían al montarte en la balsa. En otros recorridos y excursiones sí se hacía descenso de barrancos (con la protección, el equipamiento, y la balsa adecuada… incluso en otros se hacía un pequeño descenso sin peligro alguno en estas mismas balsas, al menos para que te salpicara un poquito el agua jeje, pero no era el caso de esta… por lo que podemos calificar de aburrido, y muy caluroso, este «descenso»). Eso sí, el marco natural en el que estábamos era incomparable en mitad de la selva. También nos dejaron controlar a nosotros la balsa durante unos minutillos, “empujando” y orientándola, con la vara de bambú que ellos llevaban (para que luego les des la propinilla claro jeje). Al menos nos divertimos un poco e «hicimos algo», ya que nuestros compañeros de excursión que venían unos metros por detrás de nosotros no se levantaron ni para hacerse una foto siquiera, qué rancios xD.
Llegamos al embarcadero, por decirlo de alguna forma claro, eran 3 troncos puestos sobre la orilla, donde te parabas y te bajabas rápido jeje. Subías unas pequeñas escaleras y ahí nos estaba esperando la van con nuestra guía, al lado de un pequeño puestecito donde vendían agua y demás, aunque el agua ya nos la dieron ellos, que la llevaban en neveritas dentro de la van. No son botellas, sino un bote de plástico con una «ración» de agua por decirlo de alguna forma, que lo pinchas con la pajita y te la bebes jeje, como si fuera un vaso, pero tapado. Después de refrescarnos un poco con el agua y a la sombra, nos montamos en la van y emprendimos el camino de vuelta. La guía nos decía que íbamos a pasar por el Mercado de Orquídeas, pero nosotros le dijimos que eso no lo teníamos contratado (aunque parece que el resto si), y tampoco nos interesaba nada la verdad, y menos si había que pagar… Se supone que nos iban a dejar a nosotros y luego llevarles a ellos, pero como era absurdo y se perdía mucho tiempo, pues fuimos todos al Mercado de Orquídeas, no sin antes asegurarnos que era gratis claro jeje, nosotros ya habíamos pagado la excursión.
Nada más llegar nos compramos un heladito fresquito que los vendían en la entrada… entramos todos, aquí estaba la parte de compras: orquídeas naturales de todo tipo, objetos decorativos con oro, cajitas, incluso bichos de todo tipo disecados y enmarcados jeje. La guía nos explicó cómo crecen las orquídeas, y cómo no necesitan la tierra y crecen «en el aire», y el proceso para realizar las colonias y perfumes a partir de las flores, interesante. Luego teníamos media horita para dar una vuelta y sacar fotos o comprar algo y de vuelta a la entrada. Tampoco es algo que nos interesara mucho, pero dimos una vuelta por los distintos pasillos, viendo los distintos tipos de orquídeas… preciosas, y sacamos varias fotos aprovechando las macros de nuestras cámaras recién adquiridas jaja. También dentro del mismo mercado de orquídeas, estaba una parte dedicada al mercado de mariposas… ¡¡¡estaban por todos lados!!!, rodeado de mariposas de todo tipo y color jeje. Al salir, echamos de nuevo un vistazo a las compras que se podían realizar, y yo acabé comprando una orquídea; había muchos tipos para elegir, te las venden preparadas en unos botecitos, donde pueden vivir 3 meses, y te dan las instrucciones en español sobre cómo abrir el bote, realizar el transplante, cuidarlas, etc.
