Visitar, qué ver y qué hacer, en Bélgica (Amberes, Mechelen, Leuven).
Día 2 – 22.11.08: Bélgica (Amberes: Ópera, Groen Plaats, Vieja Fortaleza, Grote Markt, Catedral, Boerentoren, Museo Rubens, etc. Mechelen: Grote Markt, Catedral, Ayuntamiento, calles medievales, etc. Leuven: Biblioteca, Palacio Stuk, Oude Markt, Grote Markt, Ayuntamiento, Iglesia St Pieterskerk, etc). Visitar, qué ver y qué hacer.
CRÓNICA: Día 2 – 22.11.08: Bélgica (Amberes, Mechelen, Leuven). Tras levantarme más tarde de lo previsto por el cansancio, desayuno y tren hasta Amberes, ciudad con pasado español y uno de los mayores centros mundiales del mercado de diamantes. Pasando por la Ópera, Bourla, Groen Plaats, etc, y cruzando el río por el túnel subterráneo para, tras unas fotos y disfrutar del skyline, volver y visitar la Vieja Fortaleza, Noorderterras y parar por la nieve… Tras visitar la bella Grote Markt, rumbo a la interesante Catedral con sus cuadros de Rubens y el edificio Boerentoren y la casa-museo de Rubens. Camino a la pequeña e interesante ciudad de Mechelen y, tras nueva nevada y comer, visita de la Grote Markt, Ayuntamiento, Catedral, Iglesia Sint Janskerk y el laberinto de callejones que forman el entramado medieval de la Ciudad Vieja. Vuelta a la estación, y tren a la ciudad universitaria de Leuven, ya de noche y con muuucho frío, recorriendo la Biblioteca, Satdspark, Iglesia St Michielskerk, Palacio Stuk, Oude Markt y su vacía zona de fiesta, Grote Markt y los góticos y preciosos Ayuntamiento e Iglesia St Pieterskerk. Finalizando con la Vis Markt, la Iglesia de St Geertruikerk y una cerveza frente a la estación. Vuelta a Bruselas, cena de falafel, ¡y a dormir tras largo y frío día!
Segundo día… Me levanté algo más tarde de lo previsto, pero es que estaba hecho polvo después del día de ayer y no haber dormido… Al menos después de la duchita que me di anoche dormí bien. Una vez levantado me puse a mirar los horarios de los trenes, ya que anoche estaba hecho polvo y apenas miré por encima. Una vez fichados baje a desayunar… Desayuno básico, pero suficiente para llenarse un poquito el estómago antes de comenzar el día…
Cogí el tranvía un par de paradas hasta la Estación de Midi, pasé a comprar el ticket de tren para Amberes y subí al andén. En breve llegó y nos subimos bastante gente joven… Algunos iban a Amberes y otros a Ámsterdam jeje, ya que Amberes está de paso y a mitad de camino para ir a esta ciudad de los Países Bajos (ciudad que me encanta por cierto). Después de un trayecto no muy largo que aproveché para ir mirando los mapas y la rutilla a seguir (ya que tenía que aprovechar el tiempo al máximo), pues llegamos a Amberes a la hora prevista :).