De vuelta a la van y, ya sí, de vuelta a Chiang Mai. Mis tres compis estaban sentados detrás en la última fila, yo delante con las dos chicas chinas… Seguíamos pensando que eran pareja jeje, a mi lado la que era igual que un tío, y al otro lado la otra chica; guapísima reitero. Ángel tenía ganas de «guerra» jeje, y sabiendo mi predilección por Asia y Hong Kong en este caso se puso a hablar con ellas (todo siempre dentro de lo que permitía nuestro pésimo inglés claro), y dijo que yo quería visitar Hong Kong para que yo me pusiera a hablar con ellas jeje. Pues nada, comenzamos a hablar (aunque sólo hablaba el maromo, la otra na de na, que por cierto, se llamaba Virginia). Nos presentamos y se presentaron. Nos comentaron que eran de Hong Kong, de la misma isla, que estaban de viaje por el sudeste asiático, y después de Tailandia seguían por la zona (Laos, Camboya, etc…). Comentamos que nosotros éramos españoles, de Madrid :). Decían que algún día vendrían por aquí a conocerlo jeje, en Europa únicamente habían estado en Suiza, que es donde habían visto la nieve, ya que nunca la habían visto en otro lugar (viviendo en Hong Kong y en esas latitudes es lógico jeje).
Yo expliqué que me encantaba Asia, y visitar Hong Kong era una de mis preferencias, algo que me gustaría hacer el año que viene, junto con Kuala Lumpur y Singapur. También nos contaron temas de precios, cómo está la vida allí en la isla, mejor época para viajar, etc… Resulta que también habían estado en Japón, y como yo fui el año pasado pues también salió tema de conversación por esa parte jeje, hablando de Japón,de lo que habíamos visitado cada uno, de lo caro que es todo allí, pero que nos encantaba y queríamos volver a ir jeje, aunque ellas lo tenían más fácil y más barato estando más cerquita claro :).
Al final nos acabamos intercambiando los mails, para un posible contacto futuro o para cuando yo vaya a Hong Kong o, simplemente para seguir hablando (aunque con mi cutreinglés está complicado, pero todo se puede hacer, no será la primera vez ni la última xD). En fin… intentamos sobar dando un par de cabezadas hasta que llegamos a Chiang Mai y fueron dejando al resto del grupo… primero a los musulmanes, después a las chicas hongkonesas de las que nos despedimos amablemente con un «see you soon» xD, y luego nosotros los últimos, nos dejaron en la puerta del hotel. Subimos a la habitación a dejar las cosas y refrescarnos un poco, ya estaba anocheciendo.
Decidimos bajar e ir, como no, por el Bazar Nocturno como ayer a dar una vuelta jeje, todavía quedaban muchas compras por hacer y muchas cosas por ver jeje. Nos separamos en dos grupos, ya que queríamos ver cosas diferentes y si no, tardas el doble de tiempo, aunque seguramente nos encontraríamos en algún momento dando vueltas en algún puesto jeje, no obstante, Edu y Javi no tenían muchas ganas de ir a hacer compras dando vueltas por el Bazar. Primeramente Ángel y yo fuimos a un cajero en frente del hotel, ya que yo tenía que sacar pasta ya… entre pagar las excursiones y la cámara de fotos… estaba ya pilladillo de pasta, y quería sacar ya dinero para el resto de días que nos quedaban, acabé sacando al cambio unos 200€, con la tarjeta de débito, pensaba que no me la pillaría, pero sí me la pilló :). El cajero no es muy complicado, aunque tardamos un poquito en localizar las opciones correctas para sacar dinero en efectivo jeje.