Amberes es la segunda ciudad de Bélgica tras Bruselas, fundada supuestamente por los romanos, con una población actualmente de poco más de 510.000 habitantes. En esta ciudad, Rubens desarrolló gran parte de su trabajo y vivió los últimos años de su vida, auténtico icono de la ciudad y presente por todos lugares en la misma. La ciudad era una etapa importante en el Camino de Santiago centroeuropeo, posee un puerto importante en Europa, y es uno de los mayores centros mundiales en el tallado y la trata de diamantes. También decir que, durante el Renacimiento, Amberes perteneció a los Países Bajos Españoles, s. XV, que marcó el desarrollo en todos los ámbitos, en especial económico, de la ciudad. Os animo a echar un vistazo a su interesante historia, especialmente desde la Edad Media…
Se nota que es una ciudad grande, lo compruebas nada más llegar y ver la Estación de Amberes (de 1905 y con una estructura en hierro y cristal)… Enorme y preciosa, considerada una de las estaciones más bellas del mundo, muy al rollo neoclásico cual palacio, y petada de peña por todos lados. Saqué unas fotillos y me dirigí a la salida. Bastante frío pero al menos no llovía… de momento. Mapa en mano me dispuse a comenzar la caminata según el trayecto que me había marcado. Pasé por una de las principales calles comerciales, amplia avenida llena de tiendas y gente… por los edificios de la Ópera, el Stadsschouwburg, el Bourla, Politietoren, etc… Y luego subiendo por la Nationalstraat donde hay varias tiendas y algún edificio interesante, hasta llegar a la Groen Plaats… Una bonita plaza con algunos edificios neoclásicos y con la estatua de Rubens en el centro de la misma. Aquí gire camino al río…
En unos minutillos llegué a la entrada del túnel de peatones para cruzar el río. Bajando varias plantas bajo tierra con un ascensor o con unas curiosas y vintage escaleras mecánicas de madera, llegamos a un túnel recto de casi 500m que cruza todo el río bajo tierra hasta la otra orilla. Se usa para comunicar estas dos zonas de la ciudad, y en el otro lado tenemos uno de los barrios más nuevos y modernos de Amberes, y donde tras un ratillo caminando, podremos llegar a la «playa». La verdad es que había bastante gente cruzando de un lado a otro, especialmente hacia el casco histórico. Una vez cruzas al otro lado no hay mucho que puedas hacer, por no decir nada jeje. Solo acercarte a la orilla del río y ver el skyline de la ciudad, de todo el casco antiguo-histórico, con la torre de la catedral y el edificio Boerentoren a la cabeza. Y poco más aquí, vuelta por el túnel…
Ahora fui caminando por el paseo marítimo hasta la Vieja Fortaleza. Está en pie desde el 1200, primero fue fortaleza marítima, después prisión, y actualmente es un museo marítimo. No me convencía demasiado pagar la entrada, aparte no tenía mucho tiempo, así que me conformé con verlo por fuera y por dentro, pero sin pagar la entrada para el museo y demás, la verdad es que la construcción es muy interesante a nivel arquitectónico y es sin duda uno de los grandes atractivos de la ciudad :). Después, continúe caminando por el paseo (viendo un par de barcos expuestos en el mismo), hasta el edificio cercano Noorderterras, también bastante curioso, pero me conformé con verlo desde unos metros… porque empezó a nevar a saco, me tuve que refugiar en una marquesina de parada de bus. En cuanto paró un pelín continué, pero como seguía lloviendo agua-nieve y hacía bastante viento, pues me refugié en un bar que había en una pequeña plaza haciendo esquina, a tomarme una birra y descansar un poquillo…
Al rato continúe el camino hacia la Grote Markt (la Plaza Mayor), ¡preciosa!, me sorprendió gratamente la verdad, rodeada de bellas construcciones y casas neoclásicas y barrocas con arquitectura típica centroeuropea, con fuente y estatua en el centro de la misma (estatua de Silvio Brabo, a cuya leyenda se debe el nombre de la ciudad). No entiendo por qué la gente dice que Amberes no tiene nada que ver y que es una ciudad fea… Joder, como luego constataría aquí mismo recorriendo las callejuelas, la Catedral, y visitando posteriormente Gante y Brujas… Amberes tiene poco que envidiar. La Grote Markt es uno de los lugares más bonitos e interesantes de Amberes a nivel cultural, arquitectónico y visual, sin duda… Se respiraba buen ambiente, con muchos restaurantes y también muchos turistas jeje. Destaco especialmente y de forma concreta, más allá del bello entorno en el que nos encontramos, el Ayuntamiento de Amberes, de 1565, y una más que interesante y llamativa construcción de estilo manierista (¡me encanta!), y que, además, su campanario forma parte de un grupo de torres y campanarios de Bélgica y Francia que son Patrimonio de la Humanidad.
Me entretuve un ratillo aquí sacando fotos y recorriendo las calles aledañas, y puse rumbo a la Catedral de Amberes, igualmente muy interesante, encuadrada en una pequeña plaza adoquinada como todo el centro, y rodeada de igualmente interesantes, llamativos e históricos edificios.
Gótica, y terminada en 1521 reemplazando una antigua iglesia románica que aquí se encontraba, es la catedral más grande de Bélgica y una de las más importantes construcciones góticas de Europa y, también, incluido en el listado anteriormente indicado de las torres y campanarios de Bélgica y Francia.
El Emperador Carlos V quiso construir una de las catedrales más grandes del mundo, pero incendios y problemas económicos provocaron que fuera imposible… de ahí que la Catedral destaque especialmente… ¡por su única torre y la otra a medio terminar! jeje, más allá de que igualmente ha debido ser restaurada y acondicionada en diversas ocasiones a lo largo de los siglos.
En su interior, de gran interés, hay varios cuadros y retablos de Rubens, como pueden ser las obras «La Elevación de la Cruz» o el «Descendimiento de la Cruz«, y petadilla de peña que estaba la verdad, mazo de turistas pagando la «religiosa» entrada para ver el interior de la misma y los cuadros de Rubens… por cierto, ¡las vidrieras del interior son preciosas! Una vez salí, aproveché para comprar un par de postalillas en una tienda de la plaza y continuar hacia el siguiente destino, ahora ya camino de vuelta a la estación.
Aprovecho en este momento para hacer un breve inciso y reseñar la figura de Rubens, permanentemente presente en Amberes, su ciudad natal en la que nació en 1640, siendo actualmente Bélgica y, entonces, los Países Bajos Españoles. Rubens fue un pintor barroco de la escuela flamenca, con influencias clásicas y, especialmente, renacentistas con Leonardo Da Vinci, Miguel Ángel y, de forma más concreta: Tiziano. Su técnica y exquisitez pictórica, al igual que la variedad de diferentes temas pictóricos tratados, le llevó a realizar varios encargos para la corte española y ser el pintor favorito de Felipe IV, hecho que hoy en día agradecemos, ya que debido a ello, gran parte de su obra se encuentra en el Museo del Prado en Madrid (por desgracia, otras de sus obras se perdieron en el incendio del Real Alcázar de Madrid). De amplia formación, culto y viajero, fue incluso diplomático, y recibió títulos nobiliarios… Una vida que ha pasado la historia, con un legado perenne en forma de obra pictórica que podemos disfrutar en nuestros días…
¡Y continuamos! El edificio Boerentoren está «detrás» de la catedral. Según dicen en las guías, el edificio fue el primer rascacielos de Europa, construido en 1932…. pues bien, esa información es incorrecta, puesto que el primer rascacielos de Europa fue el Edificio Telefónica de Madrid, en plena Gran Vía ;). La verdad es que el edificio impresiona entre las casas de pocas plantas en Amberes y los alrededores, y ciertamente tiene ese «regustillo» de la arquitectura de rascacielos de la época construidos en EEUU (escuela de Chicago principalmente) y cuyo estilo fue exportado a la vieja Europa… Ahora estaba lloviendo bastante de nuevo, así que me refugie en los bajos del edificio, donde hay tiendas y galerías comerciales. La verdad es que toda la zona está bastante animada, con mogollón de gente y tiendas. A los pocos minutos reemprendí la marcha, caminando por la calle Langa Nieuwstraat, otra de las avenidas principales (paralela a la que vine cuando llegue a Amberes), llena de edificios neoclásicos, tiendas, restaurantes, etc, etc… toda peatonal. Estaba hasta arriba de gente jeje, y aunque sí me hubiera gustado entretenerme por aquí un ratillo mirando tiendas y demás… el tiempo apremiaba.
De camino, pasé por una pequeña plaza donde está la casa de Rubens, ahora habilitada como museo, pero ya iba justito de tiempo y la verdad no me llamaba mucho la atención (y menos los 9€ de la entrada). Justo enfrente, hay una pequeña tienda donde venden recuerdos y láminas de cuadros de Rubens, iba a haber entrado a echar una ojeada… pero no me quería gastar más pasta, y ya había comprado un par de grabados de un cuadro y un retablo de Rubens en la Catedral.