Continuamos para el bazar, a seguir viendo puestos y más puestos… hoy había bastante gente, era casi imposible andar, muchísimo turista, y varios grupos de españoles con los que nos cruzamos. Yo seguía buscando relojes pero no encontraba lo que yo quería, al menos sí hice varias compras en cuanto a regalos para colegas (unas monedas antiguas, figuritas de Buda, etc…). Ángel también se quería comprar unas chanclas y las estuvimos mirando en varios puestos. Nos encontramos con Edu, Javi se había vuelto al hotel. Continuamos por el mercado que está al otro lado de la calle, que ya son tiendas cubiertas, en 3 plantas. Aquí más de lo mismo… aunque descubrimos varias tiendas de artesanía con madera… sencillamente impresionante. Esto es lo que no encuentras en Bangkok. A Edu le encantan las tallas en madera realizadas a mano, así que estaba en su paraíso jeje… nos tiramos aquí más de una hora mirando embobados los diseños y la perfección de esas reproducciones en madera. Había de todo tipo, con todo tipo de representaciones, algunas sinceramente espectaculares con esa sensación de profundidad y detalle en 3d… Obviamente, no te dejaban grabar ni sacar fotos (para que no se pudieran copiar los diseños), y todo valía una pasta, y en la mayoría sin posibilidad de regatear, con precios fijos… había algunos murales, o una pecera, que al cambio eran varios millones de pesetas… Lógicamente es para peña con muuucha pasta, y también lo utilizan para la exportación a otros países. Te quedabas con ganas de llevarte muchas cosas jeje, pero era imposible…
Decidimos volver al hotel, hoy tocaba bajar después al Bubbles de fiesta, era Viernes y mañana no teníamos que madrugar tanto jeje. Pasamos por las habitaciones, y ya los 4, subimos al restaurante de la azotea a cenar… nada más entrar nos recordó al restaurante de la azotea de nuestro Hotel en Bangkok, y es que seguimos pensando que estábamos en uno de los mejores hoteles de Chiang Mai. Habían regado, por lo que estaba todo fresquito, cogimos una mesa al lado del muro para así poder ver Chiang Mai de noche… No había nadie cenando, pero tenían música en directo, y nada más entrar nosotros, aunque éramos los únicos, el hombre se puso a cantar. La atención exquisita como siempre. Pedimos ternera, pollo, y unas brochetas de carne y verduras que estaban buenísimas, todo ello aderezado con unas cervecitas bien fresquitas claro jeje. Eso sí, estaba todo lleno de mosquitos, así que yo llevaba puesto el «antimosquitos» jeje, y un aparatito que emite sonidos de baja frecuencia (lo llevaba puesto durante todo el día debido a la excursión en la selva, que sirva para algo o no es otra cosa xD). Desde aquí podíamos ver todo Chiang Mai iluminado, incluso podíamos ver el Doi Suthep iluminado en lo alto de la montaña, sobre la bruma que cubría la misma y, al otro lado, toda la zona donde se extendía a nuestros pies el Bazar Nocturno y el Mercado de Comidas de Anusan. La verdad es que teníamos una gran vista, con una temperatura agradable y la comida buenísima, así que nos entretuvimos aquí un buen ratillo cenando tranquilamente y hablando de nuestras batallitas y cómo se iba desarrollando el viaje hasta ahora. Ciertamente Tailandia era una maravilla, nos estaba encantando…
Una vez cenados, nos despedimos del cantante jeje, y bajamos a la habitación, a ducharnos, cambiarnos y tal. Tampoco podíamos entretenernos mucho, porque como ya dije, las discotecas cerraban a la 1 ó 2. Sobre las 00 bajamos primero a la discoteca Hot Shot donde estuvimos ayer que hacían conciertos en directo y no cobraban entrada, para tomar la primera, y después nos fuimos ya directamente al Bubbles. Había bastante gente en el exterior y el parking estaba lleno, se nota que era Viernes, hoy debía haber buen ambiente jeje, por algo es la discoteca más conocida de Chiang Mai. En la entrada se coge el ticket, pagas la entrada a la discoteca y te dan una consumición a canjear en la barra.
Hay un pasillo con una barra a la derecha, que es el nivel superior, y luego bajas por unas escaleras a lo que es la pista en sí. En frente otra barra y donde pides las consumiciones y las pagas (te dan un ticket y lo canjeas en la barra), también los servicios al fondo a la derecha, y a la derecha estaba la cabina del dj. En los laterales había taburetes con mesas altas y demás… La verdad es que pensábamos que era más pequeña, tampoco es una discoteca muy grande que digamos, pero suficiente. Como es lógico nada más bajar fuimos a canjear la consumición jeje. Ya había bastante gente, pero te podías mover sin problemas, aunque poco a poco y según se iba acercando la hora de cierre se iba llenando más y más y ya estabas un poquito a presión y hasta las pelotas de guiris borrachos.