Entre el hambre y el frío que tenía… ufff. Volvía de camino a la estación, y quería haberme parado a comer algo rapidito, pero iba muy justo y no quería perder el tren y tener que esperar al siguiente… De todas formas, ¡¡¡me estaba meando a saco!!!, así que de todas formas me metí en un Mc Donald’s a echar una meadilla jeje… eso después de pagar los 40 ó 50 céntimos para entrar al baño, y tardar más de lo normal ya tenía las manos tan congeladas y entumecidas que no podía ni quitarme y ponerme el cinturón jeje, de coña sí… pero en ese momento no veas que putada jeje, cuando se te quedan las manos congeladas que ni las sientes ni tienes fuerza en los dedos… no, no llevaba guantes…
Camino a la estación, compré el ticket a Mechelen y me bajé al andén, ya que el tren llegaría en 10 minutillos. Por cierto, en la entrada, ya dentro de la estación, había algún tipo de espectáculo, con gente disfrazada, zancudos, juegos malabares, etc…
Llegó el tren, y sobre las 15 (tras unos 20min) llegaba a la estación de Mechelen. La ciudad está a mitad de camino entre Bruselas y Amberes, a unos 25km de ambas, muy cerquita vamos, y es una parada típica en un trayecto entre las dos ciudades citadas. Es una ciudad bastante grandecita aunque el casto antiguo es relativamente pequeño y manejable, tampoco hay tanto que ver realmente… eso sí, lo que hay merece muy mucho la pena :).
La primera constancia de Mechelen o Malinas, se tiene en el año 870, aunque se tiene constancia de una aldea romana anterior. La cristianización de la ciudad se produjo en el s. VI por un monje venido de Irlanda y posteriormente martirizado, y ya a finales del s. X, se cree que fue creado el Señoría de Malinas… Tras el Periodo Borgoñón durante los ss. XV y XVI, y diversas revueltas y un breve periodo de paz, llega el Dominio de los Habsburgo tras el Tratado de Utrecht en 1714, donde los Países Bajos del Sur pasan a sus dominios.
Tras la muerte de Napoleón y la ocupación francesa entre 1794 y 1815, se realizan una serie de reformas políticas y urbanas que provocan una continua industrialización de la ciudad, llegando a ser durante gran parte del s. XIX el centro ferroviario del país. Ya durante la I y II Guerra Mundial, Mechelen fue duramente castigada, siendo necesario ser reconstruidos muchos monumentos, excepto la el reloj de la torre de la catedral, como recuerdo de algo que no debe volver a ocurrir…
Continuamos… De la estación sales a varias avenidas, todo muy «moderno» jeje. Tiré hacia la derecha, camino a una de las friterías recomendadas en Mechelen por la guía/mapa que llevaba. Era una zona con varias empresas al lado de las vías de tren donde no había absolutamente nadie (claro, al ser Sábado xD). Por fin encontré la fritería… ¡¡¡pero estaba cerrado!!!, claro, contando las horas que son y aquí comen a las 12:00 o tal… Pero pensaba que estaría abierta :(. Y joder, tenía mazo de hambre ya jeje, pero bueno… vamos al centro y por ahí encontraré restaurantes.
Pasé por un par de iglesias, hasta que llegué a cruzar el canal que divide el casco antiguo por el viejo Puente de Piedra del s. XIII, y subí por la calle Ijzerenleen; una de las calles principales con bastantes tiendas y gentecilla, y adoquinada rompe pies para variar xD, hasta la Grote Markt y auténtico centro de la ciudad… pero directamente me tuve que refugiar bajo un pequeño soportal, ya que empezó a nevar a saco jeje. Tuve que esperar unos 10 minutos hasta salir y darme una vuelta en sí por la plaza y sacar unas fotillos… Lo primero que nos llama la atención es la espectacular torre de la que se encuentra en la parte posterior de la plaza. Ésta, aunque no llegue el nivel de otras Grote Markt en Bélgica, sigue siendo realmente preciosa, con esas casitas y pequeños edificios de arquitectura tradicional belga y centroeuropea, esas construcciones góticas y barrocas… La verdad es que le vista de la plaza con la Catedral detrás es sin duda la mejor imagen y la mejor postal de la ciudad, donde te entretendrás sacando fotitos ;). Destacar aquí el complejo que alberga el Ayuntamiento, del s. XIV, formado por dos bellos edificios, gótico a modo de fortaleza, y barroco a modo de palacio: precioso!
Pero tocaba comer, que tenía muuucha hambre jeje. Eché un vistazo rápido en los restaurantes que había en la plaza pero no me convencían los precios… Así que, aunque la verdad es que no era mucho más barato que digamos, vi un Pizza Hut y allí me dirigí, me apetecía pizza jeje. Entré y me sentaron, el camarero me facilitó la carta… en francés y flamenco… Pedí al camarero un menú que estaba bastante bien de precio, pero me dijo que ese menú era sólo para comidas y cenas de Lunes a Viernes (aunque fuera Sábado, ya estábamos igualmente en la merienda precena xD). Como le contesté en inglés, él ya me contestó en inglés y me dijo que si quería me daba una carta en inglés, a lo que le dije que mejor, obviamente jeje. Me facilitó la carta… y tenía también el menú en español, así que mejor todavía ;). Al final acabé pidiendo un menú que no estaba mal de precio, consistente en sopa de tomate, pizza y café. Era mi primera sopa de tomate en Bélgica (plato típico), y qué buena que estaba… aparte para calentarse un poquito el cuerpo con el frío que hacía venía perfecta :D. La pizza pues como en España y cualquier Pizza Hut: buenísima jeje, y luego un cafecito caliente. Aunque no era hora de cenar todavía y la hora de comer ya pasó hace unas horitas… había bastante gente comiendo la verdad, algunas parejas y un par de grupos bastante grandes con niños y tal, al menos no daban mucha guerra. Pagué y a continuar…
Todavía de día, pero ya oscureciendo… Pasé a ver la Catedral de San Rumoldo. La Sint-Romboutskathedral, tardó 300 años en construirse, del siglo XIII al XVI, una espectacular obra gótica con detalles barrocos que realmente no se llegó a terminar nunca, debido a una explosión y posterior incendio que ocurrió en la torre. me hubiera gustado visitar y subir a la impresionante torre con más de 500 escalones, pero ya estaba cerrado y aparte no se puede hacer todos los días al tener horario limitado… y es que, más que la torre de una catedral, parece la torre de una fortaleza… tiene casi 98m de altura, 49 campanas, y es Patrimonio de la Humanidad como parte de las torres y campanarios de Bélgica y Francia. Impresionante Catedral la verdad.
Ahora enfilé hacia «arriba» callejeando por el Gossip Passage (callejón y calles medievales), por la Iglesia Sint-Janskerk, y el «large geguinage«, que es un laberinto de calles medievales donde te pierdes fácilmente y que es Patrimonio de la Humanidad; ¡muy chulo y obligatorio!, además no había absolutamente nadie por aquí y lo pude recorrer en total tranquilidad… Luego comencé bajando hasta llegar al canal, el cual estuve bordeando y recorriendo para seguir bajando hasta llegar a la estación… que suponía un buen y agradable paseíto la verdad, ya que fui recorriendo otras zonas hasta llegar a un puente que pasa por debajo de un pórtico, el cual era parte de la antigua muralla de Mechelen. Ciertamente, Mechelen es una ciudad interesante, hay mucho más, yo apenas pude visitar lo principal y más importante que encontramos en la ciudad (que no es poco), ya que el tiempo apremiaba… En la estación compré el ticket para el siguiente tren a Leuven según el horario que tenía previsto, llegó el tren, y en 20-25min, algo antes de las 18:30, estaba en mi siguiente destino…
Leuven es una de las ciudades que más ganas tenía de visitar, aunque fue un pequeño fiasco en algunos sentidos que ya comentaré más adelante. Es una ciudad de más de 85.000 habitantes, tiene la universidad más antigua de Bélgica, y es una ciudad totalmente universitaria, con lo que ello conlleva (fiesta, mucha gente joven y demás). Igualmente, tiene bastantes edificios curiosos e más que interesantes a nivel arquitectónico, como su famoso Ayuntamiento.
Se tiene constancia de la ciudad desde el año 891, y se convirtió en el centro comercial de la zona durante los ss. XI al XIV, pero fue en el s. XV cuando comenzó su época dorada y crecimiento, gracias a la Universidad Católica de Lovaina, en 1425; la más grande y antigua universidad de los Países Bajos. Las Guerras Mundiales pasaron, al igual que a Mechelen, amplia factura a la ciudad, siendo gravemente dañada la Biblioteca de la Universidad, la cual tuvo que ser restaurada y recuperada.