La música bastante bien en general, un poco comercial, pero bien… cada hora tocaba un estilo distinto; empezaban con hiphop y rap y luego ya house, trance, progresivo y algo de techno. De 00 a 1 si no recuerdo mal era trance, y de 1 a cierre techno (pero muy muy comercial). El ambiente era lo que más nos chocó… era una especie de Benidorm pero trasladado a Tailandia jeje. No era ni mal ni buen ambiente, sino sencillamente un ambiente muy «raro», os explico: para empezar había varias prostitutas y chicas de compañía, mucha gente joven pero también bastaaante gente que superaban los 50. Mitad de clientela eran tailandeses, la mayoría súper fashion y como si fueran la «élite» de Chiang Magi xD, y el resto turistas y guiris de todas partes del mundo… había turistas “normales”, como nosotros, también los habituales cachitas metrosexuales que hay en cualquier sitio, y luego los grupos típicos de ingleses o derivados sudando y chorreando sudor como pollos que sólo saben dar botes, gente que va alcoholizada hasta la médula y que es probable tener movida con ellos. De hecho había una chica, que no tendría más de 20 años, con sus coleguitas, con un pedo bestial, que casi se cae encima de Javi y encima todavía le vacilo, nosotros nos contuvimos para evitar historias… Luego había otro par de guiris sudados rozándose con todo el mundo y empujando… ellos ni se daban cuenta claro, y no hay cosa que me dé más ascazo que rozarme con un tío asqueroso todo sudoroso en la pista alcoholizado y puesto hasta las orejas… al final le tuve que meter un par de empujones y decirle un par de cosas, pero vamos, no se enteraba de nada.
Luego estaban los que van persiguiendo a las tías y las van magreando, si esa no entra al juego pues a la siguiente… claro, que también había un par de tías, que estaban sencillamente tremendas, con un pedo que te cagas, dándose el palo entre ellas en mitad de la pista, y luego cada 5min estaban con un tío distinto, a mí se me acercaron un par de veces insinuándose y metiéndose el dedo en la boca xD, pero vamos, a mí y a cualquiera… y qué queréis que os diga chicos, pero me dan mucho asco, y no parecían prostitutas la verdad… Mirabas a todos lados y nosotros éramos de los pocos «normales» que había allí… Sinceramente, la discoteca se sale, está muy bien, buena música y al lado del hotel, yo la recomiendo a todo el mundo… pero el ambiente es sumamente raro y extraño, es una mezcla muy rara de todo tipo de gente… especialmente por los guiris, que son lo peor, la peña va demasiado pedo y no controla, un ambiente demasiado «cerdo» como le digo yo (quien conozca la zona guiri de Benidorm sabrá de lo que hablo jeje), pero bueno, el caso es que nos lo pasamos bien, evitamos un par de movidas jeje, y nos quedamos hasta el cierre.
De ahí al hotel tranquilamente, estuvimos un rato hablando del día, colocando las cosillas, vimos un rato la tv y a dormir… mañana teníamos la excursión por la ciudad y no había que madrugar. Día completito destinado a la aventura, primero en la selva por el día, después en la discoteca por la noche, en ambos rodeados de fauna diversa, ¡un gran día! Chiang Mai mooola :D.
Jeje, sip, lo de los elefantes es curioso, es una experiencia que hay que probar si vas a Tailandia.
lo de los elefantes debe ser tremendo, mi hermano le gustan mucho esas cosas y le tira bastante, jeje, cada dia uno se convence mas, las fotos muy guapas, de verdad , y esa de remero muy curiosa, jaja. Sobre los guiris borrachos en las discos, son una plaga que ni tan lejos uno puede evitar
y nada, aqui enganchado a tus crónicas, un saludo