Bueno, sobra decir que ya era totalmente de noche cuando llegué, y en estas latitudes a partir de las 18 de la tarde ya está todo muerto, pero confiaba en que al ser Sábado y ser una ciudad universitaria pues habría un poco de chicha… De hecho, al coger el tren en Mechelen, había algunos grupitos de gente joven arregladitos y tal que también iban hacia Leuven.
Bueno… el casco antiguo en esta ciudad es más pequeñito de lo que puede ser el de Amberes o Mechelen, situado en un perfecto «círculo» donde los principales atractivos están relativamente cercanos unos de otros (al menos todo lo que yo fuera a ver, que no todo obviamente, ya que estaba reventado de andar jeje), por lo que esperaba que el tiempo que iba a estar en esta ciudad iba a ser suficiente para mis objetivos, aunque al ser de noche, pues siempre la visita «pierde» un poco…o gana en otros sentidos gracias a a iluminación ;).
Nada más salir de la estación nos encontramos una plaza a mano derecha con una escultura de un monolito. Luego, bordeando la calle principal Bondgenotenlaan, hay varios restaurantes y cervecerías, al menos en esta zona (como suele ocurrir en los alrededores de estaciones centrales), pues sí estaba animadilla :). Me dirigí a mano izquierda, en primer lugar hacia la plaza donde se encuentra el edificio que alberga la anteriormente Biblioteca de la Universidad. El entorno se encontraba bastante oscuro (y todo desierto), pero el edificio con su impresionante torre, y gracias a su preciosa iluminación, lucía espectacular, lástima no poder visitar su interior, ya que tiene varias salas con un gran valor arquitectónico (en especial la sala de lectura principal), pero a estar en gran parte reconstruido.
Continúe hasta el mayor parque de la ciudad; el Satdspark. Aunque viendo lo oscuro que estaba y tomando una de las precauciones básicas que dice que no hay que meterse en un parque a oscuras tu solito en una ciudad que no conozcas… pues opté por bordearlo jeje, no me daba muy buen rollo… Otra vez chispeando… ufff, y sin contar el frío que hacía… En fin, una vez bordeado (tampoco es muy grande que digamos), pasé por la barroca Iglesia St-Michielskerk y el pequeño Palacio Stuk, aquí había una especie de fiesta o celebración o algo similar, con globos y bastante gente. Giré de nuevo hacia arriba, subiendo por esta calle (Naamsestraat), hasta llegar al centro.
Aquí ya comencé a callejear, y antes de ir propiamente a la Grote Markt, pues me acerqué a la zona de garitos jeje. El mapa que llevaba lo indicaba perfectamente, dónde y cómo están situados cada garito, el nombre y descripción de los mismos, etc, situados básicamente en Oude Markt. La «plaza vieja» es peatonal, cerrada al tráfico, como una plaza rectangular, y en los laterales pues todo lleno de garitos, cervecerías y restaurantes, siendo el centro de la noche universitaria de la ciudad.
El problema era el siguiente: ¡¡¡y es que no había prácticamente nadie!!! A ver, como dije, es una ciudad universitaria, y uno de los más típicos destinos de fiesta en Bélgica, ¡¡¡y además es Sábado!!! La cuestión es que, parece ser, que la fiesta aquí está entre semana. Los estudiantes que están aquí durante toda la semana viviendo, pues el fin de semana vuelven a casa con sus padres y amigos a pasar el finde, y el Domingo (al igual que pasa en Gante), vuelven a la ciudad, a Leuven, a sus residencias y demás, por lo que toda la fiesta se encuentra los días de diario (lógico por otra parte, y Bélgica es pequeño y se pueden desplazar rápidamente). Aún así… joder, es Sábado, es una ciudad joven y, aunque era muy pronto para mí y para España, pues esto debería estar ahora en ebullición jeje.
Pero no, en las calles no había nadie (lógico en este sentido debido al frío), pero en los garitos pues prácticamente lo mismo… Cierto es que había algunos restaurantes o alguna cervecería en concreto en la que había gente y tal (en dos o tres si había bastante gente), pero en general estaba todo bastante desangelado. Di unas vueltecillas a ver dónde me metía, ya que no quería meterme en uno que estuviera vacío pero tampoco en uno que estuviera petado o una discoteca, ya que con la mochila y mis pintillas no creo que me dejaran (y si había que pagar tampoco lo iba a hacer obviamente xD). En fin, me metí a tomar unas birras en uno de los pubs que vi, había un par de mesas con gente y otra en la barra (¡aunque al rato se fueron todos y me quedé yo sólo con los camareros!). La verdad es que la decoración del garito estaba bastante bien, curioso :). Y nada, unas birritas, mientras descansaba, me calentaba un poquito, miraba las fotos y vídeos sacados, y aproveché para llamar a mi padre, ya que no había hablado con él todavía.
En fin, aunque tampoco tuviera intenciones de salir de fiesta a saco y discotecas y demás, sí me apetecía ver gentecilla, estudiantes, y chicas belgas… a ver qué tal jeje, pero nada de nada… un chasco la tan cacareada fiesta de Leuven :(.
Me tomé las birritas y continué unos metros hasta la pequeñita Grote Markt y el brutal edificio del Ayuntamiento de Leuven. Había leído opiniones tales como: «es uno de los edificios más bonitos de Bélgica» o «el ayuntamiento más bonito que he visto». Y la verdad es que tenían bastante razón… Quizás determinadas expresiones son mucho exagerar… pero es una pasada, una auténtica belleza flamenca, es obligatoria su visita y visualización en Leuven, y en plena noche con esa iluminación… solo puedes soltar un «wow, qué pasada»… Una belleza ciertamente… IMPERDIBLE, UNA MARAVILLA. Construido entre 1448 y 1469, en gótico tardío de estilo flamenco con una ornamentación detallista simplemente brutal, tiene 236 estatuas… y estuvo a punto de ser destruido en la Segunda Guerra Mundial, ya que una bomba había caído muy muy cerquita (sufrió daños menores). Se puede visitar por las mañanas (siendo posible visitar diferentes estancias y exposiciones), por unos míseros 2€, lástima :(… al menos había podido verlo de noche iluminado :D.
El Ayuntamiento a un lado, al otro lado la Iglesia Sint-Pieterskerk, igualmente iluminada por esa luz amarillo/anaranjada que le da una especie de «toque místico» a la construcción. Es la principal iglesia de Leuven, gótica, construida en 1425. Cuando se construyó (primero había una iglesia de madera que se quemó en 1176, sustituida por una románica en piedra, de la cual queda parte de la cripta), se ideó un ambicioso plan para construir tres torres, ¡¡¡con una altura de 170m!!!, pero finalmente se quedó sólo con una, sin terminar, y con 93m… y es que incendios, accidentes y problemas económicos, echaron al traste el plan… No es la más bonita que he visto (ni de lejos vamos), pero su situación, al ladito del Ayuntamiento, y esa bella e inteligente iluminación en la fría y oscura noche belga, la hace más bonita jeje. Sufrió daños durante la I y II Guerra Mundial, y es una lástima no haber podido visitar su interior, el cual aguarda diversas obras de arte flamencas… Y sí, también es parte de las torres y campanarios de Bélgica y Francia…
Ahora continúe dando una vueltecita por las calles aledañas, callejeando por las pocas calles medievales que hay por aquí, hasta llegar a la plaza Vis Markt y la Iglesia Saint-Geertruikerk, la cual me costó mogollón encontrar debido al mapa que llevaba y las calles que no aparecían. Si en el centro apenas había gente, aquí menos todavía jeje. Un Sábado a las 20 de la tarde y todo desierto, cerrado, oscuro, frío… muy mal jeje. En fin… tocaba volver, ya no había mucho más que ver por aquí, así que me dirigí de nuevo a la estación, volviendo a la Grote Markt y siguiendo la calle central Bondgenotenlaan directo hasta la estación, dejando a mi derecha la torre de la biblioteca. Tenía algo de tiempo, así que decidí meterme en uno de los bares/restaurantes que hay frente a la estación y tomarme una birrita que, aunque era rubia, estaba mazo de fuerte joder, estas birras de trigo con tanta graduación y tan espesas cual sopas… xD.
En fin, hora de irse, volví a la estación, donde están los andenes por donde había llegado, mire los paneles… y putada. ¡No aparecía el tren a la hora de vuelta que yo tenía mirado!, era la primera vez que me pasaba… El caso es que aparecía otro, que era el mismo que debía coger yo, pero unos 10min antes, ¡y apenas faltaban un par de minutos!, joder… ¡¿dónde tengo que comprar el billete?! Uf, ese tren le perdí lógicamente… me volví loco de un lado a otro buscando donde se compraba el billete de tren. Arriba, abajo, saliendo, entrando… Fuera estaba la estación de buses, miré pero no era ahí, luego había una oficina pero estaba cerrada, y dentro de la estación donde están los andenes tampoco había nada… Sólo unas máquinas para comprar tickets o pases con tarjetas, pero eran especiales para residentes allí y con unas tarjetas en concreto (probé a comprar con tarjeta de crédito, pero no la aceptaba). Así que nada… ya por cojones me tocaba esperar al siguiente tren de las 21 para Bruselas. Ya directamente había pensado en montar sin ticket, y si pasaba el revisor decir que la oficina de los tickets estaba cerrada y en las máquinas no podía comprar… pero es que era imposible, debía haber alguna oficina, pero no había ningún cartel que lo indicara.
Pues nada, salí fuera de nuevo a la izquierda, a la plaza con el monumento… y de repente, detrás de este, pegado a una de las vidas del tren (la vía 1 que debía coger luego), había una pequeña caseta con luz donde vi entrar a una persona, enseguida se me encendió la bombilla claro jeje. Y sí joder, era ahí… pero es que no había ningún cartel, ni fuera ni dentro, que lo indicara… Y mira que antes había mirado por aquí fuera, pero ni me había fijado… En fin, gajes del oficio jeje, vaya pérdida de tiempo en esta mierdecilla de estación… Pues nada, a esperar que llegara el tren, calentito en la oficina, y cuando llegó a montarse, camino a Bruselas tras unos 25min de recorrido. En esta ocasión el tren tenía 2 plantas y algo más grande (como algunos de cercanías en Madrid).
Llegué a Bruselas, a la Estación Midi, de aquí al tranvía y en un par de paradas ya estaba en «mi barrio» jeje. Mmm, las 22, tarde para ser Bélgica aunque sea Sábado jeje, casi todo cerrado por la zona, pero me acerqué a un kebab cercano, donde sólo sirven falafel por 3 ecus y que ya tenía fichado jeje. La verdad es que es un cuartucho sin más, con la típica trastienda donde entran y salen sin parar las personas para sus chunchullos jeje. Tiene un par de mesas, una neverita con las bebidas y otra mesita donde tienen las salsas y todo lo que te puedes echar en el falafel, ya que el tío solo te da la pita con la carne, y tú te lo «adornas» a tu gusto :). Pero lo mejor de todo es la «Fanta Mora» que había y que, lógicamente, compré jeje. Se me había olvidado que leí hace tiempo los tipos de Fanta que hay repartidos por Europa y, en este caso, en Bélgica… y aquí teníamos Fanta Fresa, Fanta Pomelo… aparte de Fanta Naranja y Fanta Limón con dos diseños de latas distintos. La verdad es que la Fanta Mora no está muy buena que digamos jeje. No sé si conoceréis las típicas chucherías, las «moras», que son rojas o negras… Pues sabe igual que las rojas, exactamente igual, solo que súper fuerte y súper empalagoso, no me pude beber ni la mitad… aunque la lata me la he traído como recuerdo jeje.
Y nada, en el local estábamos un chico, una pareja y yo, el único guiri xD. Y el falafel… ¡qué rico!, buenísimo, y súper picante jeje, no veáis cómo picaba… En fin, terminé y para el hotel que lo tenía al ladito, a cambiarse, preparar las cosas para el día siguiente, un ratillo la tv, conectarme a Internet para mirar los horarios de los trenes y a sobar…
Había sido un gran día visitando tres increíbles ciudades como Amberes, Mechelen y Leuven… me estaba encantando Bélgica ciertamente, y esto no había hecho nada más que empezar… Mañana tocaba Brujas, una buena nevada y mi resfriado :O.